Los deudores piden que continúe el congelamiento y que se genere una cuota previsible. El BCRA trataría el tema durante su reunión del próximo jueves.
Buenos Aires.- El Congreso ya sancionó la ley de emergencia económica que esperaba el presidente Alberto Fernández para poder comenzar a desarrollar su plan para «sacar al país adelante».
Entre sus distintos temas, en el artículo 60 de la norma aprobada el viernes por el Senado se indica que el Banco Central (BCRA) deberá realizar una evaluación del desempeño y las consecuencias del sistema de préstamos UVA para la adquisición de viviendas y los planes de ahorro para automotores, sus consecuencias sociales y económicas.
De acuerdo al texto, la autoridad monetaria deberá estudiar los «mecanismos para mitigar sus efectos negativos atendiendo al criterio del esfuerzo compartido entre acreedor y deudor».
Durante este mes está vigente el congelamiento de las cuotas dispuesto por el gobierno de Mauricio Macri tras el resultado de las elecciones primarias (PASO) en agosto. Pero una de las críticas que se le hizo es que incluye solo a los tomadores de créditos menores a las 140.000 UVA y que lo hayan solicitado para una vivienda única. Además, solo se congeló la cuota y el capital adeudado se sigue incrementando de acuerdo al índice general de precios.
Ahora, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, confirmó que el Banco Central trabajará en generar «una nueva fórmula» para calcular la cotización de los créditos UVA, con el fin de «empezar a generar un alivio para las familias que se han endeudado» con esa modalidad.
«Lo que hemos hecho con la ley (de emergencia económica) es facultar e instruir al Banco Central, que es quien lleva la cotización de las UVAs, para que trabaje en una nueva fórmula, un nuevo número con respecto a la cotización», precisó esta mañana el jefe de ministros en declaraciones a la prensa formuladas al llegar a la Casa de Gobierno.
En este sentido, el funcionario entendió que, de esa manera, se podrá «empezar a generar un alivio para las familias que se han endeudado» con este tipo de créditos, actualmente ligados al índice de inflación.
«La cotización de la UVA, al ser un número que se ha indexado con la economía, ha hecho que, con cada aumento de inflación, estas cuotas se hicieran impagables», sostuvo Santiago Cafiero en sus declaraciones de esta mañana.
Hay que tener en cuenta que la UVA arrancó en $14,05, que equivalía al costo promedio de construcción de un metro cuadrado pero su valor actual de $46,53, un 230% más.
En un principio, los asesores del peronismo habían deslizado la posibilidad de un nuevo congelamiento por seis meses, no solo de la cuota sino también del capital hasta definir una nueva fórmula de reajuste.
Pero esta posibilidad parece cada vez más lejana ya que en el proyecto de «Ley de solidaridad social y reactivación productiva en el marco de la emergencia pública» dedica un solo artículo a la problemática de las UVA y no resuelve nada, sino que le da esa responsabilidad al Banco Central.
En este aspecto, el flamante presidente del BCRA, Miguel Pesce, confirmó que harán un diagnóstico y luego elevarán una propuesta sobre el tema, que podría comenzar a ser tratado en la próxima reunión del directorio, que se realizará el jueves 26.
Se espera que tomen una decisión política para que bancos y deudores se distribuyan el costo del aumento de la inflación.
Una de las posibles opciones es que se realice por el índice de salarios (CVS). Otra posibilidad es que se promedie precios y salarios, para que la mayor suba de uno se atenúe con el menor ritmo del otro. Según algunos técnicos, no habría razones de fondo para eliminar el sistema, más allá de que se pueda retocar el índice de actualización.
También puede que se utilice un promedio entre el valor al momento del congelamiento y el del vencimiento de la cuota tomado al valor de ese día.
Por ejemplo, si la cuota se congeló en 38 pesos y el índice en enero es de 48, el valor de la unidad se fijaría, a los fines del cálculo en 43 pesos. Por lo que si el deudor pagó en agosto una cuota de $19.000 por 500 Uvas, deberá abonar $21.500 en lugar de los $24.000 que hubiesen correspondido si el descongelamiento era total.
El principio de distribución del esfuerzo compartido se basa en la equidad y se procura la «salvación del negocio» por el «cambio de circunstancias» producido en materia contractual.
Para los miembros de Hipotecados UVA Autoconvocados «la lógica del esfuerzo compartido debe contemplar que el sistema financiero resultó ser un gran beneficiario de las políticas impulsadas por el anterior gobierno, que le garantizaron a los bancos ganancias extraordinarias».
Los deudores reclaman un congelamiento de la indexación de los créditos que alcance a la cuota y al capital de todo el universo de hipotecados, hasta que el BCRA realice una evaluación de estos créditos que implique una salida definitiva del sistema. Luego, esperan que la cuota pueda ser conocida de antemano y no tengan que hacer cuentas hasta el último día, como ocurrirá cuando se «descongele» la situación actual.
Además, señalan que dedican mensualmente, como mínimo, entre un 28 y un 29% del sueldo al pago de la cuota (en el origen del sistema se partió de una relación que podía llegar a un máximo del 25%). Se estima que tendrían un salto en la cuota del 20% en enero.
Los críticos del cambio de sistema indican que los deudores ganaron en patrimonio por el aumento del valor de los inmuebles medido en pesos, independientemente de la fecha en que hayan sacado el préstamo.
Por eso los deudores exigen una cuota que sea previsible frente a los cambios que se producen en la economía argentina: «Pedimos la reestructuración de estos créditos por uno hipotecario viable, que tenga una cuota basada en un cálculo que se pueda estimar de acuerdo a la propia economía y que sea por todo el plazo».
