Lo hizo en el marco del Día de los Maestros Bicontinentales y del aniversario de la Escuela Provincial N°38 “Raúl Ricardo Alfonsín” que se encuentra en la base Esperanza. Además, durante la mañana estableció comunicación, junto al Secretario de Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico Sur y Asuntos Internacionales, Andrés Dachary, con los docentes de la escuela antártica para saludarlos y felicitarlos. También acompañaron legisladores provinciales y concejales de Río Grande.
Río Grande.- “Es un momento muy emotivo para nuestra provincia”, expresó la Ministra de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Provincia y dijo: “queremos poner en valor ese recorrido que hizo la escuela y especialmente a sus docentes. Ellos tienen un vínculo que perdura y que va generando una cuestión comunitaria muy fuerte que queremos replicar en toda la provincia, que sea un faro para todos nosotros. Además, es la escuela más austral del mundo y eso es fundante”.
En este sentido, manifestó que “esta mirada de la soberanía educativa, tener un trabajo constante y que nuestra provincia tenga todas las condiciones y la bicontinentalidad también es algo que nos caracteriza y nos pone en condiciones diferentes y de oportunidades distintas”, y añadió: “queremos trabajar fuertemente en esto y reconocer a todos los maestros y estudiantes que han pasado por nuestra escuela que siempre son de distintas provincias”.
“Hoy tenemos 14 estudiantes de todos los ciclos”, continuó la funcionaria y explicó que “allá las condiciones son diferentes, entonces tenemos al maestro y a la maestra, pero además esta el personal de toda la base que interactúa todo el tiempo. La escuela es el centro, como en todas las comunidades, pero ahí se puede ver porque también está en una condición de aislamiento”.
Finalmente, contó que “también nos comunicamos con la escuela través de una videoconferencia, pudiendo establecer algunos criterios, conversando acerca de cómo va el proceso de diagnóstico como lo hacemos con todas las escuelas pero en este caso con un cariño y reconocimiento muy especial”.
Del acto también participaron Concejales de la ciudad de Río Grande, Legisladores Provinciales, miembros del gabinete provincial, invitados especiales y docentes que recibieron un reconocimiento por haber prestado servicios en la Antártida.
“Como experiencia docente no hay otra igual”
Así lo expresó Fabián Juárez, docentes que estuvo junto a su compañera, Maricarmen, transitando la experiencia de ejercer la docencia en la Escuela N°38 «Raúl Ricardo Alfonsín» de la base Esperanza en la Antártida.
Durante la tarde de este miércoles fueron reconocidos por el Gobierno de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur en el marco del Día del Maestro Bicontinental y el 23° aniversario de la escuela antártica.
Juárez agradeció el reconocimiento y contó que “junto a mi esposa Maricarmen estuvimos tres años trabajando en la escuela de la Antártida, durante 2004, 2010 y 2013”.
“Fue un desafío muy grande para nosotros -continuó- porque veníamos del norte chaqueño. Llegamos a Ushuaia y al poco tiempo tuvimos la oportunidad de ir a una escuela donde somos muy pocos los privilegiados que tenemos la posibilidad de desarrollar nuestra profesión”.
En este sentido manifestó que “la experiencia es inolvidable y que hoy la actual gestión del Gobierno Provincial haga un reconocimiento, para nosotros es muy valioso porque es reconocer ese granito de arena que hemos dejado. Como experiencia docente no hay otra igual”.
Al ser consultado sobre cómo fue trabajar en aquél lugar frío y aislado, el docente comentó que lo más importante es desarrollar el aspecto social y relató que “si bien es un lugar aislado, lo más importante es desarrollar el vínculo con el resto de la sociedad, eso es muy importante, todos los días tenemos que estar bien, saludarnos, sonrisa, porque el clima en invierno es muy crudo y la noche, que es muy larga, a veces afecta un poco los sentimientos, las relaciones. Entonces, el maestro tiene que estar muy frío, no involucrarse en cuestiones que no tienen que ver con el aspecto pedagógico y la escuela cumple el rol del ente concentrador de toda la actividad”.
“En la Base Esperanza, la particularidad es que somos siete u ocho familias, pero hay otras personas solas que están desarrollando su actividad, entonces hay que convocarlos y hacerlos sentir parte del grupo”, subrayó.
Por otro lado, habló sobre el vínculo que establecieron junto a otros pares docentes que transitaron la experiencia y señaló que “la verdad que cuando nosotros volvemos de la Antártida volvemos con mucha energía y la gente todavía no entiende eso que hacemos, porque primero piensan que estamos locos por ir un año a un lugar aislado. Lo que nos mantiene unidos es esta relación que tenemos con los docentes de Río Grande y de Ushuaia que transitaron esta experiencia. Constantemente estamos generando encuentros”.
Finalmente, se dirigió a los y las maestras que deseen desarrollar su actividad docente en la Antártida y expresó: “les diría que lo intenten, porque es una experiencia distinta a lo que se puedan imaginar. Yo que vengo del Impenetrable Chaqueño trabajé en la ciudad, después acá en la provincia y la Antártida es completamente distinto. Hay que vivir la experiencia, con ganas de hacer cosas, de generar cosas, porque cada vez la comunidad es más demandante”.