El plantel estaba citado para ayer martes a las 16.00 en Ezeiza, pero tras el anuncio de la suspensión del fútbol el entrenamiento se dio de baja.
Después de la goleada de Boca a Godoy Cruz en Mendoza, el partido sin público correspondiente a la primera fecha de la Copa Superliga, Miguel Ángel Russo convocó al plantel para el día de ayer martes a las 16.00 horas en el Centro de Entrenamiento de Ezeiza. Dos días libres y luego, vuelta al trabajo.
Pero pasado el mediodía, y luego del anuncio de la suspensión del fútbol, la convocatoria fue dada de baja y el complejo xeneize quedó desolado. Donde la intención del encuentro era tener una charla instructiva con los jugadores antes de la suspensión que implicaría entrenarse de forma individual, aunque finalmente el preparador físico Damián Lanatta les envío a sus muchachos el plan de trabajo por WhatsApp.
«Vamos a tener que entrenar al equipo sin entrenar. Nunca nos pasó algo igual», contaron desde el cuerpo técnico. En el complejo ayer martes se vieron no más de cinco autos estacionados y el personal mínimo indispensable por el cierre total del club y la suspensión de los entrenamientos de todas las divisiones y deportes.