La fiscalía federal marplatense y el intendente Guillermo Montenegro habían pedido que se negara el amarre de la embarcación que transporta turistas extranjeros entre la capital fueguina y la Antártida.
Ushuaia.- La Justicia federal prohibió este miércoles el amarre en el puerto de Mar del Plata del buque “Ushuaia”, procedente de Tierra del Fuego. La medida permanecerá vigente hasta tanto las autoridades sanitarias no establezcan con precisión el estado de salud de sus tripulantes en el marco de la emergencia sanitaria por el coronavirus.
La resolución del juez Santiago Inchausti respondió a la medida cautelar solicitada por el fiscal federal Daniel Adler y fue en consonancia con el pedido del intendente Guillermo Montenegro, quien se opuso a la llegada del barco sosteniendo que violó la cuarentena obligatoria y asegurando que “algunos tripulantes presentarían síntomas compatibles con el virus Covid-19”.
“Pedimos que no vengan turistas sabiendo el perjuicio que generaba para nuestra economía, hicimos controles en todos los ingresos de la ciudad, le pedimos el esfuerzo a cada vecino que no salga de sus casas, y encaramos acciones sanitarias de prevención. Todo eso será en vano si dejamos ingresar a la tripulación», dijo el jefe comunal.
El “Ushuaia”, originalmente construido en 1970 a requerimiento de la NOAA (Agencia Norteamericana de Investigaciones Oceánicas y Atmosféricas) para su departamento de oceanografía y luego reacondicionado para el turismo, es un buque que realiza viajes de placer desde la ciudad de Ushuaia hasta la Antártida e islas cercanas del Atlantico Sur. En diciembre de 2008 había sido noticia al quedar varado tras chocar con una roca cerca del continente blanco.
La embarcación está especialmente equipada para surcar las aguas australes a una velocidad máxima de 14 nudos marítimos, tiene una capacidad para 90 pasajeros y 40 integrantes de la tripulación en total y cuenta con un restaurante, un bar, una sala de observación, biblioteca, una sala de conferencia y una cubierta con vista panorámica.
El barco había zarpado desde el puerto de Ushuaia el 20 de marzo, el mismo día en que entró en vigencia la cuarentena dispuesta por el Gobierno nacional, y tenía previsto amarrar el sábado próximo en el puerto local para hacer una parada técnica. Sin embargo, no podrá hacerlo hasta que se cumplimenten las medidas dispuestas por el juez Inchausti.
El magistrado pidió como medida preventiva un informe a la Prefectura Naval que deberá adjuntar por un lado “toda la documentación respaldatoria con relación a la autorización” del barco para dejar el puerto ushuaiense, a la vez que dispuso que se investigue si el barco pudo “haber incumplido con las reglamentaciones en materia sanitaria dispuestas por el Poder Ejecutivo”.
En relación a esto último, Inchausti aclaró que, según la normativa que establece el aislamiento, “la única excepción” de navegación según esa disposición “era la actividad de pesca”, mientras que el MV Ushuaia es un crucero de paseo, y partió a las 17.
Asimismo, la autoridad portuaria deberá relevar si alguno de los tripulantes “que aún continúan a bordo del buque han bajado a tierra en el puerto de Ushuaia” el día de la zarpada y si alguno de los 76 pasajeros y tres tripulantes que desembarcaron el 20 de marzo “presentó antecedentes epidemiológicos”.
Por otra parte, el juez pidió un informe diario sobre el estado de salud de los tripulantes. “En el buque se encontraban personas de distintas nacionalidades, por lo cual los miembros de la tripulación que aun continúan embarcados tuvieron contactos con personas de países declarados como zonas de riesgo por el virus Covid-19 para aquella fecha, por ejemplo China, Estados Unidos y España”, aseguró.
A partir de esta medida, Sanidad de Fronteras deberá realizar un relevamiento sobre la situación sanitaria del personal a bordo, y sobre la base de ello, la “fecha estimada en la que podrían desembarcar”.
Además de que transporta en su mayoría extranjeros, amarra habitualmente en la ciudad de Ushuaia, considerada
Además de que transporta en su mayoría extranjeros, amarra habitualmente en la ciudad de Ushuaia, considerada «zona de transmisión local» del virus (marinetraffic)
Entre los argumentos que Inchausti enumeró para prohibir el ingreso del buque, menciona “la presencia de síntomas de dos pasajeros el día 22 de marzo, quienes están en buenas condiciones de salud actualmente”.
Pablo Petracci, uno del tripulantes del “Ushuaia” y líder de Expedición, dijo que todos los tripulantes participaron de la cuarentena que para ellos finalizó el día 20 de marzo en la ciudad de Ushuaia, cumpliendo con todas las medidas sanitarias impuestas por todas las áreas de salud del gobierno nacional y provincial de Tierra del Fuego. “Ninguno de los pasajeros y de sus tripulantes (donde me incluyo), tuvimos o tenemos síntomas de coronavirus”, afirmó.
Y en una carta dirigida al intendente Montenegro, Petracci pidió “permitirle a los tripulantes que se encuentran perfectamente sanos poder retornar a sus hogares tras tantos meses de duro trabajo”.