La Ministra Adriana Chapperón expresó malestar y preocupación por la conducta de muchos fueguinos, que varió desde que se extendió la cuarentena. No solamente se refirió al caos del viernes pasado con la apertura del banco, sino a las largas colas en los supermercados y hasta en las ferreterías, donde no venden artículos de primera necesidad. Se analizan medidas más duras, como una aplicación para tramitar un permiso especial para poder circular.
Río Grande.- La ministra de Gobierno Adriana Chapperón hizo público su malestar por el quiebre de la cuarentena de muchos fueguinos, y observó que la conducta cambión luego del anuncio del presidente de extensión de la cuarentena.
El pasado viernes las ciudades de la provincia fueron un caos por la apertura de los bancos, las colas de jubilados expuestos a bajas temperaturas y al contagio, porque no se respetó la distancia social. Pero no solamente hubo colas en las entidades crediticias, sino que esta aglomeración se viene observando tanto en supermercados como en ferreterías, que no venden artículos de primera necesidad.
“Nos llamó la atención tanta gente en la calle, porque veníamos cumpliendo muy bien la cuarentena. Explicamos que la cantidad de casos iba a aumentar y que necesitábamos tiempo para que no colapsen los sistemas sanitarios, que lo único que podemos hacer es quedarnos en casa, más allá de las contingencias previstas de cómo vamos a actuar en el momento del pico de la enfermedad, pero vimos que se fue distendiendo esta situación cuando se extendió la cuarentena”, dijo por Radio Provincia.
Consideró que esta distensión de las medidas de seguridad “es preocupante” y reconoció que “está costando cumplir la cuarentena. Es importante decir que la epidemia no llegó al pico de la curva y tenemos que darnos cuenta de esto”, reclamó a los fueguinos.
La preocupación no es sólo del gobierno sino de otros vecinos que sí están dando cumplimiento para cuidarse y cuidar a su familia, advirtió la ministra. Las medidas hasta ahora pasan “por poner refuerzos, las fuerzas policiales estuvieron en los bancos para que por lo menos se respete la distancia social, los bancos hicieron un cronograma para diferentes casos, pensando en el número de gente que podían atender por hora”, repasó, pero aun así la gente salió a la calle y se quedó recorriendo otros lugares.
“Estamos trabajando en una aplicación para gestionar un permiso para poder circular, pero cuesta mucho a la gente entender que no tienen que ir al supermercado todos los días, o a la farmacia todos los días. Están tomando esto como una posibilidad de salida y no ayuda para nada. Estamos todo el tiempo pensando cómo hacemos para que la gente entienda”, admitió.
“Los números de casos aumentan y tenemos que tomar conciencia de esto, pero este mensaje no está llegando. Con la apertura de los bancos hubo una complicación enorme. Salieron todos desesperados por ir a cobrar y esto es un problema”, alertó, porque se han expuesto muchos al contagio de un virus que está circulando, sobre todo en la capital fueguina.
“El número de casos no lo podemos controlar, lo que tenemos que controlar es el tiempo en que esto va a pasar para que no colapse el sistema de salud y se pueda atender a todos. Vemos en los cajeros que la gente no guarda la distancia y están conversando como si no pasara nada, y es muy preocupante”, reiteró.
“La gente cree que esto no le va a pasar y tenemos que mirar las imágenes del mundo para darnos cuenta de la gravedad. Tenemos que ser conscientes de que viene aumentando la cantidad de casos, que superan los 75, y esto habla de que el virus está circulando entre nosotros. Es un problema serio que tenemos que entender. Hoy sabemos que hay un alto porcentaje de la comunidad que no tiene síntomas y está contagiando, y es lo que el mundo va conociendo sobre el virus”, enfatizó.
Preparando camas
Mientras la población se distiende, desde el gobierno y las áreas de salud están acondicionando más camas para el pico de contagio, que todavía no llegó. “Ya hemos relevado todas las camas disponibles y está trabajando el gobierno de la provincia, los municipios, los centros privados de salud, tratando de aportar. Hemos repartido responsables en cada área para el momento crítico. No son lugares los que faltan, sino que tenemos que reforzar lugares con oxígeno, porque esta es una patología respiratoria”, subrayó.
“Se está trabajando en el Cochocho Vargas, en el Casino, pensando en una progresión. Los hospitales públicos han ido evacuando todas las patologías que no sean COVID-19 hacia los sectores privados, porque en primer lugar los hospitales van a ser los receptores y, en la medida que aumenten los casos, se están previendo más camas”, dijo.
Adelantó que el gobierno nacional va a enviar “un hospital de campaña, que se va a instalar en el estacionamiento del hospital para usarlo de consultorio en el momento que haya mayor cantidad de casos. Todo esto lo va a ir comunicando la Ministra de Salud, pero necesitamos que la gente nos dé tiempo para atender a los pacientes y no hay otra solución más que quedarse en casa. No solamente tenemos que pensar en la cantidad de respiradores sino en el recurso humano para manejarlos, y la situación edilicia para que estén conectados como corresponde”, expuso.
Nada alcanza
La ministra dio cuenta de la cantidad de autos que se han incautado, pero nada alcanza para que la población tome conciencia. “Tratamos de que viajen de a uno en el auto, pero tenemos planteos por ejemplo de gente de la margen sur sobre las colas de autos de la gente que sale a trabajar, o va a farmacias, supermercados o lugares que no tienen en el barrio. Es muy difícil hacer cumplir estas cosas. La gente va al supermercado diez veces, a la farmacia, a la ferretería, porque hay colas en las ferreterías, cuando no venden artículos de primera necesidad, sin embargo hay colas importantes. Con la apertura de los bancos, hubo supermercados llenos y parece que la gente ha creído que se puede andar por la calle por todos lados”, cuestionó.
“No creo que la gente que está en el supermercado no tenga para comer hoy. Si llegan al supermercado y está lleno de gente, la responsabilidad dice que se tienen que ir, más allá de la responsabilidad del supermercado si permite esto, y vamos a pedir al área de Comercio que vaya a revisar todo esto”, concluyó.