Las empresas electrónicas apuntan a una reducción salarial del 30% y ayer decidieron depositar el 70% de los salarios de los trabajadores. El presidente de AFARTE advirtió que “no pueden garantizarse los puestos de trabajo si la paralización es indefinida” y puso a disposición del gremio una serie de propuestas para ser evaluadas. Hasta ahora no hubo eco en la UOM.
Río Grande.- El presidente de AFARTE, Federico Hellemeyer, se refirió a la decisión de muchas empresas electrónicas de depositar ayer el 70% de los salarios y el 30% restante esperan negociarlo con el sindicato, a fin de poder hacer una reducción hasta que pueda volver a ponerse en marcha la producción.
Por Radio Provincia, dijo que “el día viernes sacamos un comunicado y no es que recién hoy venimos hablar de que la industria electrónica fueguina está en crisis. Hace 24 meses que venimos diciendo que estamos en crisis. Ya no me quedan sinónimos para usar cuando me preguntan cuándo salimos, cuándo habrá un horizonte o perspectivas. Ya no sé de qué manera decir que no tenemos indicios de reactivación”, enfatizó.
“Venimos de dos años de caída de consumo y el nivel de actividad hace que estemos en una pésima condición. Sobre llovido, mojado, porque con esta pandemia nuestras defensas son escasísimas. Es una actividad que ya estaba trabajando con un 57% de capacidad ociosa, es decir que podríamos estar haciendo más del doble de lo que hacemos. La facturación bajó a un tercio de lo que era hace cinco o seis años, los volúmenes son los más bajos de la década y después de 24 meses de caída de consumo no hay herramientas para afrontar esto”, afirmó.
“Por supuesto estamos de acuerdo con las medidas tomadas por el gobernador y el presidente para cuidar la salud, pero para la economía es insólito y en nuestro caso el flujo de ingresos se paró por más de 30 días. No se puede mantener el flujo de caja. Es falso que se puede hacer un esfuerzo, porque no hay manera de que un negocio pueda honrar sus obligaciones si no tienen ningún ingreso”, sostuvo.
Recordó que el presidente Alberto Fernández dijo “ante la empresa más grande del país que podían hacer un esfuerzo, pero la realidad es que los empresarios industriales electrónicos fueguinos no pueden, en este contexto. No hay margen en nuestra industria. Podrá haber alguno con más margen que otro pero el complejo es un todo. Desde el 16 de marzo hemos dado cuenta de esto tanto al gobierno nacional como provincial, e incluso antes de que el gobierno provincial sacara el decreto 468”, manifestó.
“Desde esa fecha estamos intentando infructuosamente negociar con el sindicato para buscar herramientas como la reducción de salario, o bancos de horas, y poder instrumentar algo para atravesar esto. Dios quiera que el 13 de abril podamos estar volviendo a producir, pero si no ponemos todos un granito de arena, es imposible llegar al final del río en esta crisis”. Asimismo resaltó que “en todo el país se están haciendo este tipo de acuerdos de reducción salarial”, pese a que hasta ahora la UOM no se ha avenido a negociar y los comercios más pequeños, con menor espalda, tienen que sostener el 100% de los sueldos.
“Más allá del sustrato legal que tienen las distintas posturas, estamos tratando por todos los medios de generar un espacio de negociación y creemos que esto lo tenemos que superar juntos. He visto que el gobierno provincial y los legisladores oficialistas se han hecho eco de nuestra declaración, pero ellos no eran los destinatarios. Nuestra declaración fue plantear un panorama de la situación de la actividad y un llamado más al sindicato a que por favor se avenga a negociar con nosotros de qué manera podemos llevar esto adelante”, expresó.
Calificó de “intransigente” la actitud del sindicato y dio a conocer que pusieron sobre la mesa “todas las alternativas y estamos atentos a las que proponga el gremio. Esto es algo inédito en nuestra relación colectiva, porque nosotros no solemos actuar de esta manera, pero nos pareció que en este caso no había lugar para la especulación y por eso pusimos arriba de la mesa todas las alternativas. Son las que públicamente se conocen desde otros gremios y van desde las más antipáticas, que tienen que ver con reducción de salarios y hay un montón de ejemplos en otras actividades que tienen parada su producción, como la posibilidad de implementar un banco de horas y recuperar las horas que no se trabajaron en su momento, o la compensación de días. Son varias propuestas puestas sobre la mesa y a nada le hemos dicho que no. Lo que sí le hicimos entender al gremio es que esta situación no se pasa como si fuera normal, porque no lo es. Está totalmente interrumpida la cadena de pagos, las empresas no tienen fuentes de ingreso, no hay producción, los trabajadores están en su casa, no están trabajando, y hay que corregir esto con algún tipo de paliativos. Para que las empresas puedan volver a ponerse en marcha, necesitamos del esfuerzo conjunto”, reclamó.
Lo cierto es que la mayoría de las empresas de Río Grande depositaron una suma equivalente al 70% del sueldo neto y “para el pago del 30% restante no hay fecha y es de capital importancia que nos sentemos con el sindicato”, dijo Hellemeyer.
Además expuso la limitación de las herramientas actuales para atravesar esta paralización, que pasan por “el proceso preventivo de crisis con los tiempos que esto lleva, el refinanciamiento del 95% de las contribuciones patronales y la posibilidad de contar con un REPRO de entre 6 y 10 mil pesos por cada empleado. Es una suma que está por debajo del 10% de lo que cobra un trabajador, es decir que son muy exiguas las herramientas para combatir esto y necesitamos acordar con el sindicato una reducción que sea tolerable para la masa trabajadora. Necesitamos acordar algo que nos permita estirar la caja lo máximo posible para llegar a puerto el 13 de abril y que las empresas puedan seguir estando en pie, sin que haya pérdida de ningún puesto de trabajo”, insistió.
“Las empresas quieren seguir produciendo, pero acá la economía se paró, y si el paro es indefinido los puestos de trabajo no pueden garantizarse –alertó-. Habrá que ver cuánto es el tiempo de parate económico que tolera un negocio, para mantener su capacidad de volver a ponerse en marcha. Si esto se estira, eso va a ser imposible, y tenemos que hacer lo posible para morigerar todos los efectos hoy”, concluyó.