La ministra Verónica González hizo un reconocimiento al personal y fuerzas de seguridad

La ministra de Desarrollo Humano, Verónica González, destacó el rol que cumplen todos los colaboradores en esta pandemia, luego de haber iniciado la entrega de 20 mil módulos de asistencia alimentaria que no corresponden ni a comedores escolares ni a los planes REDSOL, sino a la demanda espontánea que se fue generando por la falta de ingresos en muchas familias. Planteó que, además de la contención con alimentos básicos, empiezan a jugar los factores psicológicos del encierro, el temor y la ansiedad por salir, que también deben contener. En un balance general, consideró que se está haciendo un buen trabajo.

Río Grande.- La ministra de Desarrollo Humano, Verónica González, se refirió a todas las implicancias de esta pandemia, que no solamente los ha llevado a reforzar la ayuda alimentaria ante la demanda espontánea de muchos vecinos que quedaron sin ingresos, sino a contener psicológicamente a la gente, por los efectos del encierro.

Por Radio Nacional Ushuaia, dijo que “se prevé entregar 20 mil módulos alimentarios en este segundo dispositivo de emergencia en toda la provincia, y la tarea de reparto comenzó el sábado. Esta entrega es un módulo de emergencia alimentaria en el marco de la pandemia, no tiene que ver ni con el programa REDSOL, ni con el programa de comedores. Necesitamos cubrir la demanda del universo vulnerable que conocemos”.

“En el marco de la pandemia hay gente con enfermedades, embarazadas, gente con discapacidad, y gente que por cuestiones laborales no puede hacerse de ese alimento. En ese marco se están entregando módulos de lo que se llama demanda espontánea, que no responde a los programas que ya teníamos”, aclaró.

La cifra es alta y “fuimos avanzando en base a la demanda espontánea con una aplicación que se ha desarrollado, y estamos cubriendo esa demanda con la valiosísima ayuda de nuestras fuerzas armadas, de las fuerzas de seguridad, del Batallón de Infantería, de la Base Aeronaval, que están acompañando en las tres ciudades. Por supuesto están haciendo entrega de bolsones compañeros no solamente del área social, sino los trabajadores de políticas de género, hay trabajo en el área administrativa, en el área de adulto mayor. Día a día hay compañeros conteniendo la vulnerabilidad de niños, niñas y adolescentes. Mi trabajo se sustenta del apuntalamiento de estos compañeros que están trabajando en las tres ciudades”, valoró.

“El primer operativo fue hace unos diez días y abarcamos mucho en las tres ciudades. Tenemos el acompañamiento de organizaciones no gubernamentales, de sindicatos que también nos hacen punteos y nos van acercando datos de gente que necesita ayuda. Hay emprendedores y micro emprendedores que están levantando listados de demanda espontánea para que los tengamos, y de hecho hemos tenido el acompañamiento de trabajadores de los medios de comunicación que nos han acercado datos de alguna persona que está necesitando asistencia”, agregó.

“Las estrategias se van acomodando día a día, según lo que pasa en cada ciudad, porque cada una tiene sus particularidades. Esto es un aprendizaje para todos y tratamos de contener la emergencia en el marco de una pandemia, tratando de abarcar todo lo que más podamos”, dijo.

Con el Ministerio de Educación en forma paralela se entregan módulos de comedores, que son independientes de estos bolsones de demanda espontánea. Desde Desarrollo “vamos racionalizando la mercadería en la medida que la vamos recibiendo de los proveedores, porque también depende de la llegada de los camiones y del tiempo que demanda armar los bolsones. Hay mercadería fresca y tenemos que cuidar que no se descomponga. El fin de semana armamos los bolsones, viernes y sábado; y el domingo, lunes y martes hicimos entregas. No hay forma de que salgamos con toda la mercadería junta, porque se nos puede descomponer la carne. Entonces los proveedores nos van entregando por día y nosotros vamos recorriendo las zonas”, explicó de la metodología.

“Hay cuatro puntos de acopio en cuatro escuelas de las distintas ciudades. Lo bueno de la aplicación que se generó desde el Ministerio de Educación y de Gobierno es que permite saber inmediatamente si la persona que lo solicita va a recibir o no la ayuda alimentaria. Nosotros les pedimos que esperen, porque si no se les entrega en el día, será mañana o pasado. Al tener mercadería fresca necesitamos ir generando grupos de vecinos para entregar de a 200 ó 300 bolsones por día, que es lo que nos van dando los proveedores”, expuso.

El ánimo de la gente

Otro tema es el estado emocional de la población sometida a encierro durante tanto tiempo. En este punto la ministra volvió a reivindicar el aporte de las fuerzas de seguridad. “Me da mucha tranquilidad poder contar con el acompañamiento de las fuerzas públicas. Yo participé de la reunión del consejo de niñez y una de las cosas que primero observamos fueron diferentes etapas. La primera fue entender qué estaba pasando con este bicho que está dando vueltas por el mundo. Fue una etapa de salud, de respetar la organización del comité de emergencia, y la gente logró entenderlo. Después vino la etapa de los gobiernos para organizar a la gente y ahí fue fundamental la impronta de las fuerzas de seguridad. Ahora estamos en la etapa de observar cómo va respondiendo el ser humano, no solamente por los efectos del encierro, sino porque muchos de los que estamos expuestos tenemos diferentes reacciones y hay que contener a la sociedad desde lo psico-social. Esto es lo relevante hoy”, remarcó.

“Estamos viendo en los noticieros que, o se aplaude a un enfermero o se le pone un cartelito pidiéndole que se vaya de un edificio. Esas son reacciones psico-sociales que uno tiene que ir acompañando, y esto es día a día, porque cada ser humano responde de distinta manera. Vamos articulando ente nosotros y vamos generando una adaptación ciudadana para sortear esta situación. Todos los fueguinos festejamos la noticia de los recuperados y esto tiene que ver con una lógica psico-social”, planteó.

“Tenemos que cuidar a nuestros mayores, que en un primer momento eran los más vulnerables, y se generó un miedo complicado en ellos. Hay que acompañarlos, que entiendan que, si se cuidan, no pasa nada, pero tienen que tener conciencia para cuidarse. Algunos son testarudos, quieren salir a comprar igual, pero empezaron a entenderlo y a cuidarse. Lo mismo con la gente con discapacidad, buscamos estrategias para acompañarlos, con los jóvenes en nuestros centros de cuidado, porque tenemos hogares con chicos que ya están vulnerados y las reacciones de ellos son diversas. Toda la sociedad tiene que estar acompañando, no juzgando, y son las cosas que empiezan a despertarse en esta etapa. No tiene sólo que ver con bolsones sino con el cuidado ciudadano”, enfatizó.

“Hoy estamos llegando a mucha gente, la gente ya sabe cómo comunicarse, tienen mi celular y yo atiendo a la hora que sea. Hay instancias de mucha ansiedad, pero son procesos, todos los días estamos aprendiendo, generando estrategias y creo que estamos haciendo un buen trabajo”, concluyó.

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