Más de 80 odontólogos de Río Grande decidieron suspender todos los convenios de cobertura odontológica ante la falta de respuestas de las prestadoras de salud, tanto obras sociales como prepagas. Uno de los núcleos del reclamo es el kit de bioseguridad y otro es desmedido aumento de los insumos. Dr. Gustavo Giuga, uno de los odontólogos de Río Grande, se explayó sobre la situación.
Río Grande (Ramón Taborda Strusiat).- El Dr. Gustavo Giuga, uno de los odontólogos de Río Grande, se explayó sobre el comunicado enviado a los medios de comunicación en la víspera, donde los profesionales decidieron suspender todos los convenios de cobertura odontológica “ante la falta de respuesta por parte de las prestadoras de servicios de salud (Obras Sociales y Prepagas) a nuestros requerimientos de poder brindar una atención completamente segura a nuestros pacientes”.
Los odontólogos expresan que se vieron obligados a tomar estas medidas ya que “es de público conocimiento que las normativas de seguridad han cambiado y esto ha modificado radicalmente el modo y los costos de nuestras prácticas; por causa de la suba de precios descontrolada de los insumos odontológicos”.
“Sentimos mucho tener que tomar esta drástica medida, principalmente por nuestros pacientes que pagan regularmente sus cuotas, esperanzados que puedan entender que estamos exigiendo el código de bioseguridad al valor solicitado y una compensación digna por nuestro trabajo”.
Justamente el Dr. Gustavo Giuga explicó que “somos 81 odontólogos de la ciudad que trabajamos en la faz privada y durante el aislamiento estuvimos trabajando al amparo de la Resolución 282/20 del Ministerio de Salud de la Provincia que nos instó el 16 de marzo de este año, a atender solamente las emergencias impostergables”.
Agregó que “ahora estamos enfrentados a la posible des regulación parcial de la atención dentro de nuestra actividad, y digo desregulación parcial porque no es que vamos a trabajar normalmente cuando esta desregulación opere, sino que solamente nos permitirán trabajar seis horas y solamente haciendo terapéutica; es decir, tratamientos programados, con turnos previamente asignados y con objetivo terapéutico, no estético y no cosmético”.
Valores de insumos por las nubes
El odontólogo reveló que “nos enfrentamos hoy a la situación de que nuestros insumos han variado sustancialmente” y como ejemplo citó que “un barbijo a principios de marzo tenía un valor y hoy ese valor se incrementó en un 255 por ciento”.
En ese sentido avanzó manifestando que “por un lado nos encontramos con valores altísimos; los valores de los insumos médicos se han disparado, de hecho el Fiscal Federal (Guillermo) Marijuan hace unos días hizo una denuncia de oficio (N. de la R. ver al pie de la nota) por los sobreprecios en los insumos médicos y, por otra parte nos encontramos con que esta situación -este virus que nos aqueja- nos cambia la forma de trabajar desde ahora y para siempre, por lo menos hasta que se encuentre una vacuna y una terapéutica cierta y probada para enfrentar a este virus”.
El Dr. Giuga observó además que “nosotros estamos un poco más expuestos que los médicos, no podemos trabajar a un metro del paciente, debemos hacerlo a 30 centímetros y debemos trabajar en saliva, que es el caldo de cultivo del microorganismo; de esto hemos estado hablando todo el mes de las micro gotas donde el virus viaja, cuando se tose o se estornude y nosotros trabajamos en ese entorno”.
“Estamos mucho más expuestos y lo único que tenemos para salvarnos nosotros y salvar al paciente de una posible infección o del contagio con el pasaje de microorganismos, es poner barreras y esas barreras son las que nosotros denominamos kits de bioseguridad que consta de una máscara facial protectora, barbijo N95 o quirúrgico, gafas o antiparras, camisolín o mameluco, según sea el caso; botas cubre calzados y lo mismo para el paciente, salvo el barbijo, obviamente”, detalló.
Añadió que “todo esto tiene un costo, que es pronunciado, un costo que todo los días va variando lógicamente pero que más o menos se calcula entre 1.200 a 1.500 pesos. Justamente nosotros buscamos que las obras sociales se hagan cargo de ese costo porque lógicamente a nadie se le ocurriría decirle a un médico que se pare frente al paciente sin el debido kit de bioseguridad completo. A nosotros las obras sociales nos pidieron tácitamente que lo hagamos”.
El entrevistado observó que “nos encontramos también con que vamos a tener un flujo disminuido de pacientes porque es tanto el trabajo que hay que hacer previo y posterior a un paciente en el consultorio que nosotros vamos a poder atender a un paciente por hora, nada más y cuando des regulen la situación, el Ministerio de Salud solo nos va a autorizar a trabajar solamente seis horas, no más, lo que obviamente va a significar un perjuicio económico para nosotros como profesionales”.
Aseguró que toda esta situación “es la pelea que hace que estemos en una suspensión de los convenios con las obras sociales y las prepagas, hasta tanto no normalicen esta situación, definan el tema y cumplan con todo lo que tengan que cumplir para que sus afiliados se atiendan en sus consultorios de la manera más aséptica posible, como corresponde y como debe ser, que es lo que buscamos”.
Cabe destacar que por primera vez los odontólogos de la ciudad se mostraron unidos y con una postura común, en el contexto de esta pandemia del COVID-19.
Denuncia del Fiscal Federal Guillermo Maijuan
Hace pocos días, el fiscal federal Guillermo Marijuan denunció a productores, importadores y comerciantes de barbijos, alcohol en gel y otros insumos médicos por aumentos de precios injustificados.
Señala que los empresarios incurrieron en “actitudes especulativas” porque no se registraron incrementos en los costos de producción. Los barbijos se venden 255% más caros que hace 30 días.
Según detalló el matutino Infobae, el magistrado presentó este lunes una denuncia penal contra productores, importadores y comerciantes de insumos médicos por aumentos de precios “desmedidos e injustificados” en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia de Coronavirus.
El titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal n° 9 mencionó un informe de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (ADECRA) y de la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio (CEDIM) según el cual estos insumos tuvieron un aumento promedio del 83% y que en el caso de los barbijos el alza de precios alcanzó un 255%.
Una situación similar se dio con medicamentos como la hidroxicloroquina –principio activo antimalárico o antipalúdico que está siendo utilizado para la atención de pacientes con coronavirus– o el salbutamol –usado para el alivio del broncoespasmo en padecimientos pulmonares–, que mostraron incrementos excesivos del 76,64% y el 163,22%, respectivamente.
Marijuan presentó una denuncia ante el juez federal de turno para que se investigue el aumento desmedido de precios en varios rubros. “Fue una clara manipulación por parte de los responsables de la cadena de producción y comercialización de los insumos (fabricantes, comerciantes, etc.), quienes, contrariando los alcances de las disposiciones dictadas por el Poder Ejecutivo, aumentaron los valores sin ningún tipo de justificación”, asegura en la denuncia, y destaca disposiciones recientes de la Secretaría de Comercio Interior que ordenaron el congelamiento de los precios.
En el escrito detalló una serie de insumos sanitarios básicos como termómetros, barbijos, camisolines, guantes de látex, antiparras protectoras, alcohol en gel, hisopos, detergente desinfectante y limpiador, ventiladores, entre otros, para ser controlados.
Sobre los medicamentos, cita como fuente a la Federación de Obras Social del Personal de Dirección (FAOSDIR), que habló de una suba promedio del 17% durante marzo, aunque también menciona artículos periodísticos donde se habla de variaciones superiores al 300% en los precios de elementos necesarios para el cuidado del personal médico, de enfermería, administrativos y encargados de la limpieza.
La denuncia puntualiza el aumento del barbijo de alta eficiencia, denominado N95. “Entre enero y febrero de este año pasó de $118,15 a $343, es de $1,45 en marzo del año pasado a $7,19 en un año, registrando un incremento del 395% interanual, aunque el mayor salto (310%) ocurrió desde diciembre hasta ahora”, destaca la denuncia.
Aunque no menciona el caso, por la compra de 1.600 barbijos de la marca 3M a $3.000, un valor que supera ampliamente los valores de mercado pese a la crisis sanitaria, el Gobierno de la Ciudad decidió apartar a un funcionario del Ministerio de Salud. Esa compra ya se está investigando en el marco de la Justicia porteña.
La denuncia también menciona el aumento de los barbijos de uso corriente tanto en comercios como en plataformas online.
Por último, la presentación que hizo el fiscal de turno cita un artículo publicado en Infobae el 4 de marzo pasado sobre los aumentos de barbijos y del alcohol en gel.
Para Marijuan, los aumentos de estos insumos básicos podrían encuadrarse en los artículos 205, 239 y 300 inciso 1a del Código Penal.
El artículo 205, que estaba mencionado en el decreto que dispuso el aislamiento obligatorio, reprime con pena de seis meses a dos años a quien “…violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
En tanto, el artículo 239 del Código Penal establece que: “Será reprimido con prisión de quince (15) días a un (1) año, el que resistiere o desobedeciere a un funcionario público en el ejercicio legítimo de sus funciones o a la persona que le prestare asistencia a requerimiento de aquel o en virtud de una obligación legal”.
En la denuncia, Marijuan solicita una serie de medidas de prueba, como pedirle a la Secretaría de Comercio Interior que acompañe el listado de productores, distribuidores y comercializadores que compongan la cadena formadora de precios de aquellos productos identificados como “insumos críticos sanitarios” necesarios para mitigar la propagación del COVID-19 y para su tratamiento terapéutico y curativo.
También sugiere que el juez le solicite al Ministerio de Salud de la Nación un detalle pormenorizado de las adquisiciones de “insumos críticos sanitarios” que fueran obtenidos con anterioridad a la pandemia y aquellos adquiridos con posterioridad, para evaluar todos los precios.