El concejal Norberto Dávila expuso las limitaciones del sistema sanitario de Tolhuin, por lo que resulta esencial mantener las medidas de seguridad a fin de que no colapse. Atribuyó el logro de que no haya casos a la decisión de aislar la localidad y al compromiso de los vecinos con la cuarentena. Dio detalles del procedimiento con los camiones que llevan mercadería de otras ciudades, para preservar a los vecinos, y ahora se analiza la reapertura de comercios, con protocolos de seguridad.
Río Grande.- El concejal de Tolhuin por el partido Nuevo País, Dr. Norberto Dávila, dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre el logro de la localidad al no haber tenido ningún caso de coronavirus hasta el momento, y lo atribuyó a la restricción de ingreso y al compromiso de los vecinos con la cuarentena.
Además de ser concejal, Dávila integra el comité de crisis de la localidad y está desempeñando su tarea como médico en el centro asistencial, apoyando a los demás profesionales. “Desde el 15 de marzo se decidió formar este comité y la primera medida fue evitar el ingreso de la ciudad, porque teníamos cerca un fin de semana largo y Ushuaia era la más complicada por la gran cantidad de turismo que tuvo en ese tiempo. Desde ese momento venimos restringiendo el ingreso a la ciudad, tanto de vehículos como de personas de Ushuaia y Río Grande, y también evitando el egreso de vecinos de Tolhuin que tenemos la costumbre de viajar sobre todo a Río Grande a hacer compras o a Ushuaia como recreación. La idea era cerrar el pueblo para que, si aparecía algún caso, lo pudiéramos bloquear rápidamente”, dijo.
“También tuvimos un poco de suerte de que no haya entrado alguien infectado que pudiera contagiar algún ciudadano, porque hoy sería otro el panorama. Hubo una gran respuesta de la comunidad cuando se dictó la cuarentena. Esto ayudó mucho a que en esta comunidad que es chica no contemos con casos de COVID”, señaló.
La decisión de cerrar la ciudad no fue antojadiza, dado que tienen una afluencia de miles de vecinos de Ushuaia y Río Grande los fines de semana. “Hoy la ciudad tiene unos 7 u 8 mil habitantes de forma permanente, y hay 2 ó 3 mil que se mueven los fines de semana, que vienen de Ushuaia o Río Grande. Muchos tienen domicilio en Tolhuin, pero sabemos que viven en Ushuaia o Río Grande y tienen una casa de fin de semana”, indicó.
Reclamo de comerciantes
Con respecto al pedido de los comerciantes que quieren volver a abrir sus puertas, al no haber casos, informó que “este lunes hubo una reunión del comité y se habló de este tema, porque los comercios necesitan trabajar y se está viendo hacer la apertura sobre todo de las tiendas, los talleres mecánicos y gomerías que hasta ahora venían trabajando con vehículos oficiales, para que puedan hacerlo con vehículos particulares, además de otros rubros. Todo esto va a ser con un horario y un protocolo que se empezó a elaborar entre la gente de salud y el municipio, para que se mantengan las medidas de prevención”.
“Los aserraderos y la industria minera o turbera tuvieron autorizaciones desde el principio porque se tomaron como trabajos esenciales. Ellos están trabajando con un protocolo y un control de las fuerzas vivas, tanto de la policía como de la gendarmería. Los trabajadores tienen los permisos para ir a sus lugares de trabajo. Hay material que hay que sacar de la ciudad y muchas veces tienen que venir camiones de Ushuaia, de Río Grande o de Buenos Aires. Esa carga se hace desde la ruta y se evita el ingreso a la ciudad para hacer tareas que no sean necesarias, como ir a hacer compras. Es una de las cosas en las que se está trabajando porque hay camioneros que tienen domicilio en Tolhuin pero están trabajando de esta forma, y estamos buscando la forma de que puedan volver a sus hogares”, expuso.
Ante la llegada de camiones de afuera “se hace el control de documentación y de temperatura, como en todo el país, y cuando tienen que entrar a la ciudad para llevar mercadería sobre todo a los comercios más chicos, hay un primer control a la entrada de Defensa Civil. Ahí se hace la desinfección del transporte, se trata de que el chofer no baje de la unidad y la descarga la haga la gente del comercio”, explicó.
Plazo fijo para obras
También se lo consultó sobre el plazo fijo que tiene el municipio en el Banco Tierra del Fuego y recordó que “tiene que ver con la coparticipación que ingresa a través de la ley 1.300, que fue aprobada el año pasado, presentada por el legislador Ricardo Furlan, y es un 0,5% de la coparticipación de la provincia. Es una cuenta específica destinada a obra pública, obras de infraestructura, equipamiento de maquinarias y herramientas. Con ese dinero se había comenzado a trabajar en la refacción de una de las plazas, que hoy está parada por la pandemia. Para no perder rentabilidad frente a la inflación, se hizo este plazo fijo que es de 29 millones de pesos ahora. La ventaja de este plazo fijo es que permite ser usado en el momento que sea necesario. Si mañana hay que hacer alguna obra, se va directamente al banco y se retira el dinero”, aseguró.
En cuanto a la ejecución del presupuesto, dijo que “estamos trabajando con un reconducido y era una de las cuestiones a trabajar apenas empezáramos el año, pero nos encontró la pandemia y seguimos con el reconducido del año pasado, de unos 400 millones”.
Objetivos pendientes
Frente a la coyuntura actual se abrió un paréntesis a la planificación que se había puesto en marcha, en especial el ordenamiento de la entrega de tierras, que sigue siendo prioritario. “Todos saben que Tolhuin fue creciendo de manera muy desordenada y tenemos un gran trabajo por delante con la tierra fiscal, para ver cómo fue entregada. Hay tierras que se entregaron muy por fuera del ejido urbano y se requiere de una gran inversión para llevar la infraestructura de servicios. Este trabajo lo viene haciendo el equipo del gabinete de Daniel Harrington con la Secretaría de Planificación y Desarrollo Urbano, para ver hacia dónde vamos a seguir extendiendo la ciudad. El ejido quedó muy amplio y primero queremos ordenar lo que se hizo y continuar en forma ordenada”, sostuvo.
Salud endeble
Consultado sobre la infraestructura de salud, como entendido en la materia, la calificó de “endeble”, de allí el cuidado ante posibles contagios para que no colapse. “Hace mucho tiempo que Tolhuin está requiriendo infraestructura y recursos humanos para salud. Yo estuve en la dirección del centro asistencial en la gestión pasada y sé lo difícil que es traer profesionales a la isla. Uno tenía grandes esperanzas este año de poder trabajar junto con el gobierno provincial, lo habíamos hablado con el gobernador Melella y su equipo. Se había empezado a traer la parte de discapacidad que estaba faltando. Tolhuin está creciendo y la gente tiene necesidades y ojalá de a poco la salud vaya creciendo, podamos tener especialidades y estabilizar el sistema con las especialidades básicas, pediatría, clínica médica, gineco-obstetricia para que los chicos puedan nacer acá, y cirugía para el caso que fuera necesario”, dijo.
“Sabemos que la mayoría de los partos son naturales y seguros, pero que también hay complicaciones y tratamos de prevenir, porque ante una complicación en verano tenemos una hora hasta Río Grande y en invierno puede ser un poco más. Por eso los partos se hacen en Río Grande, pero Tolhuin cuenta con la posibilidad de atender partos. De hecho han nacido chicos y hace poco hubo un nacimiento en la ruta. Los chicos nacen y, si no da el tiempo, hay que hacer el parto en Tolhuin. Mientras no contemos con una infraestructura para atender las complicaciones, debemos tratar de que tanto la mamá como el bebé tengan la mejor atención”, planteó.
La falta de profesionales también afecta a la localidad y se agravó con la pandemia: “Antes de la pandemia teníamos médicos que venían en forma particular a hacer atención. Venían pediatras, traumatólogos, cardiólogos, y a su vez algunos médicos generalistas nos daban una mano en la guardia. Hoy tratamos de evitar que vengan médicos de Ushuaia o Río Grande para que no haya un motivo de infección y se está trabajando solamente con la gente del centro asistencial. Contamos con cuatro médicos en la guardia de emergencia que atienden patologías febriles o sospechosas de COVID, y otros cuatro médicos para la atención común de la ciudad. Yo estoy colaborando y también lo hace la Dra. Escobar, que es de ATE, y hay otra médica que viene colaborando en obstetricia y ginecología”, detalló.
“Tenemos dos habitaciones con dos camas cada una, hay otra cama en la sala de emergencias más una camilla, y en la zona verde tenemos armadas algunas camas, pero todas son de internación temporal. Nosotros no hacemos internaciones de más de 24 horas. Cuando se requiere más tiempo, derivamos al hospital de Río Grande o a alguna clínica. Nosotros no tenemos servicio de hotelería, no hay una cocina para servir la comida, así que las camas son para uso temporario. Hay dos respiradores de transporte y podemos tenerlos un rato en la sala de urgencias y trasladarlos a la ciudad de Río Grande para terapia de ser necesario. Tenemos un sistema endeble de salud y por eso trabajamos tanto para que no haya casos y no colapse el sistema”, subrayó.
Sesiones programadas
Por último se le consultó sobre la posibilidad de sesionar en caso de que el intendente requiera de herramientas urgentes. “Antes de que terminara el mes de marzo hicimos una sesión donde se aprobó la emergencia sanitaria, económica, financiera, tributaria, de la obra pública, y dimos todas las herramientas que pudiera necesitar el Ejecutivo en esta pandemia. Luego hubo un pedido del Ejecutivo para que se autorizara el plazo fijo y consideramos que era potestad del municipio, así que no fue tratado. Hay dos o tres temas más que pidió el Ejecutivo y en estos días veremos cómo los podemos tratar. Uno es una donación de un galpón de una fábrica de Ushuaia, que va a ser destinado a la Secretaría de Obras Públicas. Luego hay una ordenanza que sancionamos en enero para la compra de maquinarias en forma de leasing, donde quedó un punto no muy claro y tenemos que modificar un artículo. Si hay otros temas que son de necesidad del Ejecutivo, lo presentará en el Concejo. No son temas urgentes, salvo que la cuarentena se extienda, y lo ideal hubiera sido tener maquinarias antes de que empiece el invierno o el galpón para armarlo antes de la veda invernal. Se habló tanto de una sesión virtual como presencial. Somos cinco concejales nada más y podemos sesionar guardando la distancia, pero también se puede hacer en forma virtual. En la última sesión uno de los concejales no estaba presente y pudo participar por videoconferencia”, concluyó.