El presidente de la Asociación Rural de Tierra del Fuego hizo un fuerte llamado a la dirigencia política para no seguir demorando medidas urgentes, dado que las PyMEs pasaron de una situación grave a crítica, y “no se está evaluando el impacto social” que va a generar el quiebre. La actividad ganadera se viene desarrollando con relativa normalidad, pero Gliubich apuntó a la necesidad de levantar la mirada de la coyuntura y apurar la definición de la prórroga de la ley 19640, para dar previsibilidad a la industria. Advirtió que prácticamente ya no van a poder dar ni una garantía extendida a los productos que fabrican, porque el límite es el 2023, y “se está jugando con el futuro de mucha gente”. Instó a los gobernantes a tener “una mirada sistémica, integradora, que no sea solamente al sector de cada uno”, dado que observa a cada uno cerrado en su espacio y “cuidando lo suyo”.
Río Grande.- Fernando Gliubich, presidente de la Asociación Rural de Tierra del Fuego dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre la realidad del sector de producción primaria, pero también abrió la mirada a la falta de reacción de los gobiernos, tanto nacional como provincial, al impacto social que está generando la paralización de la actividad económica y la inexistencia de un plan que permita ver otro horizonte.
“Desde el punto de vista productivo nos encontramos bien y se puede decir que el sector ha trabajado de manera regular. Desde el punto de vista operativo tuvimos algunas complicaciones, más que nada por la circulación del personal. Hubo una serie de decretos, a nivel nacional y provincial, con autorizaciones para circular. Cuando empezó la cuarentena la gente estaba en los establecimientos rurales, pero al ir el fin de semana a ver a su familia o disfrutar del franco, tuvieron inconvenientes para poder regresar. Cada establecimiento optó por una cuarentena segura, por mantener a su personal como un círculo cerrado y una población estable, y muchos establecimientos inclusive llevaron a vivir a toda la familia del personal que estaba trabajando. Hasta la fecha se trabajó de una manera muy prudente”, señaló.
En cuanto a la comercialización, dijo que “se sigue desarrollando dentro de todo de una manera normal, porque se siguen alargando los plazos de pago, pero está bien dentro de toda la incertidumbre en materia económica que estamos viviendo. Los terneros que egresaron de la isla no fueron el mismo número que en años anteriores, y probablemente fue un 40 ó 50%, porque muchos ganaderos retuvieron esos terneros para esperar a que transcurra el invierno y ver si en la primavera se hace una re-cría o un ciclo completo, para venderlos como novillo o vaquillona. También tenemos en cuenta que los engordes en el continente hoy tienen un panorama de incertidumbre en el valor del grano, como puede ser el maíz. Ya estamos viendo estos últimos dos o tres años que el valor de referencia de la hacienda, del precio de Liniers está un 15 ó 20% abajo, con cadenas de pago a largo plazo”, planteó.
Agregó que “con todas estas restricciones, ha disminuido considerablemente la demanda de carne en el mercado doméstico” y, consultado sobre el stock de terneros, sumando los novillos y vaquillonas que hay en la provincia, “estaríamos hablando de un total de 13 mil animales anuales. Generalmente estos últimos años se iban de la provincia entre 7 y 8 mil terneros, y el resto queda en la plaza para faena doméstica. No todo llega en el mismo período a faena, pero más o menos la provincia con su producción abastece el 25% de la demanda”.
Mataderos operativos y sin COVID
Respecto de los mataderos, dijo que “están trabajando, con los cuidados que han llevado adelante en la faena, lo mismo el frigorífico privado. Ninguno ha tenido casos positivos de COVID-19 y eso permitió trabajar, con muchas restricciones de faena por el operativo del personal y porque hay cuestiones vinculadas con la logística de los animales faenados diariamente. El frigorífico de Los Jazmines tiene cámara de oreo y sala de frío, pero las dos plantas municipales de Río Grande y Ushuaia solamente tienen cámara de oreo, o sea que tenemos 24 horas para retirar las medias reses y eso requiere de una logística. Con todas las restricciones de movilidad y aislamiento se hace difícil. Los dos mataderos han trabajado, no con normalidad, pero sí con regularidad para cumplir con el servicio”, manifestó.
Aislamiento espontáneo
Sin que mediaran reglas específicas al inicio de la cuarentena, el sector rural tomó sus propias precauciones y tampoco registra casos. “Lo que recomendamos a cada uno de los estancieros cuando comenzó la cuarentena, en los primeros 20 días aislamiento, fue que si alguno bajaba a la ciudad y estaba en contacto con la comunidad, porque iba al supermercado por ejemplo, esa gente permaneciera en la ciudad y no regresara al establecimiento. Esto se cumplió los primeros 25 días y después empezaron a primar otras cuestiones, por obligaciones que tiene cada sector. El primario fue exceptuado en el decreto, por lo que se podía trabajar, y además hay tiempos biológicos y uno no puede esperar a que se levante la cuarentena para producir, porque la gente necesita alimentación”, subrayó.
En cuanto al tránsito por la ciudad y la zona rural, indicó que “los trabajadores tienen un permiso para circular porque están exceptuados por el decreto nacional y además tienen una autorización provincial”.
Demoras en Río Gallegos
Por otra parte, se le consultó sobre el malestar en la zona de Río Gallegos, que está provocando demoras en el arribo de camiones, que traen mercadería con cadena de frío y también llevan ganado en pie. “En la frontera fueguina no hubo incidentes y los controles siguen con normalidad. El problema con la logística en Monte Aymond es que aparentemente hay un solo fiscal habilitado en Río Gallegos, y hay un flujo diario de cien camiones que permanentemente ingresan a la provincia, más de la mitad con alimentos, tanto secos como con cadena de frío. El punto que nos atañe es la demora que sufren los camiones, porque aparentemente hubo un incremento importante en las fiscalizaciones, porque no solamente hay hacienda en pie sino perecederos que están en tránsito a la provincia”, expresó.
La crisis que no ven
En otro orden de cosas, y yendo más allá de la realidad del sector rural, se le consultó a Gliubich sobre la falta de debate de proyectos que permitan asistir al sector privado. Hasta ahora hay dos presentados, por la UCR y el MPF, pero no hay novedades de una iniciativa que viene prometiendo el Ejecutivo. “Desde el bloque radical fui consultado como presidente de la Sociedad Rural, tanto por el senador Pablo Blanco como por los legisladores Liliana Martínez Allende y Federico Sciurano. Hemos intercambiado algunos documentos desde que comenzó la cuarentena, mantuvimos varias reuniones por Zoom, y contribuimos a un diagnóstico un poco más nutrido de la situación, además de tratar de vislumbrar cuál va a ser el escenario”, informó.
“Somos conscientes de que hay muchas cosas que van a cambiar en el mundo después del COVID-19. Después de las guerras y las grandes pandemias de la humanidad, una de las cosas que cambió fue el ahorro, otro aspecto es la cadena de suministros y va a haber temas vinculados con inocuidad, con bienestar animal. Los mercados van a tener más exigencias no sólo del punto de vista sanitario sino en varios aspectos que hacen a la producción. El trabajo va a ser más flexible y quizás muchos no van a regresar a su lugar laboral y van a mantener el trabajo online desde su casa. Los viajes de negocios se van a restringir, la venta minorista va a cambiar porque ya hoy tienen 3 millones de empleados pero hay nuevos hábitos, se va a profundizar la digitalización de la economía y la adopción de nuevas tecnologías. Estas son cosas que han venido a quedarse después de la pandemia”, avizoró.
Puertas adentro de la provincia, no se ve ninguna reacción para adecuarse a esta nueva realidad: “Yo no vislumbro de qué manera el Estado provincial va a llevar adelante un proceso de reconversión productiva y de reactivación económica, si no es a través de la obra pública y de la prórroga de la ley 19640. Si no se prorroga la ley, va a ser muy difícil reactivar la actividad económica. La industria electrónica empleaba entre 14 y 16 mil personas y hoy estamos hablando de una cuarta parte. Si no se prorroga la ley y no reactivamos el turismo, no tenemos muchas opciones para captar recursos, y la reactivación del turismo no está próxima”, sostuvo.
“Hay que generar incentivos y Tierra del Fuego no se puede comparar con el resto de Argentina, porque como país necesitamos generar incentivos fiscales pero Tierra del Fuego ya los tiene. Lo que necesitamos es marcar un rumbo y definir cuatro o cinco ejes estratégicos para trabajar. El desarrollo de nuevas tecnologías es una industria que podemos radicar perfectamente y la prórroga de la 19640 es imperiosa, porque necesitamos reactivar el sector industrial. Salvo Radio Victoria, que tiene un 30% de capitales chinos, el resto son empresas de capitales argentinos, y necesitamos reactivar la industria fueguina para generar trabajo genuino. Hoy el horizonte es 2023 y necesitamos un horizonte a 30 años”, planteó.
“No nos puede llevar tanto tiempo esta discusión –enfatizó-. En Tierra del Fuego deberíamos ser Las Vegas y tener un montón de posibilidades que todavía no desarrollamos, pero mientras tanto necesitamos darle previsibilidad al sistema productivo. Por ejemplo, todas las fábricas necesitan extender un certificado de garantía por los productos que se venden y hoy no lo pueden dar más allá de 2023”, dijo como ejemplo concreto de un impacto en la venta de productos en la cadena minorista muy anterior al vencimiento de la ley.
“Esto quiere decir que no se van a renovar los contratos y después cuesta recomponer y volver a ganar mercado. Estamos jugando con el futuro de mucha gente y seguimos hablando de lo mismo”, cuestionó.
“Yo no veo que desde el gobierno provincial se hagan eco, me parece que está todo muy cerrado y cada cual está cuidando lo suyo. Hay muy poca dirigencia que tenga una mirada sistémica del problema que estamos atravesando. Ya tenemos el 50% de las pymes muertas y, si esto no se reactiva económicamente, el resto se va a morir a la brevedad y nadie ha dimensionado el impacto social que va a tener esto”, alertó.
“Hay muchas medidas a nivel provincial y nacional donde no se está dimensionando esto. En julio de 2019 la Argentina entró en un tratado con la Unión Europea y uno de los mercados más importantes que había ganado Argentina era el biodiesel, con una exportación superior a los 900 millones de euros. Nuestro socio más importante es Brasil y no estamos muy aliados. Eso se lee en el comercio exterior. El default de la deuda va a traer dificultades a las empresas y al sector privado para acceder al crédito”, adelantó de lo que vendrá luego del coronavirus.
Sin sesiones ni diálogo
Lo cierto es que no hay ninguna fecha cierta de una sesión para tratar alguna herramienta y desde la Legislatura siguen esperando al Ejecutivo. Según Gliubich desde el gobierno “no hay un diálogo fluido ni convocaron nunca a la Multisectorial, como si pudieran hacer lo que quieran durante cuatro años. A mí me enseñaron que eso no es la democracia. Si me llaman, por supuesto voy a colaborar. Es importante una mirada sistémica, integradora, que no sea solamente al sector de cada uno. Es imperioso llamar al diálogo, porque la situación dejó de ser angustiante y es crítica. Las medidas que han sacado tanto el gobierno nacional como el provincial no llegaron a todas las pymes. La banca tardó 20 días después de los anuncios en instrumentar los mecanismos financieros para habilitar a las pymes, teniendo todo reglamentado, y están pidiendo cosas que no se corresponden con esta situación extraordinaria”, cuestionó.
“Desde ya que esta pandemia va a generar más inequidad en el mundo y en nuestro país vamos a tener una desigualdad muy grande. Hay mucha gente que estaba en la clase media y no sigue estando de la misma manera, por esto tenemos que reactivar las economías regionales y de a poco empezar a levantar el salario, retomar las clases y la actividad. Ya tenemos la posibilidad de comprobar lo que se hizo en el resto del mundo y adoptar esos mecanismos”, concluyó.