«Nosotros hemos hecho una oferta, esa es la oferta que podemos hacer. Si hay una contraoferta, cuéntenmela por no la conozco», dijo el Presidente. Se mantiene la mesa de negociación.
Buenos Aires.- Tras el fracaso del primer canje de renegociación de la deuda externa (cuyo vencimiento fue el viernes pasado), en el mercado se abrió la expectativa a un posible arreglo durante la prórroga dispuesta por el Gobierno nacional hasta el 22 de mayo venidero. Hasta el momento los acreedores no han hecho llegar una contrapropuesta a la Argentina, según señalaron fuentes de los bonistas a Ámbito, aunque se espera que la concreten próximamente.
“Nosotros hemos hecho una oferta, esa es la oferta que podemos hacer. Si hay una contraoferta, cuéntenmela por no la conozco, dijo el presidente Alberto Fernández.
“Si veo que hay una contraoferta razonable no tengo ningún empacho en verla. Pero por favor, hemos hecho una oferta, y lo único que tenemos hasta ahora es silencio”, enfatizó el primer mandatario en declaraciones radiales. Para luego aclarar que “´seguimos dialogando, seguimos negociando, pero por favor hagan una contraoferta y después veremos”.
En tanto, circulan distintas versiones en cuanto a la posibilidad de un entendimiento entre el país y los acreedores. Para algunos, tras la magra aceptación de la propuesta argentina por parte de los acreedores (resultado que todavía no ha difundido el Ministerio de Economía), para llegar a un acuerdo el ministro de Economía, Martin Guzmán, debería “rendirse a los principios que gobiernan en Wall Street» y hacer una mejora sustancial en la oferta, del orden del 50% hasta llevar la paridad de los bonos a cerca de 60% (calculando un éxito yield de 10%).
Pero no parecería ser ésta la impresión dominante entre los analistas. Fuentes cercanas a los fondos de inversión han dejado trascender que en una paridad en torno de 52 a 54% podría llegarse a un “deal” (trato). De ser así, sería una posición no lejana del valor cercano a 48% al que podría estar dispuesta la Argentina, de acuerdo a lo que circuló en fuentes cercanas al Palacio de Hacienda.
En lo inmediato las conversaciones continúan aunque, también dejaron trascender los bonistas, no al ritmo que querrían ya que observan al ministro “hablando mucho pero menos proactivo al momento de intentar una solución”.
Efectivamente, en los últimos días Guzmán formuló diversas declaraciones en las se mostró a favor de lograr un entendimiento, siempre que se mantenga el principio de “sustentabilidad” de la deuda, es decir que el país pueda hacer frente a sus compromisos sin comprometer su crecimiento futuro.
Es sabido que la relación entre Guzmán y los bonistas no atraviesa un buen momento y esto explicaría que el propio Presidente admitiese que no el Gobierno no ha recibido una contrapropuesta. Para enfatizar este concepto el jefe de Estado afirmó: Mientras no hay contraoferta no va a haber modificación de nuestra oferta. El deseo es no defaultar”, al tiempo que advirtió que “pero en la medida de lo que Argentina pueda pagar”, concluyó sobre este tema Alberto Fernández.
Amigos
Kristalina Giorgieva, la titular del Fondo Monetario Internacional volvió a formular declaraciones apoyando tanto al gobierno argentino como a los esfuerzos por renegociar la deuda, aunque reiteró que el organismo no participa directamente. “Es una tradición de larga data que el FMI no sea parte de ninguna discusión al respecto. Es entre Argentina y sus acreedores”, precisó y agregó “lo que hemos declarado claramente es que la deuda no es sostenible. Y es de interés para todos que Argentina avance hacia la sostenibilidad de la deuda”.
Tras aclarar que el programa stand by suscripto por el Fondo con la Argentina sigue vigente, Giorgieva dio un nuevo espaldarazo a la gestión del presidente Alberto Fernández al señalar que “lo que veo en Argentina es en realidad un gobierno que quiere hacer lo correcto por su propia gente y por su papel en la región y la economía mundial”.
Por su parte, el Presidente destacó que “con el Fondo estamos trabajando muy bien. Es gente que lee con sentido común la economía», al tiempo que cuestionó a la anterior gestión del FMI al decir «lo que no era serio era prestarle a un Gobierno que sabía que no podía pagar»
De esta forma, el Fondo sigue apuntalando desde un costado la negociación entre los acreedores y el país, pero no ha dado ninguna muestra de disposición a otorgar un trato especial al país, como alguna plantearon desde la Argentina. Se trata de una nación calificada como “defaulteadora serial” que además dejó expuestos los errores de las políticas recomendadas por el Fondo.
A lo sumo, el organismo internacional podría llegar a ser un poco más “benigno” en sus recomendaciones, como hizo durante el anterior gobierno de Mauricio Macri, señalan en Washington.
Volviendo al frente local, y tras el alejamiento de Lisando Cleri de la dirección de la Unidad de Gestión de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Externa (manejará el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de ANSES) se comenta que nuevas “internas” se han desatado en el Palacio de Hacienda. Específicamente, señalan que sería la intención del secretario de Financiamiento, Diego Bastourre, ubicar a tropa propia en las segundas líneas de dicha Unidad.