El ex presidente del Banco Tierra del Fuego e integrante de la Cámara de Comercio confía en que se dinamice el otorgamiento de créditos bancarios, una vez aprobada la ley de emergencia, y que esta misma semana se puedan conocer las distintas líneas que estarán disponibles. Observó que el otorgamiento por lo general no es dinámico y la situación se complica por las restricciones de la pandemia, pero la necesidad es urgente. También tuvo en cuenta la dificultad del Ministerio de Producción para manejar el nivel de colocaciones de la asistencia no bancarizada con el escaso personal operativo. Respecto de la posibilidad de la tasa cero, no la consideró viable para la entidad, porque no se ha resuelto la inflación e implicaría una pérdida importante.
Río Grande.- El contador Gabriel Clementino, ex vicepresidente del banco Tierra del Fuego e integrante de la Cámara de Comercio de Río Grande, fue consultado por Radio Universidad 93.5 sobre la aprobación de la ley de emergencia y la necesidad de una respuesta urgente del Estado, que todavía no ha definido las líneas de crédito que se van a ofrecer.
Como comerciante en el rubro de panaderías, en primer lugar se le consultó sobre su sector, y dijo que “la logística funcionó bien, no hubo problemas de abastecimiento en ningún rubro alimenticio, y también el consumo ha caído en todos los rubros. La gente al tener más tiempo, termina haciendo más cosas en la casa, pero el problema es la caída de poder adquisitivo, que ya venía de antes, y la falta de circulación porque esto implica que no hay movimiento en el comercio”.
“El tema del comercio es preocupante. Están los que han podido abrir y los que todavía están esperando poder hacerlo, como la gastronomía y la hotelería, pero a todos nos ha pegado porque la situación no venía bien y ya teníamos muchos comercios en rojo. Para muchos esto fue un knock out”, aseguró.
“Es un momento en que hay que estar calmos, tratar de ser positivos y no tener reacciones irresponsables. Los planteos de los comerciantes en la Cámara han sido permanentes y hemos tratado de construir, buscando atender situaciones particulares. Las relaciones laborales es uno de los grandes temas, y no es lo mismo el comercio que pudo abrir y llegó a cubrir costos, el que pudo recibir los ATP, de los que no. Hubo un nivel bastante abarcativo de la asistencia con ATP, pero esto también depende de la regularidad en que estén los negocios, porque esto implica tener sueldos en blanco. Los que tienen servicios facturados o trabajos eventuales no regularizados, no tienen acceso a los ATP”, sostuvo.
“El 60% de las pymes no tiene acceso a créditos bancarios por problemas de registro, de blanqueo de la actividad, por estar en situación de riesgo, con problemas de cartera, y no pueden ser calificados. Es muy difícil que el sistema financiero pueda dar una asistencia en estos casos. Además falta dinámica de la asistencia, por los mismos problemas operativos de los bancos, de la AFIP, del PAMI, los municipios y el propio gobierno. Las actividades no están funcionando como deben funcionar y de por sí la dinámica de los bancos era lenta. A nivel país el banco puede llegar al 45% de las pymes porque el nivel de irregularidad es muy alto. En Tierra del Fuego tenemos un nivel de trabajo en blanco que duplica el del resto del país, y lo mismo ocurre con el nivel de facturación, al no pagar Ganancias. El único impuesto es Ingresos Brutos, por lo tanto el blanqueo de la actividad es bastante real”, afirmó.
Aplicación demorada
Respecto de la ley que prevé la capitalización del banco para otorgar créditos, entre otras medidas, consideró que “hay que ver cuál es el plan de negocios del banco, porque eso no se ha dicho. La capitalización debe tener un porqué. Si va a ser para expansión de créditos, es importante porque se puede expandir la cartera en 700 millones. También se plantea el subsidio de tasas por la ley de emergencia. Hay personas que va a asistir el banco, y por lo que conversé con el vicepresidente Daniel Peralta, están trabajando en la implementación de las líneas. Esperamos tener una respuesta concreta esta semana sobre las líneas para capital de trabajo, para pago de sueldos y las distintas situaciones que se han dado en esta pandemia”, reclamó.
Recordó que de la gestión anterior el capital que quedó “estaba en el orden de los 2.200 millones, que era el patrimonio neto. De eso se han distribuido al tesoro unos mil millones, el año pasado estaba en el orden de los 770 millones y quedaba hacer los ajustes por inflación de acuerdo a las normas nuevas, que podría rondar en los 200 millones distribuibles. Hasta agosto del año pasado entre banca empresa y banca consumo estábamos entre los 170/180 millones por mes. A partir de agosto, con la gran devaluación, hubo un default tácito y tuvimos que bajar el nivel de oferta para que el banco tuviera liquidez, dado que el gobierno tiene más del 60% de las cuentas depositadas. El revolving se usó hasta diciembre de 2015 y después ya no, se trabajó financiándose con el FUCO, dentro de los límites que plantea. Pero el revolving está a disposición y se puede usar hasta el 25%, que son entre 500 y 600 millones de pesos. Esto también tiene un costo porque es como un descubierto y se tiene que devolver cada 30 días, pero es una herramienta que se puede utilizar”, dijo.
“Los indicadores del banco son buenos en nivel de liquidez, de mora, que es una de las más bajas del sistema financiero. Por supuesto una capitalización ahora le da más espalda. El capital quedaría en 3.200 millones aproximadamente y le subiría 250 millones al revolving, pero creo que es una herramienta que todavía no se ha usado”, barajó.
Reiteró que desde el sector privado “estamos a la espera de las posibilidades de las líneas de crédito. Todo el sector productivo lo está esperando porque va a permitir cubrir baches financieros”, al tiempo que descartó la factibilidad de una tasa cero. “Eso lo tendría que responder la gente del banco, y hay que ver la combinación de las distintas líneas que se tiene. Hay una línea muy ventajosa, muy subsidiada, pero está compensada con la ganancia de otras líneas. Si todas las líneas están subsidiadas, nos vamos a encontrar ante un caso de pérdidas. Hay que tener en cuenta que el BTF tiene un nivel de costo operativo mucho más alto que otros, porque se paga el 100% de zona. El nivel de salarios está en el orden del 64% de todos los costos, y es muy alto”, señaló.
“No se puede perder en todas las líneas. El BTF es el que menos tasa tiene, el que más ventaja tiene para pymes, en líneas de crédito para empleados públicos, y es muy difícil sostener este negocio si se subsidian todas las líneas. Además el banco no puede dar tasa cero, porque la inflación está en el orden del 48 ó el 50%, y primero hay que salir del proceso inflacionario. Ya está dando tasas al 24%, porque están subsidiadas. Veremos las distintas alternativas que se van dando”, dijo.
Finalmente advirtió dificultades para “la otra parte de la ley, que tiene que implementar el Ministerio de la Producción. El sector turístico está muy necesitado, no por esta pandemia sino por lo que viene, y hay que ver cómo lo van a implementar, porque con dos o tres personas no se puede manejar un nivel de colocaciones de 500 ó 600 millones de pesos”.