El giro en la cuestión Malvinas que adoptó el Gobierno al principio de su gestión y que impulsó con fuerza en los últimos días anula en los hechos algunos puntos de la declaración conjunta que la Argentina y el Reino Unido firmaron en 2016, en los albores de la presidencia de Mauricio Macri.
Buenos Aires.- El envío al Congreso del proyecto de ley que prevé aumentar sustancialmente las sanciones a los pesqueros que realicen actividades ilegales en aguas argentinas, alrededor del archipiélago, deja obsoleto uno de los puntos del comunicado que firmaron en su momento el ex vicecanciller argentino Carlos Foradori y su par británico, Alan Duncan. Se trata de un golpe directo a una actividad que es central en las islas, que en 2019 representó 23.640.860 millones de libras, unos 29.370.000 de dólares, en concepto de venta de licencias de pesca.
En sentido contrario a la declaración con la que el macrismo buscó relanzar la relación bilateral con Londres más allá de la disputa por soberanía, el canciller Felipe Solá y el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus, impulsan tres proyectos de ley vinculados con las islas, entre los que figura una actualización de las multas a la pesca ilegal previstas en la ley 24.922, de 1997, por considerar que las sanciones vigentes no terminan por desalentar la actividad en la región.
«La multa más baja será de un equivalente a 300 mil litros de gasoil, más el valor de toda la pesca que haya en la bodega, más lo que sería el gasto de acarreo hasta el puerto más cercano en la costa», adelantó Solá en una entrevista que brindó a la señal A24.
La pesca es uno de los principales ingresos a la economía de las Malvinas , cuya administración entrega licencias a pesqueros de otros países para trabajar en la zona. De aprobarse las nuevas multas, el sector podría verse afectado.
La iniciativa afecta el punto de la declaración de 2016 que establece que la Argentina adoptará «las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos».
El Gobierno promueve también cambios en otros puntos de la declaración conjunta, como en el intercambio de información. Si bien se mantendrá la vinculación en el ámbito científico, Buenos Aires dejará de brindar datos relacionados a la pesca.
«Todos los años debíamos intercambiar información, entre otras cosas, sobre pesca. Era para demostrar que la Argentina se llevaba bien con el Reino Unido y que no interrumpiría el desarrollo de las islas. Decidimos suspender el intercambio de información y no les vamos a informar más cuánto calamar tenemos: cuando les dábamos información a ellos les estábamos diciendo cuántas licencias de pesca podían dar los que usurpan las islas», dijo Solá.
Asimismo, está en revisión el apartado del comunicado en el que ambos países se comprometen a «fortalecer la relación entre las dos Fuerzas Armadas».
Sin el Congreso
En el Gobierno aseguran que no es necesario pasar por el Congreso para avanzar en estas medidas, pues el comunicado de 2016 no se trató en el Parlamento.
Sin embargo, el comunicado conjunto, que está por cumplir cuatro años y que en su momento despertó un fuerte rechazo del kirchnerismo, no sufrirá modificaciones en otros puntos, como el compromiso bilateral para avanzar en la cuestión humanitaria. Ese punto fue el que agilizó la misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en las islas para identificar los cuerpos de los soldados argentinos enterrados en el cementerio de Darwin.
Tampoco habrá modificaciones -«por ahora», dicen en la Cancillería- en el esquema de vuelos comerciales desde y hacia el continente, que se amplió el año pasado con la incorporación de una nueva ruta. La conexión aérea es uno de las preocupaciones permanentes de los isleños.
La oferta actual está compuesta por vuelos operados por las filiales de Chile y Brasil de Latam, que unen las Malvinas con esos dos países con escalas mensuales en Río Gallegos y Córdoba. El anuncio de Latam Argentina de abandonar las operaciones en nuestro país no influiría, en principio, en las rutas operadas por las otras filiales.
Por su parte, no se prevén cambios en la intención de aumentar el vínculo comercial y cultural.
Alberto Fernández suma veteranos a estrategia sobre Malvinas
El presidente Alberto Fernández anunció en el Día de la afirmación de los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, el envío al Congreso de tres proyectos de ley con el objetivo de reafirmar y darle estatus de política de Estado al reclamo argentino de soberanía, además de proteger los recursos naturales nacionales. Dos de ellos ingresaron ya al Senado, el que propone la creación del Consejo Nacional Asesor de Políticas Sobre Malvinas, y el que establece la nueva demarcación del límite exterior de la plataforma argentina más allá de las 200 millas que busca afianzar la soberanía argentina sobre las aguas del Atlántico Sur, las Islas Malvinas y su espacio marítimo circundante.
La creación del Consejo Nacional Asesor de Políticas sobre Malvinas que gestionará bajo el mando del Presidente, dio por primera vez entrada a los veteranos de guerra a un espacio de máximo nivel de decisión política. Comparten la posición con integrantes de peso: el ministro de Relaciones Exteriores, el secretario de Malvinas de la Cancillería, un senador y un diputado designados por cada uno de los tres bloques con mayor representación parlamentaria, el gobernador de Tierra del Fuego, dos especialistas en derecho internacional y tres representantes del sector académico y científico de reconocida trayectoria en la materia.
El objetivo del Consejo en pocas palabras será formular y sostener políticas de Estado a mediano y largo plazo acerca del escenario del Atlántico sur. Se propone llevar adelante de manera consensuada la elaboración del sustento de la posición argentina en la disputa con el Reino Unido en su aspecto geográfico, ambiental, histórico, jurídico y político y, obvio, que sea finalmente una política duradera a distintos gobiernos. Podría esperarse que queden de lado los barquinazos de antaño, ese penduleo entre el hielo bilateral con el Reino Unido y la sobreactuación amistosa, posturas que debilitan por igual el interés del país en la cuestión del Atlántico sur.
La mesa de unidad integrada por la Confederación de Combatientes de Malvinas de la República Argentina, entidad que nuclea agrupaciones de 20 provincias y la Carpa Verde, línea Nacional, elevó una postulación al presidente Fernández con copia al canciller Felipe Solá. La carta dice:
“Aplaudimos y agradecemos la inclusión, en la mesa donde se genera políticas sobre Malvinas, a un protagonista del conflicto bélico, llevado a cabo en 1982, y entendemos que ese integrante debe contar con la genuina representación del conjunto de las organizaciones legalmente constituidas y refrendadas por los organismos que corresponden a cada provincia”.
“En la Comisión se encuentran los actores más representativos, que fueron elegidos mediante el voto democrático y de forma federal, que constituyen a nuestras provincias, por tal motivo, creemos e impulsamos que el integrante representativo, de forma natural, definida y lógica, es el actual presidente de la Comisión Nacional de Excombatientes de Malvinas de la República Argentina, VGM Adolfo Schweighofer”.
La Comisión Nacional de Excombatientes de Malvinas fue creada en 1994 para canalizar y resolver las problemáticas de los veteranos de guerra, está en la órbita del ministerio de Interior. Schweighofer llegó a la presidencia de la Comisión Nacional luego de una elección celebrada entre todas las agrupaciones de veteranos de las distintas provincias. Pertenece a la región Litoral, es oriundo de la provincia del ministro de Defensa Agustín Rossi, Santa Fe. Perteneció a la tripulación del destructor ARA Piedrabuena enlistado como conscripto de la clase 1962.
Sobrellevó como tantos el estrés de combate en aquella jornada del 2 de mayo cuando los torpedos del submarino británico HMS Conqueror hundieron al crucero ARA General Belgrano. El destructor Piedrabuena navegaba junto al Belgrano y al destructor ARA Bouchard, los tres navíos integraban el grupo de tareas 79.3. El Piedrabuena y su tripulación se convertirían poco después en los primeros en comenzar el rescate, salvaron 273 marinos del ARA General Belgrano.