Se trata de un grupo de empresarios autoconvocados que nuclea a un tercio de la mano de obra ocupada. Si bien no adelantaron las herramientas que van a proponer al gobernador Melella, se inclinarían por una especie de ATP provincial dado que es imposible que los privados sigan tomando créditos, al haber superado su capacidad de endeudamiento. De retomar la actividad en diciembre, calculan que tendrán que trabajar un año y medio para recuperar las pérdidas, si es que no se vieron forzados a cerrar. En condiciones normales, la rentabilidad ronda “entre el 8 el 12%” de la facturación total, por los costos fijos que deben afrontar entre sueldos, impuestos, servicios, y alquileres que van de los 400 mil al millón y medio de pesos en la capital fueguina. A marzo del año pasado la mano de obra ocupada era de 5.500 y se han perdido casi dos mil puestos de trabajo. Los que quedan, cobran el 75% del sueldo, sin las propinas que son un ingreso importante, y deben enfrentar la caída del poder adquisitivo por la inflación. La prioridad es garantizar la estabilidad y “tranquilidad de nuestra gente”, dijo Walter Agra.
Río Grande.- Un grupo de 70 comerciantes del rubro gastronómico reclaman al gobernador que los atienda y ayer publicaron una solicitada haciendo público este reclamo.
Walter Agra dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre esta decisión de mediatizar el pedido, al no haber obtenido respuesta. Se trata de empresarios de Tolhuin, Ushuaia y Río Grande, que concentran un tercio del personal ocupado.
“A marzo del año pasado la cantidad de empleos registrados rondaba los 5.500 en la provincia y la cifra se derrumbó a 3.500 con la pandemia. La situación es caótica y agosto va a ser un mes bisagra. Se han perdido dos mil puestos de trabajo en blanco y estamos tratando de subsistir. La gente está pasando un muy mal momento y no alcanza con el ATP que paga el gobierno nacional, más el complemento nuestro del sueldo. Más allá de la depreciación del dinero en estos meses, la gente se ha comido sus ahorros. Nuestros empleados están pasando necesidades complejas y en Ushuaia la economía pasa por el peor de sus momentos”, dijo.
Aclaró que son autoconvocados pero no se han separado de la Cámara que los nuclea. “La Cámara Gastronómica-Hotelera nos representa en la provincia y nos debemos a nuestra cámara y la respetamos como tal. Lo que pasa es que los gastronómicos nos hemos encontrado con que la cámara no está haciendo lo suficiente como para llevarnos a buen puerto en estos meses difíciles”.
“Desde el gremio gastronómico nació la iniciativa de convocarnos, de hacernos conocer entre nosotros y armamos este grupo para ayudar a que esto tenga un mejor final, pero no estamos separados de la cámara ni vamos a hacer una segunda cámara como se está diciendo. Esto no es una cuestión política sino que intentamos defender los puestos de trabajo”, subrayó.
Menos ayuda nacional
Agra indicó que “los ATP van bajando porque es un promedio de los meses trabajados. Al no tener facturación ni ventas, el empleado no tributa y el ATP baja. El que está soportando prácticamente todo el sueldo del empleado somos nosotros mismos. La situación no es buena, estamos pasando el peor de los momentos porque no son solamente los empleados, tenemos que pagar luz, alquileres, impuestos, SADAIC, y nadie se bajó. El sindicato nos está dando una mano para los compañeros, pero el banco no, y no hay más capacidad de endeudamiento”.
“Los precios de los alquileres son muy altos, aproximadamente un local en galería San Martín en promedio está en los 400 mil pesos mensuales. Yo tengo alquileres por encima del millón de pesos mensuales. Un local sobre avenida San Martín arranca en los 150 mil pesos y puede llegar hasta el millón y medio de pesos por mes. A eso hay que sumar todos los impuestos y servicios. Están los contratos de alquiler que sostienen estos dichos”, aseguró.
También destacó que “todos los propietarios de los locales se han solidarizado con el sector, sin pedírselo, y nos han bajado el 50% de alquiler, que es mucho. En nuestro caso uno de los propietarios nos condonó el alquiler y fue un buen gesto de su parte. Conozco muchos casos que han llegado a arreglos de ese tipo y los propietarios han acompañado la situación. El ser humano normal, que sabe que tiene que ayudar, ayudó”.
Trabajando a pérdida
Con las restricciones actuales, los locales están abiertos pero trabajan a pérdida. “La rentabilidad de un restaurant oscila entre el 8 y el 12% de su facturación. Una vez pagados sueldos, mercaderías, impuestos, alquileres, servicios, de nuestra facturación con suerte nos queda entre un 8 y un 12%”, dijo.
Con tan bajo porcentaje de rentabilidad sobre la facturación total, en estos meses de paralización, sin facturar, la situación es extremadamente gravosa. “Un negocio cerrado tiene una pérdida en su facturación por gastos fijos de casi un 60%, sumando empleados, alquileres, servicios, impuestos. Lo que se ahorra es la compra de mercadería al estar cerrado”, explicó.
“El problema es más profundo, porque hay proveedores que se están fundiendo, emprendedores unipersonales, guías de turismo que se están fundiendo, y es gente que no está recibiendo ni un ATP. La gente no trabaja y no puede recibir dinero”, planteó.
Impuestos y servicios
Consultado sobre la reducción de impuestos, dijo que “la Municipalidad de Ushuaia durante un mes y medio nos bajó el 50% de los impuestos. Por intermedio del intendente Vuoto la municipalidad siempre está presente para darnos una mano y ver cómo podemos seguir. La municipalidad acompañó al gobierno en la aprobación de la famosa ley de emergencia, que ha destinado más de mil millones a capitalizar el banco y generar fondos para subsidios, pero ya pasaron 90 días y no hubo ningún tipo de ayuda económica del gobierno”, advirtió.
“Toda la parte hotelera y gastronómica a esta altura está totalmente tomadas por créditos en entidades bancarias y nadie soporta un crédito más, porque no lo van a poder devolver y eso termina en una quiebra. En la parte financiera nadie más va a poder tomar un crédito, porque no está en condiciones de pagarlo. A esta altura mucha gente está endeudada en más de un crédito para sueldos y para cargas sociales, donde se está pagando menos pero cuesta estar al día”, expresó.
“El gobierno tiene una herramienta para darnos una mano con los subsidios, pero no tenemos una respuesta. Nosotros el 2 de julio, hace más de un mes, presentamos una nota por mesa de entradas a Casa de Gobierno pidiendo una reunión con el gobernador, que en un mes no nos pudo atender ni llamarnos para decirnos por lo menos cuándo nos podríamos reunir. Por eso surgió esta solicitada y, si esto continúa, tendremos que recurrir a los medios nacionales”, adelantó.
“Hay varias propuestas y no todas pasan por el dinero, que pueden ayudar mucho a la gente que lo está pasando mal. Yo preferiría plantear estas herramientas primero al gobernador, que son muy buenas y luego pueden ser utilizadas por otras personas”, dijo de las propuestas que prevén elevar.
“Nosotros somos 70 empresarios, entre ellos varios de Río Grande que la están pasando muy mal. Ninguno ha tenido contacto con las autoridades en estos últimos 30 días. Esto no es política para nosotros y queremos una solución que solamente la puede dar el gobernador. Queremos explicarle las herramientas que proponemos para que vean si son aptas, y ayudarnos entre todos”, remarcó.
“Estas 70 empresas comprenden el 33% de los empleados registrados que quedan, porque tenemos 2.200 empleados aproximadamente. Estamos en contacto con los colegas Río Grande porque hay una gran preocupación y la municipalidad no ayuda mucho con las inspecciones, que son muchas”, observó.
Delivery inviable
Respecto de la alternativa del delivery, la descartó por varias razones. “Es contraproducente, primero no funciona, y puede dar entre un 2 y un 4% de lo que está acostumbrado a facturar un comercio. Además es contraproducente porque estamos matando a nuestros colegas menores, que son las rotiserías. Si salimos a hacer delivery como restaurantes, la poca plata que pueden recibir las rotiserías, se la estamos sacando, y no ganan ni ellos ni nosotros. No es bueno el delivery dentro de la estructura de negocio”, dijo.
Idas y vueltas del gobierno
También cuestionó “las idas y vueltas del gobierno con respecto a la pandemia. Me parece perfecto que se cuide a la ciudadanía, pero las idas y vueltas asustan mucho a la gente. Nosotros veníamos de un mes y medio de abrir nuestros negocios a pérdida, porque hoy estamos totalmente a pérdida estando abiertos, pero también ayuda a que nuestra gente no se enferme mentalmente. Abrimos por el efecto psicológico de la pandemia en la sociedad, pero van y vienen con los dichos, que cerramos, que abrimos, que vemos, y esto recluye más a la gente en la casa”, sostuvo.
“Desde el miércoles pasado con el aumento de casos en Río Grande, la gente se escondió también en Ushuaia, y está muy preocupada, por razones económicas, por razones sociales, y está muy golpeada psicológicamente”, manifestó.
Asimismo, mencionó que debieron enfrentar más costos por energía y obras sanitarias de lo que realmente han consumido. “La pandemia guardó a todos y los de Obras Públicas no salieron a la calle. En muchos casos cobraron el promedio del mes del año anterior, cuando los locales estaban cerrados y consumieron mucho menos. Calculo que cuando tomen la lectura de los valores reales, vamos a tener un beneficio económico”, confió.
Reunión sólo con Melella
Lo cierto es que, a esta altura de las circunstancias, el sector sólo espera reunirse con el gobernador. “Hasta que no esté resuelto nuestro problema no vamos a dejar en manos de nadie esto. Lo que más extraña es el silencio del gobierno y no entendemos por qué Gustavo Melella no nos está recibiendo, por lo menos para escuchar nuestro planteo. Nuestros planteos no son una solución para mal”, afirmó.
“El banco Tierra del Fuego está muy sólido y creo que la capitalización de mil millones no le hacía falta. Hay otra cuestión de fondo de por qué le dieron la plata al banco, que es para investigar. No era para reforzar al banco y no me quiero meter en un tema que no sea gastronómico”, apuntó.
“No es nada más nuestro sector el que está golpeado, pero también hay otros sectores que fueron muy beneficiados, como los de la Salud, los que proveen insumos, muebles, colchones. Son miles de rubros que funcionan en el país, mientras otros quedamos relegados”, contrastó.
“Nosotros somos empresarios independientes y siempre apostamos por nuestro capital, así que nadie mejor que nosotros para plantear cómo hacer rendir nuestro dinero para poder paliar esta crisis”, defendió Agra.
“Si una empresa cierra es muy difícil que pueda volver a abrir. En estos meses inactivos nos obligan a tomar créditos, a endeudarnos, a gastarnos los ahorros, los contratos de alquiler continúan y estos meses improductivos van a hacer que tengamos que trabajar al menos un año y medio para paliar este año improductivo. Esto con suerte, si abrimos en diciembre y tenemos turistas”, dijo.
“El gobierno está haciendo las cosas muy bien en materia sanitaria, pero quizás el árbol les está tapando el bosque, y así como nos preocupamos nosotros para que nuestros empleados tengan su sueldo a fin de mes, ellos tendrían que ayudarnos para que podamos seguir, al igual que nuestros proveedores, porque no sabemos después de la pandemia cómo va a quedar el país. El Estado tiene que darse cuenta de la importancia del privado, porque si nosotros no existimos, no hay impuestos y no hay Estado. El Estado está soportado por los impuestos y, si matan a la gente con los impuestos, las empujan al mercado informal, y lo que van a lograr es no recaudar para las futuras generaciones”, anticipó.
“Si no nos ayudamos, la vamos a pasar mal todos, por más que la parte estatal cobre su sueldo entero. El empleado gastronómico no vive del sueldo solamente, sino que vive del sueldo y de la propina, que es parte de su sueldo y la cobra desde el que saca el café, el del mostrador, hasta el que atiende la mesa, y es un número significativo del sueldo. A eso hay que sumarle el 25% que no están cobrando, porque perciben el 75% del sueldo; y a eso hay que agregarle la inflación de estos meses, porque el sueldo se quedó como estaba”, señaló sobre la reducción de ingresos de los trabajadores.
“La persona está afectada psicológicamente en su casa por no poder demostrar que quiere trabajar y encima no llega a fin de mes para pagar su alquiler, los gastos del supermercado o atender a sus hijos. La situación es mala para todos”, reiteró.
En su caso cuenta con “siete locales de gastronomía, con más de cien empleados. Yo desde los 12 años trabajé en un restaurante y sé lo que es trabajar en el servicio de gastronomía. Si entre todos ponemos lo que hace falta, lo sacamos adelante. Queremos que nuestros empleados estén tranquilos y estén bien. Yo creo que de la parte política, tanto los legisladores, el gobernador, los intendentes, todos quieren ayudar, saben en la situación en que estamos. Acá no hay un problema de mala fe, pero se tienen que sentar y entre todos sacar una solución. Esto se saca hablando y se tienen que sentar con nosotros. Los legisladores han ayudado muchísimo porque lograron el consenso para sacar la ley de emergencia y el gobierno tiene fondos disponibles para ayudar. Ahora, por qué demora tanto esa ayuda, no lo entiende nadie”, lamentó.
“Además ya no es una cuestión de créditos aunque la tasa sea de 24%, se va al 36% anual, y la gente ya no está para tomar créditos. El gobierno nacional decidió dar los ATP y el gobierno provincial tiene que hacer lo mismo y estar a la altura de la situación, que es muy grave”, consideró.
“Ahora no espero otra comunicación que no sea la del gobernador, con cuatro o cinco personas representativas, y verle la cara, porque lo pusimos donde está y nos merecemos que nos atienda. Queremos que el mensaje le llegue directo, sin ningún tipo de intermediarios. A esta altura del partido no sirve hablar en otro lado”, concluyó.