El pasado domingo, los efectivos de la Comisaría Quinta debieron realizar la visita de control en su domicilio a un par de apellido Aguirre, quien fue sorprendido en la vía pública, no solo incumpliendo el aislamiento que debía cumplir, sino además, con un test de alcoholemia positivo. Se inició una causa judicial y en paralelo, las actuaciones administrativas correspondientes.
Río Grande.- El agente Aguirre, es personal de la comisaría Quinta pero representa un “contacto estrecho” con la persona, también integrante de la fuerza policial que dio positivo a COVID-19. Por este motivo, Aguirre debía permanecer aislado preventivamente en su domicilio.
Como es sabido, personal policial controla que las personas en aislamiento preventivo, respeten el mismo, por lo que efectúan visitas a los domicilios, en este caso, de su propio compañero de trabajo, a quien no lograron encontrar en reiteradas oportunidades.
Ante ello se realizó una búsqueda que finalmente dio con el agente circulando en la vía pública, incluso registrando una alcoholemia positiva.
Ante ello se le inició una causa judicial por quebrantamiento del aislamiento obligatorio, ya que estaba a la espera del resultado del hisopado, se le retiró el arma y continúa el confinamiento domiciliario, tras el cual se seguirán las actuaciones administrativas correspondientes que incluso podrían deparar su salida de la fuerza.