El referente de Ushuaia Mauricio Flores planteó la informalidad del sector y la falta de asistencia durante esta pandemia. Se encuentran realizando un censo de trabajadores y más de la mitad recibió un subsidio de 20 mil pesos, el resto de 10 mil pesos; y quienes tienen horas cátedra por montos que no superan los 15 mil mensuales, no pudieron acceder a una ayuda. Presentaron un proyecto de ley ante la Legislatura para que se declare la emergencia cultural, dado que no hay fondos asignados al área. Las dos leyes sancionadas en los últimos años, de mecenazgo e industrias culturales, todavía no fueron reglamentadas.
Río Grande.- “Se olvidaron de nosotros”, expresó por Radio Provincia el referente de cultura de la capital fueguina Mauricio Flores, que se ha abocado a revertir la informalidad en el sector y la falta de asistencia durante esta pandemia.
“Nos empezamos a juntar porque ya no podíamos ni ensayar, ni poner nuestras obras en escena. Presentamos un protocolo para ver si podíamos volver a nuestra actividad, y también un proyecto de emergencia cultural en la Legislatura. Eso ingresó el 13 de julio. A partir del momento en que presentamos el proyecto de ley hubo una reacción. Hay sectores que económicamente parecen más imprescindibles que la cultura. Está instalado socialmente que los que hacemos cultura lo hacemos por diversión, por entretenimiento, como hobby, pero trabajamos de otra cosa”, dijo.
“A través de esta presentación quedó blanco sobre negro, porque ahí empezaron a darse cuenta desde la Secretaría de Cultura de la provincia y desde varios sectores políticos de que se habían olvidado de nosotros. Es un sector que dejó de trabajar en un momento, porque se paró toda la actividad cultural, y no sabemos cuándo vamos a volver a trabajar. Al presentar la ley, removimos el avispero y estamos en el camino de que nos presten atención”, manifestó.
“Nos reunimos con Cultura de la provincia, y no hay un censo ni un registro de trabajadores de la cultura. Eso no existe, por eso creemos que es importante hacer un censo de los trabajadores y ver en qué condición socioeconómica están. Comenzamos el 1° de agosto y llevamos bastantes personas censadas. El 46% de los censados han ganado menos de 10 mil pesos en este último período de la pandemia, es decir que están en un estado de pobreza y vulnerabilidad, y esperamos que se los pueda atender”, reclamó.
Explicó que “la ley apunta a cosas mucho más importantes. Apunta a resolver la situación tan informal del campo cultural. Todo el dinero que entra por lo cultural, generalmente a todos nos entra de una manera informal, y creo que este censo también muestra eso. El pedido de la ley de emergencia muestra que el campo cultural es uno de los más informales de la economía de Tierra del Fuego”, aseguró.
Consultado acerca de si existe posibilidad de avanzar con esta ley, respondió que “es el único camino, pero no podemos hacer nada con respecto a esto. Ya hay dos leyes sancionadas, que es la de mecenazgo que presentó Ana Lía Collavino, y está sin reglamentar. En estos últimos años se sancionó la ley de industrias culturales, y está sin reglamentar”, cuestionó.
“En estas dos leyes ya hay recursos económicos para el sector cultural que son muy importantes, pero están sin reglamentar. Si se declara una ley de emergencia cultural se le están dando herramientas a aquellos que toman decisiones políticas sobre la Cultura, para solucionar problemas muy profundos. Esto da la posibilidad de pensar en un fondo de desarrollo cultural para capacitación, equipamiento, circulación de los productos, producción de lo artístico, se puede pensar en un ente autárquico que se ocupe exclusivamente de lo cultural y no dependa de otras áreas. La cultura ahora depende de Educación y hay un montón de cosas en el mismo plato. Me parece que esta es una oportunidad política para que pensemos claramente en esto”, analizó.
Aseguró que “algunos han entendido lo que nos está pasando y otros recién se empiezan a dar cuenta. Lo peor es que las áreas de cultura no tienen presupuesto propio. En este momento la provincia salió con tres subsidios por única vez de 10 mil pesos para los trabajadores, de 20 mil pesos para los trabajadores formales, y de 70 mil a los espacios que se dedican a lo cultural. Hay fotógrafos de Río Grande que quieren renovar equipamiento y una cámara sale dos mil dólares. Se llama a un concurso donde el presupuesto a nivel nacional de un audiovisual está entre 20 millones y 50 millones de pesos, y acá se llama a un concurso para realizar audiovisuales por 70 mil pesos, que es el sueldo de un técnico de un mes. Estamos extraviados en lo que realmente significa producir cultura, y en este momento de pandemia y de crisis estamos totalmente desamparados”, sostuvo.
“Por más que algunos trabajemos en otras cosas, desde que comenzó la pandemia todos los recursos del campo cultural han cesado de ingresar en los hogares de los que hacemos cultura. No hablo solamente de los que producen arte, sino de los que trabajan alrededor de lo que es producir cultura, de los técnicos, los tramoyistas, los que se ocupan de la logística, los gestores. Todas estas personas han dejado de trabajar y dejó de ingresarles ese dinero, que en un alto porcentaje es informal”, insistió.
Respecto del avance del censo, informó que “hasta ahora tenemos censadas a unas 350 personas y de ese número, hay un 58% que han percibido menos de 20 mil pesos. De ese total, el 46% ha percibido menos de 10 mil pesos. Muchos hacen dos o tres actividades en lo cultural y también hay horas cátedra en gobierno o algún ente estatal. Diez horas cátedra son entre 10 mil y 15 mil pesos, y esas personas no pueden acceder a otro subsidio, y es lo que perciben por algún taller que dan. La cuestión es muy complicada”, alertó.
“Estamos invisibilizados y hay un concepto social de que la cultura es entretenimiento. Seguramente los músicos, pintores, escritores, trabajan de otra cosa, pero porque no hay un mercado cultural desarrollado. Nosotros nos estamos sentando con los actores políticos y estamos planteando que es necesario que se tome a la cultura como una política de Estado, como ha sucedido en muchas ciudades del mundo, donde políticamente se ha decidido que los actores del campo cultural son una punta de lanza para el desarrollo social, y para que el mundo conozca esas comunidades”, planteó.
“Nosotros tenemos todo el potencial para que se tome la decisión política de que lo cultural es una herramienta de transformación social y de desarrollo, porque hay muchas cosas que se hacen desde el Estado provincial y los tres Estados municipales, y muchas veces no se considera a los artistas como protagonistas de eso, como quienes pueden desarrollar una visibilidad de nuestra comunidad. No se nos tiene en cuenta”, lamentó.
Aclaró que “el censo es virtual, a través de Facebook, de Instagram, de la red fueguina por la cultura, donde aparece el link. Es un formulario que deberían completar todos. El censo trasciende esta crisis y este momento de coyuntura, porque si tenemos la cantidad de personas que trabajan en el campo cultural, su condición socioeconómica, vamos a poder con esos datos claros sentarnos en mesas de trabajo. Se nos ha abierto la posibilidad de hablar con muchos legisladores de distintas bancadas, a quienes hemos pasado documentación. Hemos hablado también con concejales y creemos que es un área muy sensible, que no se nos está viendo. Los trabajadores deben hacer el censo para que podamos tener datos claros”, concluyó Flores.