Fue posible luego de la reparación de la monoboya de San Sebastián, utilizada para la carga en barco del crudo, que estuvo paralizada casi un año. El secretario de Hidrocarburos Alejandro Aguirre informó que habrá una segunda carga, esta vez de Roch, que se había visto obligada a paralizar la producción de los pozos petroleros. La pérdida de regalías para la provincia fue multimillonaria: se sumó la rotura, luego la baja del precio internacional del barril de petróleo, y finalmente la pandemia que marcó una caída abrupta del consumo. Ahora se apunta a la recuperación y el primer cargamento de crudo tendrá como destino Holanda.
Río Grande.- El secretario de Hidrocarburos, Ingeniero Alejandro Aguirre dialogó con Radio Universidad sobre la expectativa de recuperar regalías para la provincia luego de la reparación de la monoboya de San Sebastián, que impedía la carga en barco tanto de YPF como ROCH, en este último caso obligada a paralizar la producción de sus pozos petroleros.
Estimó que la reparación demandó una inversión cercana a los 13 millones de dólares. “Se está por definir el número final pero ronda esos valores, y el costo lo afrontó YPF. En la Cuenca Austral tenemos una producción básicamente gasífera, con yacimientos dentro de nuestra jurisdicción provincial hasta las 12 millas, y después de las 12 millas hay yacimientos nacionales muy importantes. Es gas producido costa afuera pero tratado en nuestro territorio, en las plantas de Cullen y Cañadón Alfa. Las monoboyas son terminales marítimas de carga. Nosotros no tenemos instalaciones portuarias en Tierra del Fuego para que los barcos puedan cargar. Una vez que es tratado el petróleo y puesto en condición comercial, es almacenado en tanques en este caso en la planta Cruz del Sur, en el yacimiento San Sebastián, esos tanques están conectados a través de ductos a una instalación en el mar, a unos 4 ó 5 kilómetros de la costa, a una profundidad de 14 metros. Ahí hay una especie de bomba conectada a esta monoboya, que básicamente es una bomba en forma de tanque circular de unos 12 metros de diámetro, que permite llevar al barco el crudo que está en la costa y bombearlo para que el barco pueda cargar. Es la única forma que tenemos de sacar petróleo de la isla por vía marítima”, explicó.
Aclaró que “no hay una sola monoboya, sino que hay otra frente a la planta de Cullen, más al norte de la isla, que es operada por Total. Esa es la salida de crudo que tenemos desde la provincia. La capacidad de las monoboyas es importante y cubre la producción que tenemos en Tierra del Fuego. Este martes llegó el primer barco después de la reparación de la monoboya y la gente de Hidrocarburos estuvo presente. YPF comenzó a hacer la primer carga, de alrededor de unos 27 mil metros cúbicos, que demandó casi 48 horas porque no es continuo el bombeo, se hacen paradas para ver si está cargando la cisterna y está bombeando bien el tanque. Es una serie de maniobras y depende también de que las condiciones climáticas sean favorables. En este caso el barco cargó crudo de YPF y calculamos que para el fin de semana va a hacer la carga este mismo barco del crudo de la empresa Roch”, adelantó.
“El barco puede cargar 40 mil metros cúbicos, 27 mil cargó YPF y Roch va a cargar 13 mil. La monoboya no almacena crudo, es decir que no queda petróleo flotando en el mar, sino que los tanques están en la costa y la monoboya oficia de bomba flotante, fija en el mar con cuatro cadenas de 150 metros, algunos tramos de esto fue lo que se rompió e hizo que se torciera toda la instalación que está bajo la monoboya”, indicó el funcionario.
Lo cierto es que esta infraestructura “estuvo casi un año sin funcionar, porque se rompió en septiembre del año pasado. Primero se rompió uno de los eslabones, se hizo una reparación y a fines de septiembre cuando vino el barco, que se va moviendo, se terminaron de romper las cadenas y cayó toda la estructura al fondo”, dijo.
Consultado sobre la frecuencia con que se hace la carga, indicó que “durante la pandemia vinieron barcos cada 20 días a cargar de la monoboya de Cullen –que opera Total-. Aproximadamente es un barco mensual. La primera crisis que tuvimos con respecto a las regalías fue por efecto de la monoboya de San Sebastián y hubo una pérdida de aproximadamente 100 millones de pesos por mes. El mes anterior a que se rompiera se habían recaudado unos 370 millones de pesos y a los dos meses pasamos a 220 millones, es decir que hubo casi 150 millones de afectación directa por la baja de la producción de crudo”, manifestó sobre la importancia de las pérdidas, multiplicando esa cifra por todo el año.
“La producción de crudo se redujo casi un 75%. Hoy estamos produciendo el 25% de lo que producíamos hace un año. Después tuvimos el problema de la pandemia. Primero en enero y febrero hubo una drástica reducción del precio del barril de petróleo por una crisis internacional, y luego por efecto directo de la pandemia no hubo consumo de combustible en el país, cerraron todas las refinerías, y esto comenzó a afectar el precio de lo poco que se estaba produciendo”, expuso.
Roch paralizada
La situación de Roch fue una de las más complejas, porque además había hecho una importante inversión en un oleoducto para transportar el crudo a la monoboya. “El yacimiento San Martín de Roch ha sido el denominado súper pozo, tenemos el San Martín I y II y están localizados cerca del puesto fronterizo de San Sebastián. Estuvieron mucho tiempo primeros en el ranking de producción diaria, con 700 metros cúbicos diarios, pero no tenían instalaciones de almacenamiento ni oleoducto para conducirlo a la planta de San Sebastián a través de la monoboya. Cuando se comenzó a construir el oleoducto, se rompió la monoboya y tuvieron que empezar a sacar el crudo por camiones a Chile, a dos plantas de ENAP. Muy poco de esa producción también iba a Santa Cruz, a Puerto Loyola. El 23 de marzo se produjo un brote de coronavirus en las plantas de ENAP en Chile, las cerraron y esto obligó a la empresa Roch a cerrar el yacimiento San Martín directamente”, repasó, si bien este fin de semana podrá volver a cargar por vía marítima.
Aguirre aclaró que “nosotros tenemos petróleo liviano, y dentro de esos petróleos livianos, los más pesados los producen Roch e YPF. El petróleo de Total es más liviano y son casi gasolinas, porque son petróleos asociados al gas. No hay pozos de petróleo y pozos de gas, sino que hay producción de fluido, y de abajo del pozo viene gas, petróleo y agua. Hay pozos que tienen más gas que petróleo y viceversa. Los petróleos muy livianos de Total están asociados a la producción de gas, y es lo que exporta la terminal de Cullen. La terminal de YPF en San Sebastián exporta este otro tipo de petróleo un poco más pesado, siempre para mercado interno”.
“El barco que vino ahora va a Holanda, es decir que hay una exportación al continente europeo, y vemos con satisfacción que comience la producción, a pesar de que hubo una gran impericia e ineficiencia de YPF durante las gestiones pasadas. La empresa Roch hizo una inversión importante en el oleoducto, que está terminado y pronto a ponerse en condiciones para sacar directamente el producido a la planta de YPF y evitar el tránsito de camiones, que hace más lenta la carga. Son más de 10 kilómetros de oleoducto y esto le da eficiencia a la producción”, destacó.
Gas e interconectado
Con respecto a la producción de gas, dijo que “el mayor productor es Total Austral. Hablamos de una producción de entre 6 y 7 millones de metros cúbicos diarios en los yacimientos propios de Tierra del Fuego. En los yacimientos off shore hablamos de cerca de 12 a 14 millones de metros cúbicos diarios. Eso va al continente y algo se exporta, lo que se denomina ‘sopa’, que es una mezcla de fluidos donde se exporta gas junto con propano y butano, para ser separados en Chile en la planta de Methanex”.
“La producción de gas de Roch es para consumo interno y estamos aproximadamente en los 400 mil metros cúbicos diarios. Eso se inyecta al Gasoducto Fueguino y lo produce la planta de San Luis. YPF está produciendo entre un millón y un millón doscientos mil metros cúbicos, e inyecta al gasoducto San Martín. En la provincia estamos consumiendo alrededor de un millón y medio de metros cúbicos, hay picos de dos millones trescientos mil diarios, y hay una válvula que hace pasar el gas por la planta de YPF, si bien no están conectados los gasoductos, y compensan los déficits cuando hay suba de consumo en invierno”, informó.
La falta de un interconectado obliga a la provincia a comprar gas de afuera: “Hay 8 mil usuarios de gas licuado residencial y demandan 21 mil toneladas al año de GLP, pero en la provincia estamos produciendo 11 mil toneladas, casi el 50% de la demanda. Para cubrirla, hay que traer gas de Bahía Blanca y se está trabajando en la posibilidad de hacer la obra de unión de los dos gasoductos. Por lo que hablé esta semana con la ministra Gabriela Castillo, tienen avanzado el pliego, porque hubo que replantearlo. No había un financiamiento para esta obra, que se planteó a través del Fideicomiso Austral pero ese dinero no estaba. Están avanzando para replantear la licitación y hacer esta obra que conectaría los dos gasoductos en una sola red troncal, para tener más volúmenes y poder hacer más redes de gas”, dijo.
Terra Ignis
Finalmente se lo consultó sobre el proyecto de creación de la empresa de hidrocarburos fueguina: “Sé que los legisladores del oficialismo están haciendo algunas interconsultas, están trabajando fuertemente en otros temas pero Terra Ignis sigue en la agenda legislativa para seguir avanzando. Cuando estén dadas las condiciones y se acomode esta situación que estamos viviendo todos, espero que se pueda iniciar nuevamente la discusión”, concluyó.