El presidente de la Cámara de Turismo, Ángel Brisighelli, evaluó el contenido de la ley de emergencia aprobada por la Cámara de Diputados, y reconoció que hay incentivos importantes. Sin embargo, hasta que no se elimine la cuarentena “no hay turismo posible”, sentenció. La semana pasada hubo una reunión con el ministro de Turismo Matías Lammens y se reclama al gobierno nacional una planificación para poder prever algún tipo de operatoria. Hasta el momento no hay certeza sobre la reactivación de vuelos, tampoco sobre la reapertura de fronteras, y ni siquiera sobre el tránsito entre jurisdicciones. Más allá de los beneficios de la ley, advirtió que “no es posible pensar en una estructura turística si uno llega a San Luis o a Córdoba y no lo dejan entrar, o tiene que estar 14 días ciudad por ciudad de cuarentena”.
Río Grande.- El presidente de la Cámara de Turismo, Ángel Brisighelli, evaluó por Radio Universidad 93.5 el proyecto aprobado por la Cámara de Diputados, que dictó la emergencia para el sector turístico, pero advirtió que hasta ahora resulta inaplicable sin un plan claro de reactivación de la actividad.
“No estamos contentos, y no es por tirarme en contra de lo que se aprobó, porque realmente son medidas paliativas para el sector de turismo a nivel nacional, en un contexto extremadamente negro para todo el turismo de Argentina. Es una medida paliativa en un escenario muy malo. Por supuesto es una buena noticia, pero en un entorno muy malo”, subrayó.
“Hay beneficios del tipo impositivo, pero a Tierra del Fuego por sus condiciones particulares no nos afectan. Hay otros puntos que sí son importantes para el turismo a nivel nacional, como el programa de subvención a través de la devolución por parte del Estado del 50% de lo que gasten los pasajeros dentro del país. Es una medida de promoción realmente importante para las empresas, para los viajes corporativos. Es importante el reintegro del IVA y además hay planes de promoción para el turismo de tercera edad, de turismo estudiantil en baja temporada, que tienden a generar un volumen de movimiento”, detalló.
“Vamos a tener que esperar que salga la reglamentación de la ley para ver cómo se materializa. En el caso del reintegro del 50% de los gastos, por lo que explicó el Ministerio de Turismo de Nación, van a habilitar en su página una opción para que los pasajeros carguen las facturas. Esto sería para las compras realizadas antes del 31 de diciembre, y desde la fecha de promulgación de la ley. Esto no sirve para viajes al exterior –aclaró-. Con esas facturas cargadas, el Ministerio de Turismo emite una tarjeta de gastos precargada a través del Banco Nación y la afecta al pasajero. Es como una tarjeta de débito precargada y el pasajero puede utilizarla para pagar el resto de sus gastos en su viaje. Básicamente tienen que cargar las facturas de compra de todos los productos que tengan, ya sea alojamiento, excursiones, pasajes. No está claro cuál es la verificación que va a hacer el Ministerio de Turismo, pero una vez que esté verificado se va a entregar esta tarjeta de débito”, explicó.
Una medida inaplicable
A la fecha, contar o no con la ley en medio de restricciones como la cuarentena, la torna inaplicable.
“La solución para el sector sería que la pandemia se acabara y volviéramos todos a la normalidad. Hay muchos hoteles y agencias a punto de cerrar sus puertas. A nivel nacional hay muchas empresas que no estaban preparadas para soportar un parate tan grande. No es el caso de Ushuaia pero hay destinos donde es muy estacional su temporada, como en el caso de Bariloche, donde su temporada fuerte es el invierno. Ellos perdieron por completo su temporada alta. Nosotros perdimos la temporada de invierno, que para algunas empresas es extremadamente importante, y el Cerro Castor es uno de los más golpeados, pero el turismo de Ushuaia es bastante estacional de verano”, dijo.
“Esta situación se está prolongando demasiado y estamos previendo que va a tener implicancias fuertes en el movimiento de temporada de verano. La previsión es que va a estar por debajo del 50% de la temporada pasada, y va a ser bastante pobre. Hasta octubre que se habiliten los vuelos, el movimiento sigue siendo cero, y después de octubre posiblemente siga siendo cero, porque no vamos a empezar a trabajar en condiciones normales en cuanto aparezcan los vuelos”, advirtió.
“Esperamos tener un pequeño recupero a partir de noviembre, para terminar quizás con una operación un poco más normal para fines de febrero o marzo. En toda la temporada nos va a generar un movimiento que va a andar alrededor del 40% de lo que fue la temporada pasada”, estimó.
En el caso de los cruceros, la situación “está igual o peor. Todos los años se hace un trabajo de relevamiento sobre lo que tienen programado las diferentes empresas. Antes de la pandemia para la temporada 2021 había programadas alrededor de 436 recaladas de cruceros, de diferente tipo. El 50% ya hoy están canceladas y el otro 50% no son movimientos que las empresas han confirmado, sino que son las empresas más grandes y todavía no han tomado la decisión de lo que van a hacer en la temporada de verano. No es ni siquiera un movimiento seguro. Sabemos que parte del 50% que todavía no se canceló va a caer, y es casi inevitable. El tema es cuánto vamos a poder salvar de eso. Ahí las previsiones son todavía más oscuras que en la parte de turismo receptivo. No creo que lleguemos ni siquiera a un 30% de esas 400 recaladas, y no creo que pasemos de 80 ó 90”, avizoró.
“Si hablamos de turismo, no podemos hablar de cuarentena, porque es inviable que los pasajeros tengan que estar 14 días encerrados en un hotel, pagando el costo correspondiente, cuando Ushuaia es un destino de tres o cuatro días. Nadie va a venir a Ushuaia en esas condiciones. Si no se soluciona el tema de la cuarentena, el turismo no va a funcionar, no va a haber nada. Lo mismo pasa con los vuelos. Si sacan la cuarentena pero no tenemos vuelos, tampoco existe el turismo”, planteó.
“Esperamos que en octubre empecemos a ver alguna reactivación de los vuelos, pero necesitamos que no haya ninguna restricción tampoco para cuando esos pasajeros vuelvan a sus casas, porque si tienen que hacer cuarentena en su lugar de origen, también va a ser inviable el turismo. Nadie va a venir tres días acá para después quedarse encerrado 14. La eliminación de la cuarentena tiene que ser global”, remarcó.
Nación sin un plan
Estos puntos fueron planteados al ministro Matías Lammens por la cámara que nuclea a todo el sector. “La Cámara de Tierra de Fuego forma parte de la Federación de Cámaras de Turismo de la República Argentina, donde están todas las cámaras de turismo del país. Es un ámbito de comunicación permanente y hay información volcada de cada una de las novedades. La FEDECATUR es socia de la Cámara Argentina de Turismo y también participamos de la comisión directiva, y es el máximo organismo de representación del sector privado del turismo. Hemos mantenido un par de reuniones con el ministro Lammens, la última fue la semana pasada para ver qué novedades hay y cómo va a ir evolucionando la situación. Tenemos reclamos importantes hacia el Estado por la falta de información sobre un plan de reactivación”, dijo.
“El turismo es una actividad que requiere mucha planificación en el tiempo y hay que saber cómo van a ser las cosas. Nuestro gran dilema es la falta de previsión y de un plan que el Estado podría tener para la reactivación. Hay cosas que nos afectan gravemente, como saber cuándo se van a habilitar los vuelos internacionales, los de cabotaje, cuándo se va a regularizar la circulación dentro del país. No es posible pensar en una estructura turística si uno llega a San Luis o a Córdoba y no lo dejan entrar, o tiene que estar 14 días ciudad por ciudad. Tendría que haber una planificación de cómo se va a manejar. Nos gustaría saber si por ejemplo el 1° de noviembre vamos a tener apertura de fronteras, y por lo menos tener una expectativa. Hoy no podemos planificar ningún tipo de operatoria”, sentenció.
Hoteles a medias
Consultado sobre los protocolos que se están aplicando en los alojamientos, dijo que fueron generados por el Instituto de Calidad Turística. “La provincia adhirió a esos protocolos sobre el manejo en la atención, la limpieza y desinfección de ambientes, las distancias, los servicios. Por ejemplo no va a haber desayuno buffet, obviamente el uso de tapabocas, distanciamiento social, se limita a un 50% la capacidad de restaurantes. Esto ya está publicado y los dos o tres hoteles abiertos en Ushuaia están trabajando con estos protocolos”, informó.
Acuerdos con gremios
Con respecto a la situación del personal empleado, indicó que “dentro de las 15 mil personas que trabajan en turismo hay muchos profesionales independientes, que son free lance, y pequeños emprendimientos que están extremadamente complicados. Después están los empleados, y este parate total afectó a todos. Hace seis meses que están sin facturar las empresas y tienen que mantener su personal, porque hay una prohibición de despedir. Se han negociado acuerdos con los diferentes gremios, con el de comercio, el hotelero-gastronómico, el de transporte, también con los gremios marítimos en Ushuaia y con UTEDYC. Son seis gremios involucrados. No todos los acuerdos fueron iguales, pero desde abril se ha aplicado el artículo 223 de la ley de contrato de trabajo, referida a la suspensión del personal. Hay una reducción del salario, que va del 15 al 25% según los acuerdos. Las empresas también tienen la reducción de aportes patronales. Un sueldo normal de comercio es de 60 ó 62 mil pesos y a la empresa le cuesta entre 100 y 105 mil pesos por mes por empleado, contando los aportes. Con la suspensión más o menos le termina costando un 60%”, manifestó.
Finalmente destacó la ayuda del Estado provincial, siempre como paliativo. “La línea PROGRESO ha sido bastante importante y todas las empresas se han postulado para los créditos. En un momento hubo demoras, pero se ha acomodado y prácticamente todos los créditos han salido”, concluyó.