El subsecretario de Ambiente y Espacios Públicos, Rodolfo Sopena, fijó como objetivo de la gestión lograr contar con una planta de clasificación para avanzar en el reciclado de basura. Aseguró que hay inversiones importantes en otros municipios del país que logran reutilizarla. En la ciudad se producen entre 120 y 130 toneladas diarias de basura, de las cuales el 30% proviene del sector industrial, si bien hay una “tendencia a la baja” porque muchas fábricas realizan el reciclado. El relleno sanitario ya está casi al límite y se analiza la compra de un nuevo predio.
Río Grande.- El subsecretario de Ambiente y Espacios Públicos del Municipio de Río Grande, Rodolfo Sopena, dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre el objetivo de lograr la separación y posterior reciclado de la basura que se genera en la ciudad, que ronda entre las 120 y las 130 toneladas diarias.
Lleva ocho años en la gestión y “la tendencia de la generación de residuos en los vecinos de Río Grande es hacia la baja, porque cada vez separan un poco más los residuos. Tenemos distintos lugares de acopio de botellas pet. El año pasado hemos logrado sacar dos camiones, a través de una empresa recicladora. Este año llevamos acumulados 130 metros cúbicos de botellas pet. El Municipio cuenta con 27 campanas de acopio de botellas, distribuidas en distintos puntos de la ciudad, y esa logística la lleva a cabo en conformidad con un privado que la enfarda, las clasifica y las exporta de la isla. El destino es Buenos Aires”, dijo.
“Hablamos de entre 120 y 130 toneladas diarias de basura y en esto incluimos a las industrias y los comercios. Las electrónicas tienen otro proceso de separación de residuos a través de las recicladoras que se encuentran en la ciudad. Ellos clasifican los residuos de acuerdo a la generación de cada industria y, por lo que no pueden comercializar, terminan pagando una tasa municipal por ingresarlo al relleno sanitario. La finalidad es que cada vez clasifiquen más para que paguen menos impuestos. Hasta ahora el 30% de estas 120/130 toneladas diarias es de generación de las industrias”, precisó.
Comparando la situación con el crecimiento poblacional, que fue importante, destacó que “se mantuvo la cantidad de generación de residuos, por eso la tendencia es hacia la baja”. Sin embargo la capacidad del relleno sanitario está casi al límite. “Queda un resto de ampliación de la cava actual. La empresa consignataria, que es Santa Elena, a principios de este año preparó el módulo de operación, con la colocación de membrana y captación de líquidos. La mitad del módulo se ha impermeabilizado y queda impermeabilizar el resto. Esto implica un plan de mantenimiento del relleno sanitario, ya finalizadas estas 20 hectáreas. Hay que pensar en adquirir más tierra para un nuevo relleno sanitario. Una problemática que tenemos como municipio es que toda la tierra que está alrededor de la ciudad está en manos de privados. Tendremos que ponernos a hablar con ellos y llegar a un acuerdo para un nuevo relleno. En medio pueden aparecer inversiones a través de la sociedad del Estado del municipio, o pueden ser de un privado, por eso debemos tener un nuevo relleno y, si es posible, la planta de clasificación”, planteó.
Consultado sobre el costo del nuevo relleno, dijo que “según los presupuestos que manejamos, adquirir la tierra, montar el galpón y la maquinaria que se necesita para la planta de clasificación, se estima en unos 200 millones de pesos”.
Recolección casi total
Con respecto a la recolección, aseguró que “el 99% de la ciudad cuenta con este servicio esencial. Hace poco tiempo se incorporaron 72 macizos nuevos que están habitados, de distintos barrios de la ciudad, como el fideicomiso San Martín Norte, Altos de la Estancia, Barrancas, algunos macizos de la margen sur, del barrio Costa de Mar en Punta Popper, también el barrio Los Cisnes. A medida que se van poblando lo barrios, aunque haya una sola vivienda en la manzana, incorporamos el servicio esencial de recolección de residuos. Como indica el pliego, cada seis meses tenemos que hacer el relevamiento respectivo de los domicilios”.
Respecto del costo de la recolección, “para 2021 estamos hablando, entre relleno sanitario y recolección de residuos, de cerca de mil millones de pesos. Este año estuvo alrededor de los 780 millones de pesos. No tengo el presupuesto total del año que viene pero podría superar el 10% estos servicios”, señaló.
Chatarra y compactación
Consultado sobre la chatarra que se acumula en la zona de la estancia Las Violetas, explicó que “ahí hay un desarmadero de vehículos de un emprendimiento privado. En su momento compactaron alrededor de 1.500 autos y esa compactación la han sacado de la provincia; a medida que se les va achicando el espacio, van a ir compactando más. En el predio lindero al relleno sanitario el municipio cuenta con cinco hectáreas para el acopio de toda la chatarra que va levantando. Estamos esperando que la empresa que ganó la licitación pueda venir de Ushuaia, pero con las restricciones de circulación no ha podido, a fin de que pueda compactar esa chatarra y exportarla de la provincia. Sería la primera vez que el municipio vende dos mil toneladas de chatarra. La empresa que ganó la licitación es la misma que presta el servicio para el Municipio de Ushuaia y de Tolhuin”, informó.
Con respecto a los pallets, dijo que “hay distintos tratadores en la ciudad. Generan madera para calefaccionarse en algunos casos y en otros casos los reutilizan con un rediseño que hace la misma industria que se los provee. También la empresa Digital Fueguina hizo una inversión muy importante de una caldera por biomasa. Los mismos pallets que ellos generan los trituran y los utilizan como calefacción para una de las naves. Fue una muy buena inversión de la empresa, lo hicieron a través de un concurso internacional y compraron la maquinaria por varios millones de pesos. Por suerte le están sacando mucho rédito”, valoró.
En cuanto al vidrio, indicó que hace poco se puso en contacto con una empresa local “que está innovando en un producto donde utilizan fracciones de vidrio para decorar placas de cemento. Estamos en comunicaciones para saber el volumen que necesitan. En Río Grande todos los envases son descartables, porque no hay botellas retornables, y el tratamiento del vidrio es muy complejo. Hemos analizado estudios que conseguimos de otros países y, cuando el vidrio se tritura en cierta granulometría, mezclado con el cemento genera una gelificación alrededor y eso no permite que sea un cemento duro. No se puede utilizar mucho para construcciones de montantes, pero sí se puede utilizar en veredas y pavimentos que no requieran mucho peso encima. Hasta ahora no tenemos hechos estudios a través de un privado que demuestre que soporta cierta cantidad de kilos esta mezcla de vidrio con cemento. En su momento intentamos exportarlo, pero los costos de logística eran importantes”, manifestó.
“No tenemos calculado la cantidad de vidrio que ingresa al relleno sanitario porque no está fraccionado y llega mezclado con el resto de la basura. Tenemos en carpeta un estudio de caracterización de residuos, que es muy importante para determinar cuántos kilos de cada fracción de residuo generamos. En este momento no podemos hacer ese estudio por la cantidad de contagios que tenemos y, analizar la basura significa una exposición muy alta del trabajador a contagiarse por manipularla, por más que se respeten todos los protocolos”, advirtió.
“Lo hemos postergado pero este estudio va a ser fundamental para el día de mañana, para cualquiera que quiera hacer una inversión con respecto a los residuos, porque los residuos son un recurso”, subrayó el funcionario.
Baterías y pilas sin tratamiento
En el caso de las pilas, dijo que “es un tema muy complejo porque no tenemos un tratador habilitado en Río Grande. En Ushuaia hay una empresa habilitada pero no tiene la resolución de provincia para el tema pilas, sí para el tratamiento de residuos peligrosos. Lo que recomendamos al vecino que descarta pilas es que utilicen un envase de plástico y las descarten en esa botella, que le pongan un tapón y la rellenen con un poco de arena. Es la manera de disponerla hoy en día. En la Argentina no existe tratamiento de pilas”, aseveró.
Una ciudad preparada
Respecto de si la ciudad está preparada para separar sus residuos llegado el momento, confió en que va a ser posible. “Los vecinos necesitamos la separación de residuos, somos una ciudad nueva, que está por cumplir los cien años, y por ahí es más complejo hacerlo en otra ciudad con más cantidad de habitantes. No es un trabajo que se logra de un día para el otro. Analizamos todas las posibilidades cuando hablamos de esto, tener dos tachos, bolsas de colores. Si el día de mañana logramos la planta de clasificación tenemos pensado hacer una recolección diferenciada por día de la semana”, adelantó.
“Hoy hay seis días de recolección a la semana. Si logramos la planta de clasificación, pasaremos a levantar tres días los residuos húmedos y tres días los secos, sin modificar el pliego de recolección. Para montar la planta necesitamos la tierra, porque no tenemos la capacidad de suelo para instalarla. Después estamos buscando con el Ministerio de Ambiente de Nación y algunos entes una financiación externa para poder montarla. Es una inversión de 40 millones de pesos solamente para la maquinaria, consiguiendo la tierra y el galpón. Esto requiere de un gran lugar de acopio externo y, si tenemos que comprar la tierra, hablamos de 200 millones de pesos”, dijo.
“El tema de la basura hace doler la cabeza a cualquiera y es ingrato, porque tenemos todos los días el problema. Además nos aparecen micro basurales por distintos puntos de la ciudad. Los encontramos en la zona norte, en el sector del parque industrial y en la margen sur, donde la problemática es constante en la costa y en las chacras productivas, aunque se han dispuesto contenedores. Los encontramos desbordados y no son de las chacras productivas, sino de los vecinos que no respetan la recolección de residuos voluminosos, que es el día viernes, y sacan la basura cualquier día”, lamentó.
A propósito de esto, aseguró que se reciben denuncias “en forma anónima y el denunciado no conoce la persona que lo denunció por tirar la basura fuera de día u horario; y luego el Juzgado de Faltas establece la multa”.
“El desafío que propuso Martín fue mantener la ciudad lo más limpia posible, garantizar en este contexto de pandemia la salud en los espacios públicos, y por eso las garitas de colectivo se desinfectan tres veces por semana. También se desinfectan los móviles que usan los compañeros municipales, los centros municipales de salud; Obras Sanitarias, que es un área muy expuesta. El problema de la basura lo vamos a resolver entre todos los vecinos”, remarcó.
“Si logramos las inversiones necesarias para tratar la basura como corresponde, todos vamos a tener que poner un granito de arena. Hay distintos municipios en los que fijamos nuestro norte, uno es Rafaela en Santa Fe, que tiene una buena clasificación de residuos. Hay distintos municipios de la provincia de Buenos Aires que compraron la planta y les ha reducido mucho el problema. Hay inversiones importantes en otras localidades, donde incluso se está haciendo madera plástica”, concluyó Sopena.