El ex titular de la DPOSS, Guillermo Worman, pidió públicamente al actual presidente de la institución que “no haga consideraciones políticas, sino técnicas”, entendiendo que pese a ser Pereyra un funcionario político no es de su competencia opinar sobre la herencia recibida. Fue luego de las declaraciones del ingeniero sobre el estado en que encontró la dirección, tras los cuatro años de gestión del bertonista, y la cantidad de deudas heredadas y obras paralizadas. Worman aseguró que no dejó deudas sino “compromisos” y que se pueden pagar si cambian los dólares que quedaron en el banco.
Río Grande.- El ex presidente de la DPOSS durante la gestión Bertone, Guillermo Worman, ejerció su derecho a réplica tras las declaraciones del actual titular de la entidad, Cristian Pereyra, respecto de la herencia recibida. Pereyra había planteado que, si la DPOSS fuera una empresa privada, “estaría en convocatoria de acreedores”, por el nivel de endeudamiento que dejó la administración de Worman, prácticamente en todas las obras, y agregó que algunas de ellas ni siquiera contaban con presupuesto.
El bertonista, que mantuvo reiterados enfrentamientos mediáticos con Gustavo Melella y su gabinete durante su gestión, se defendió de las críticas argumentando que “Pereyra no apareció nunca por la institución. Cuando asumió empezó a aprender de qué se trata una institución tan compleja”.
Afirmó que la herencia que había recibido de Ríos era todavía peor, al recordar “el problema de contaminación de Ushuaia y el problema histórico de Tolhuin, porque ninguna de las dos ciudades tenía ningún tipo de tratamiento cloacal”.
“Cuando asumimos terminamos la construcción de la planta cuatro del Río Pipo, que se habilitó ahora, ampliamos la planta tres del Valle de Andorra y le dimos agua a una enorme cantidad de familias que no la tenían”, señaló a modo de repaso.
“Pereyra no tiene la menor idea de lo que era la DPOSS cuando asumimos nosotros, porque no funcionaba una sola estación elevadora cloacal. Nos tocó construir el emisario submarino. Yo tomo las consideraciones de Pereyra como consideraciones políticas, no técnicas, y me da pena que un ingeniero, en lugar de honrar la profesión que tiene, meta los pies en el barro y descalifique lo que llevamos adelante nosotros”, fustigó.
Le recomendó a Pereyra que “sea respetuoso” y que “haga su trabajo de la mejor manera posible” y, a modo de devolución de atenciones, aludió a la herencia que Pereyra dejó a la gestión del intendente Martín Pérez. “Yo veo lo que sufre la gente de la margen sur y no creo que estén en condiciones de explicarnos lo bien que hicieron las cosas en Río Grande”, disparó.
“Hace muy pocos días el Tribunal de Cuentas terminó la revisión del informe de la cuenta de inversión y nada de lo que dice Pereyra está reflejado en lo que dice el Tribunal. Aprobó todas las rendiciones que hicimos, nos dio una excelente calificación a lo que hicimos entre 2015 y 2019. Las afirmaciones de Pereyra no tienen ningún sustento y, si hay algo de peso, que haga la denuncia en el organismo que corresponde en lugar de hacer giras mediáticas”, lo desafió.
“Está para generar más agua y saneamiento”
Profundizando su visión de que el presidente de la DPOSS no puede opinar de política ni revisar el estado de la dirección que recibió, Worman le hizo un llamado de atención para que se enfoque en la tarea de dar más agua y saneamiento. “Si Pereyra cree que su función es auditar lo que hicimos antes, se confundió de profesión, porque está en la DPOSS para generar más agua y más saneamiento”, sentenció.
“Yo ya terminé mi gestión, fui auditado por el FFFIR y por el Tribunal de Cuentas. Si este muchacho –dijo despectivamente del ingeniero- cree que su función es auditar, se confunde sobre el rol del presidente de la DPOSS”, insistió.
“Lo único que deseo es que a Pereyra no le vaya mal. Ojalá tenga la mejor gestión posible y pueda terminar las obras que nosotros empezamos, porque tienen el 80% de avance en la planta Arroyo Grande, y tienen para terminar el edificio de servicios que empezamos a construir, y empezamos la planta potabilizadora en Tolhuin. Tienen un número importante de obras que dejamos en marcha y me da mucha alegría que esta gestión las pueda poner en funcionamiento, porque va a ser mejor servicio para los vecinos”, sostuvo.
Más recomendaciones
Worman sumó recomendaciones tanto al presidente de la DPOSS como a los funcionarios del gobernador Melella: “Tienen que poner la energía en gestionar, en buscar más recursos, en hacer más obras, llevar más agua a lugares donde no llegamos, porque nos falta completar la trama urbana tanto en Tolhuin como en Ushuaia. Mi recomendación es que pongan su energía, su capacidad intelectual, en conseguir recursos para que la DPOSS pueda hacer obras, como lo hicimos nosotros durante cuatro años”, dijo.
“Compromisos” y no “deudas”
Consultado sobre las deudas que quedaron en la DPOSS, a lo que concretamente había hecho alusión el ingeniero Pereyra, Worman aclaró que “para la planta de margen sur yo hice una reserva en el banco con el (ex) ministro Labroca y, cuando el gobernador Melella asumió, tenía 140 millones de dólares para terminar obras que se pusieron en marcha. No es que no hay plata. Tienen que cambiar los dólares y con eso pagan las obras”, simplificó.
“Todas las obras que ejecuté tenían respaldo presupuestario. Nosotros dejamos compromisos de obras que están en marcha, pero teníamos respaldo financiero”, aseveró.
Se insistió sobre la paralización de obras por las deudas que quedaron y, en un giro semántico, planteó que “lo que dejé fueron compromisos. Las obras no estaban terminadas y había que terminarlas, pero dejamos los fondos suficientes en la provincia y los organismos nacionales. Instalar que dejamos deudas no es correcto. Había respaldo en dólares y se siguen pagando certificados, es decir que no quedó quebrada la DPOSS. La solución es cambiar los dólares que no quieren cambiar, y con esto terminan de pagar todo lo que quieran”.
Fuera de foco
Finalmente condenó tanto a Pereyra como a los funcionarios del gobierno por preocuparse en estas discusiones políticas y no en los temas de importancia, como la pandemia: “A mí me apena mucho lo que estoy viendo en la ciudad de Río Grande, donde hay una situación crítica y es quizás uno de los lugares de la Argentina con mayor complejidad sanitaria. Los funcionarios deberían estar preocupados por la situación social, económica y sobre todo laboral. Me cuesta entender que gente de rango ponga toda su energía en esto. Yo espero que la dirigencia actual ponga sus energías en las cuestiones más críticas, y me parece que la situación de Río Grande es crítica. Lo veo al intendente Pérez compenetrado, con mucha moderación, poniendo su energía para resolver la crisis. Y los funcionarios provinciales, en lugar de perder el tiempo en otras cosas, deben estar al lado de la gente que más lo necesita”, concluyó.