Por Alejandra Portatadino (*)
¿Por qué no dotar a Tierra del Fuego con una pequeña central nuclear para la generación de energía y dejar de consumir combustibles fósiles como el gas? Una discusión que vale poner sobre la mesa. En este artículo se acerca al lector las tecnologías propias Argentinas para esta generación.
En artículos anteriores hemos escrito sobre el saqueo del litio, el oro y la desindustrialización de estos minerales en Argentina debido a los lobbies internacionales y al accionar de funcionarios y gobernantes que pueden ir desde brutos, pasando por los tímidos peleles obsecuentes hasta los nefastos corruptos, estos tres estadios son terriblemente peligrosos para el desarrollo sostenible de Argentina.
A su vez, existe una colonización cultural del pensamiento técnico científico en cuanto al desarrollo de tecnologías propias para el desarrollo sostenible. Es ponerle una frontera al conocimiento a través de quiénes se hubieran corrompido intelectual o económicamente quedando al servicio de completar alguna tecnología extranjera bajo la dominación de empresas transnacionales.
Hoy nos ocuparemos del Uranio para la generación de energía de Fisión nuclear y haremos una breve referencia a los que se viene la tan esperada Fusión nuclear que ya se encuentra en varios países en etapa de experimentación.
Argentina forma parte de 12 naciones con capacidad para ejecutar todo el Ciclo completo (extracción y refinación del uranio, fabricación de agua pesada y las partes mecánicas de un reactor) con fines pacíficos de manera autónoma, con profesionales y recursos propios. Algo que molesta a muchos consorcios que necesitan corromper a funcionarios para eliminar la capacidad desarrollada en Argentina que tantos esfuerzos tecnológicos y dinero nos llevó conseguir
¿Uranio natural o enriquecido? dos tecnologías CANDU y CAREM
Tecnología CANDU: El reactor CANDU (Canada Deuterium Uranium) con combustible óxido de uranio natural no enriquecido (0,7% de U-235); utilizando como moderador de neutrones agua pesada (D2O), óxido de deuterio, que además de asegurarnos la provisión del combustible, hace a una importante economía al no necesitar el proceso de enriquecimiento de uranio y que además puede adaptarse para la utilización del isotopo del torio (Th 232) natural. Este reactor tiene una alta eficiencia por el aprovechamiento de la energía de fisión de neutrones.
A su vez primeramente se crea el SUCOEM (“Suministro Combustible para Embalse”) y luego, con la tecnología desarrollada en este sector, las empresas mixtas con participación de la CNEA (Comisión Nuclear de Energía Atómica) , CONUAR S.A. (Combustibles Nucleares Argentinos S.A.) – FAE S.A. (Fabricación de Aleaciones Especiales S.A), donde fabrican las pastillas de uranio, las barras de control, entre ellas algunas de cobalto para absorber moderar la velocidad de los neutrones y las vainas de aleación de circonio donde se confinan las pastillas del combustible nuclear, y ENSI (Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería) mixta entre el CNEA y la Provincia de Neuquén, para gestionar la PIAP (Planta Industrial de Agua Pesada)
Puede observar lector, por lo ante escrito, la alta tecnología desarrollada en nuestro país que nos permite ser auto suficientes en la fabricación de todas las piezas necesarias para el sostenimiento, mantenimiento y reactivación para nuevos periodos de nuestras Centrales, cosa que a los intereses extranjeros les molesta mucho, porque no nos pueden vender nada, todo lo producimos “fabricado en casa”, desde el combustible hasta el agua pesada pasando por todas las piezas especificas nucleares necesarias, y lo que más les molesta con un alto grado de calidad que nos permite exportar, tecnología, piezas, combustibles y agua pesada.
Entonces pensemos ¿cuál es la acción gracias a los eternos funcionarios peleles y corruptos que revolotean en busca de cualquier migaja que les puedan tirar extranjero? Tirar abajo y destruir nuestras industrias y desarrollo nuclear que tanto esfuerzo y dinero costó construir, trayendo como verdaderos operadores de ventas la tecnologías de otros países destruyendo la propia, o intentando introducir otra que nos haga dependientes de comprar el combustible a otros países con el riesgo de que no nos suministren más por cualquier enojo comercial o diplomático (como ya sucedió en el año En 1974, cuando Estados Unidos, que era el tradicional proveedor de uranio enriquecido de nuestro país, decidió interrumpir en forma imprevista el suministro de este producto) o pagar las cifras que se les ocurra por combustible o piezas para no perder la inversión inicial. Tenemos que entender de una vez por todas y meter en nuestras cabecitas que la generación de energía es un recurso estratégico y soberano, y no dejarnos engañar por estos mercaderes disfrazados de funcionarios y gobernantes.
Tecnología CAREM: En 1984 durante el Gobierno de Ricardo Alfonsín comenzó a concebirse la idea del reactor CAREM en la CNEA. Este reactor es base de uranio enriquecido. Como la CNEA se volcó al sistema CANDU y se desarrolló toda la tecnología propia, el INVAP comenzó a desarrollar el sistema CAREM, que luego con la presidencia de Néstor Kirchner retomó la CNEA conjuntamente con el INVAP, y, durante el Gobierno de Cristina Fernández fue que en el año 2014 se comunicó que Complejo Tecnológico Pilcaniyeu había alcanzó los valores que acreditan el enriquecimiento de Uranio en su isótopo 235 para usos pacíficos. En junio de 2010 la Dirección de Minería de la provincia de Río Negro autorizó a la CNEA la exploración de la zona de Peñas Blancas, en las cercanías de Catriel, con objeto es encontrar nuevas fuentes de mineral para la separación y enriquecimiento de uranio. El peligro para las potencias es el liderazgo que ha conseguido argentina en SMRs (Small Modular Reactors), que son pequeñas centrales nucleoeléctricas integradas por módulos independientes de suministro de calor. La potencia final de una SMR la determina el número módulos que abastecen de vapor a las turbinas generadoras de electricidad. El CAREM es la única planta relativamente convencional con diseño compacto y seguridad inherente. Lo primero permite la fabricación en serie de los módulos hace a su fácil transporte y al acompañamiento energético de acuerdo a los aumentos poblacionales e industriales de las zonas donde se instalan una gran ventaja que tenemos sobre las Rusas y Chinas y de EEUU que también están desarrollando este tipo de reactores.
Ganó China la compulsa de hacernos dependientes con la tecnología Hualong
Se intenta mediante fuertes lobbies fabricar una planta nuclear China con tecnología Hualong de Uranio enriquecido al 4% que no producimos, con ello iniciando un proceso de desmantelamiento de las industrias con tecnologías propias, haciéndonos dependiente de las piezas y combustible de uranio enriquecido que provenga de China quedando nuestra generación sujeta a los estados de ánimos y económicos de un tercer país por acuerdos o decisiones comerciales nuestras que no les puedan gustar. Para estimar la cantidad de uranio que demandaría la central, se realizan cálculos mediante información
Según la publicación de la World Nuclear Association un reactor PWR de 1.000 MW requiere aproximadamente de 27 toneladas de uranio enriquecido al 4% Se estima que para la central Hualong, que se fabricaría en Argentina debería consumir 31 toneladas anuales. Esto implicaría un costo anual de US$ 35 millones (sin incluir costos de transporte, almacenamiento o disposición final).
¿Qué nos pasó en Argentina?
Pero durante la presidencia de Mauricio Macri, muy conocido por su apego a las reposeras y un lenguaje difícil de entender en sus alocuciones, se paralizó desde el 2016 la planta de enriquecimiento de uranio de Pilcaniyeu y se intentó destruir el sistema de generación CANDU argentino, desmantelando la Planta de agua pesada PIAP, la más grande del mundo de su tipo que integra junto al (,INVAP, NA-SA, CONUAR, DIOXITEC) que contienen un capital científico, tecnológico y profesional 100% argentino. El Agua Pesada tiene un valor de mercado de entre U$ 800.000 y 1,2 millones la tonelada es muy difícil de conseguir, mientras nosotros la producimos, en el 2007 se la elaboraron 100 toneladas de agua pesada que fueron exportadas a Canadá, República de Corea, EE. UU., Australia y Francia. La exportación de agua pesada genera para la argentina la entrada de divisas por varios cientos de millones de dólares Cuando Argentina era dependiente del suministro de agua pesada para sus centrales la adquiríamos a U$D 500 el kilo, cuando la fabricamos ese importe bajó entre U$D 150 y U$D 250 el kilo.
Para EEUU y China los países que usan centrales de uranio natural (Argentina, China, Canadá, la India, Pakistán, Corea, Rumania) son un mal ejemplo. Lo peor que las centrales Argentinas no fueron construidas con máquinas estadounidenses ni Chinas.
Y para nuestro orgullo el Organismo Internacional de Energía Atómica de las Naciones Unidas, hace décadas que certifica nuestro uso para fines pacíficos.
Pero, además, el país ha exportado reactores de investigación a Perú, Argelia, Egipto, Australia, Holanda y Arabia Saudita, y en los primeros 4 países desplazaamos a la competencia estadounidense y francesa. Dicho de paso, nuestros reactores de investigación también usan agua pesada, aunque menos que una central nucleoeléctrica.
Si Argentina desmantela nuestra planta de agua pesada y el proyecto CAREM, caerían también la sostenibilidad de las CANDU quedando sin centrales propias autosuficientes, no exportaríamos reactores y desaparecería el Programa Nuclear, teniendo que importar tecnología «llave en mano» de centrales ajenas, probablemente estadounidenses y/o Chinas además de continuar importando el uranio enriquecido, siempre con la posibilidad que los proveedores nos lo nieguen. Esto al menos hasta que no tengamos una capacidad local creíble de enriquecimiento de uranio. Lo que, de mínima, tardará muchos años en concretarse, e incluso podría no llegar nunca, ya que las presiones de los países centrales para que no lo hagamos serían terribles.
En este artículo quiero recordar a los Dres. Carlos Mallmann, Tommy Buch, Alberto Maiztegui, y Enrique Oteiza, sus aportes a la física nuclear argentina y al humanismo, un pequeño homenaje a grandes seres humanos, que compartieron su conocimiento y tanto me han enseñado. Y agradecer al Dr. Gabriel Barceló, por aclarar algunos conceptos técnicos.
(*) Alejandra Portatadino es Ingeniera Mecánica, Miembro de Ingeniería sin Fronteras Argentina, del ASME Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos, CAI Centro Argentino de Ingenieros, profesora post Grado UTN Buenos Aires, Presidenta de FIPCA Filial Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.