En la primera parte de este informe nos acercamos a las respuestas para la pregunta ¿Dónde nacen los tolhuinenses?, que, aunque parecía una obviedad, no es tal: los tolhuinenses nacen en Río Grande y a partir del 8 de agosto en Ushuaia. Es así porque el Centro Asistencial no puede contener nacimientos por partos naturales y menos aún cesáreas. Entonces las madres de los niños y niñas se trasladan para transitar las últimas semanas de gestación sin sobresaltos. Ahora la pregunta es ¿cómo? La respuesta es: lejos de sus hogares, sus hijos y sus familias y cerca de otras personas con las que surge una relación de contención vital en un momento único, sobre todo en pandemia.
Río Grande.- Milca del Carmen Cayo es enfermera y jefa de administración de la Casa Salud Tolhuin, ella es la persona que se encarga de recibir a las embarazadas del Corazón de la Isla y asegurar que la atención en lo que queda de gestación, luego el parto y el regreso a esa ciudad, sean sin complicaciones médicas o burocráticas. Por eso, es el nexo entre el único ginecólogo que trabaja en el Centro Asistencial de Tolhuin y el equipo en el hospital de Río Grande o los centros privados de salud.
“Lo primero que hacemos es intercambiar información con la mamá y el ginecólogo, ahí le explicamos que debe ingresar a la Casa Tolhuin con un acompañante y que no se permiten menores”, detalla Milca. Las reglas son claras y se firma un comodato luego del ingreso de la persona embarazada y su acompañante. Por un tiempo, hasta que nazca el bebé, esa mamá no vuelve a convivir con sus hijos e hijas.
Daniela vive en Tolhuin con su esposo y sus hijos, es la mamá de Antonio que nació el 29 de Julio en el Hospital Regional Río Grande. “Me sentía bien y por eso fui a Río Grande dos semanas después de lo que me indicaron, después me retaron por eso, pero yo tenía que dejar a mi nena con la madrina y a mi otro hijo con el papá. Como el bebé no llegaba pedí que me hagan una cesárea, yo quería volver a Tolhuin porque extrañaba mucho a mis hijos, y eso hicimos, en plena pandemia y con algunas complicaciones, por eso no sé que hubiera hecho sin Milca”.
Daniela se refiere a los turnos médicos y de control que Milca gestiona para cada una de las embarazadas que transitan las últimas semanas de embarazo en Río Grande. Además de los turnos y de garantizar esa atención sin esperas o contratiempos, en la Casa Salud se les brinda ropa de cama, alimentación, una tarjeta para transporte público y “todo lo que sea necesario para que se sientan bien, con la condición de que cuando se van, todo tiene que estar tal cual lo encontraron”, aclara.
En septiembre del año 2016 la gestión Bertone inauguró las denominadas “Casa Salud Tolhuin” en la ciudad de Río Grande, según informaron en ese momento, “el espacio será destinado al alojamiento de embarazadas y otros pacientes” que requieran asistencia en el Hospital Regional Río Grande.
La necesidad de ese espacio surgió luego de una tragedia. Una mujer dio a luz en la ambulancia y su bebé falleció. Ocurrió en julio del mismo año de la inauguración.
Uno de los espacios está ubicado en la calle María Auxiliadora al 600 y tiene tres habitaciones. “Es la que más usamos porque geográficamente está cerca del hospital y ante cualquier urgencia estamos a mano”. La otra casa está ubicada en el barrio Malvinas Argentinas, sobre la calle Tapparello al 500 y también cuenta con tres habitaciones.
El “dispositivo” como lo denominan las autoridades sanitarias, se suspendió por la pandemia y por los riesgos que las embarazadas y sus bebés pueden correr en este momento de alta circulación del virus. La alternativa es el alquiler de una cabaña en Ushuaia, en donde se asiste a las madres hasta los nacimientos, con un equipo similar y por un tiempo indeterminado, eso lo definirá el ritmo de la pandemia.
En la Argentina, existe la Ley 25.929 sancionada y promulgada en 2004 y finalmente reglamentada en 2015 la cual defiende los derechos de las madres, los recién nacidos/as y sus familias al momento del trabajo de parto, parto y post parto. La ley garantiza, entre otros derechos, que la mamá pueda elegir a la persona que la acompañará durante el trabajo de parto, el parto y el posparto.
“Muchas veces las mamás nos eligen a nosotras –Milca se refiere a ella y a las enfermeras que acompañan su trabajo- y eso es una devolución enorme para nosotras, es un momento especial, y se genera un vínculo que después continúa en el tiempo”.
En este punto, aclara que muchas veces son las parejas las que acompañan a las madres, pero en otros casos están solas y prefieren el acompañamiento de quienes estuvieron al lado desde el ingreso a la Casa Tolhuin, con controles diarios, monitoreando los últimos días de gestación y alertas a complicaciones. “No convivimos con ellas, pero las enfermeras las ven dos o tres veces por día, además hacemos talleres de lactancia, de planificación familiar y sobre todo en este tiempo, de medidas preventivas en relación el Covid-19”.
“En general son mamás muy jóvenes y de recursos económicos bajos, por eso nosotras insistimos en la planificación familiar, es nuestro trabajo pero no queremos volver a tenerlas el año próximo con otro embarazo si no pueden sostener a esa familia. Hay chicas que culturalmente creen que procrear es todo lo que pueden hacer y están felices con eso, pero nosotras tratamos de orientarlas para que puedan darles lo que necesitan sus hijos”.
Milca habla con entusiasmo de la tarea que realiza, que no se termina con los nacimientos. “Con las chicas seguimos viéndonos, yo extraño a mis pacientes y el vínculo continúa, compartimos muchas cosas y tratamos de hacerles algún presente para que se sientan bien lejos de sus casas”.
Dos emprendimientos acompañan a este proceso, una pañalera “Nubes de algodón” y “Ay que tierno!” de accesorios para bebés. “Son dos proyectos asociados, de mis hermanas, que siempre aportan presentes para las chicas”, cuenta como al pasar. “Hacemos un trabajo de anticipación sacando turnos y conociendo a la mamá, estamos con ellas en la Casa y después seguimos en contacto, tratamos que siempre se vayan con el DNI del bebé y sacamos el turno en el Registro Civil”.
Cabe mencionar que El Decreto Nº 262 del 25 de junio de 2003 derogó el pago del arancel para todos los nacimientos ocurridos en el país por un año. El Decreto Nº 832 del 24 de junio de 2004 prorrogó la vigencia de la derogación del arancel por un año más y, por otro año, se logró el mismo objetivo con el Decreto 819 del 24 de junio de 2005. La Ley 26.061/05- Decreto Reglamentario 415/06-, estableció la gratuidad del otorgamiento del primer Documento Nacional de Identidad a todos los niños y niñas y adolescentes nacidos en el territorio nacional, en forma permanente.
Durante la pandemia, los turnos se frenaron y no todos volvieron a la ciudad de Tolhuin con el documento. Es el caso de Antonio, que aún no fue registrado. “En ese momento no pudimos conseguir el turno y sólo me dieron un papel que dice ´bebé nacido vivo´. Es porque en esos días no podíamos ir desde internación hasta donde está la oficina del registro en el hospital, yo me quería volver y espero que pronto podamos hacer ese trámite”, confía Daniela.
Daniela y Antonio
Daniela vive en Tolhuin desde hace algunos años, tiene 34 años y cuatro hijos. “Lo que más me costó es dejar a mi nena que tiene seis años, yo sabía que ella estaba bien pero la extrañaba mucho. A mi otro nene lo pude ver porque estaba con su papá en Río Grande y me podía visitar en la casa”. El bebé nació por cesárea el 29 de Julio y a los dos días pudieron regresar a su hogar.
“Ahora está todo bien, pero en el momento fue un lío, el hospital estaba lleno de casos de coronavirus y se habían suspendido las cesáreas, nosotros queríamos volver a Tolhuin y Milca hizo lo imposible para que finalmente pudieran hacérmela, no sé qué hubiera hecho sin ella –repite- a mí no me conoce nadie acá, yo no conozco a nadie y al principio estaba nerviosa porque no sabía que iba a pasar, por suerte ella nos ayudó, nosotros estamos muy agradecidos a la asistencia de las enfermeras y de Milca que estuvieron en todo momento”.
Por: Lorena Uribe y Gabriela Bersier