El presidente del INFUETUR estimó que en dos o tres meses se verá el impacto de las medidas económicas en el turismo emisivo. El panorama es más que incierto, ante la imposibilidad de contar con turismo receptivo y tampoco con turismo interno, por la situación epidemiológica de varias provincias y de la zona norte. La ANAC prorrogó la reapertura de vuelos comerciales al 12 de octubre y la probabilidad es que se extienda todavía más esa fecha, por lo que se desconoce cuándo llegarán vuelos con turistas a la provincia. Por el momento se trabaja con la alternativa de charters con la modalidad de “burbuja”, para “salvar lo que se pueda” de la temporada. En el caso de los cruceros, las cancelaciones superan el 50% y se espera que el verano en Tierra del Fuego, si no hay conectividad ni posibilidad de traspasar determinados distritos, se volcará al campo. Ya se trabaja con programas de prevención de incendios y protocolos de seguridad.
Río Grande.- El presidente del INFUETUR, Dante “Willy” Querciali, fue consultado por Radio Universidad 93.5 sobre el impacto de las nuevas medidas económicas que limitan la compra de dólar turista, al margen de que todavía no están abiertas las fronteras para el turismo receptivo.
“Nosotros venimos trabajando con las agencias de viaje, con las cámaras de turismo y las cámaras en general por intermedio del PROGRESO, colaborando con la asistencia para poder sostener la actividad y los empleos sobre todo, hasta tanto se empiece a reactivar la situación. Obviamente estas medidas son un golpe duro para las agencias que son emisivas, ya estamos con el turismo receptivo totalmente frenado, y la imposibilidad de generar un desarrollo económico en el turismo emisivo impacta en forma negativa. No es una buena noticia para estas agencias”, dijo.
Dado que el informe económico de un diario nacional planteaba que un vuelo internacional tiene un 77% de impuestos, advirtió que varias agencias no van a sobrevivir. “Todavía el impacto concreto no lo tenemos porque las agencias de turismo están desde marzo cerradas o con una actividad muy baja. El turismo interno también está cancelado, no hay turismo de conectividad en el país, por lo cual el impacto concreto lo vamos a conocer dentro de dos o tres meses. Está claro que va a haber afectados que no van a poder sostenerse”, concedió.
Asistencia del programa PROGRESO
Por otra parte, se refirió al avance del otorgamiento de asistencia. “La mayoría de las empresas son sujetos de crédito y están siendo asistidas por el banco; otra gran parte no quiere tomar el compromiso del crédito porque no hay un horizonte claro y ha optado por el subsidio. En subsidios hemos tenido una demanda importante, con más de 250 solicitudes hasta la fecha desde que el INFUETUR empezó a formar parte de esto, de las cuales 190 ya han sido procesadas y canceladas o están en proceso de cancelación”, dijo.
“El lunes cerramos la nueva línea que se generó para empresas del ambiente turístico que tengan más de 15 empleados, y se registraron 45 empresas. Es asistencia para el sostenimiento del empleo y son 12 mil pesos por empleado, que se acreditan a la empresa y la empresa lo tiene que volcar en los sueldos que se van a pagar en octubre y noviembre. Con una única presentación ya queda hecho el trámite administrativo para que reciban los fondos en octubre y noviembre. Estamos hablando de alrededor de 1.400 empleados alcanzados por esta línea de subsidios”, manifestó.
En el caso de las que tienen menos de 15 empleados, recordó que “tienen asistencia desde julio, y la ayuda es mayor porque se otorgan hasta 17 mil pesos por empleado. En este caso el tope era de 270 mil pesos y por eso se sacó la otra línea, porque las empresas que tenían más cantidad de empleados no tenían manera de generar la asistencia”.
“Para las que tienen menos de 15 empleados el subsidio es renovable, una vez que hacen la presentación pueden volver a solicitarlo para el mes siguiente. Estos 270 mil pesos pueden utilizarlos para pagar empleados y, si queda un resto lo pueden usar para pagar servicios o alquileres”, apuntó.
Entre los requisitos, dijo que “tienen que presentar el 931 para ver la cantidad de empleados y luego la presentación de los recibos de sueldo donde debe figurar la acreditación a cada persona”.
Perspectiva para el verano
También se le preguntó sobre las expectativas para la temporada de verano, que no son buenas. “Tenemos una gran incertidumbre porque no hay un panorama claro. La situación de la pandemia a nivel nacional está impactando muy fuerte, se está desparramando al interior de país y esto genera ciertas restricciones. La apertura de la conectividad aérea estaba planteada a partir del 1° de octubre, pero ayer salió una comunicación de ANAC que genera la cancelación de los vuelos hasta el 12 de octubre y eso se puede llegar a postergar por un tiempo mayor”, advirtió.
En materia de cruceros “ha habido una gran cancelación por una cuestión de conectividad internacional sobre todo. Ya se cancelaron más del 50% y estamos trabajando junto con Puertos y Salud en un protocolo específico para las empresas que puedan realizar vuelos chárter burbuja encapsulados, para que puedan llevar adelante la temporada, por más que sea muy limitada. Vamos a intentar salvar lo poco que podamos seguir llevando adelante”, planteó.
En este contexto, la hotelería está “en la misma situación de las agencias. La actividad turística está cancelada, los vuelos por el momento son solamente de asistencia para residentes, y la intención es que a partir de noviembre podamos tener una cierta conectividad turística, con las restricciones necesarias, pero siempre y cuando estén dadas las condiciones sanitarias. Las perspectivas de acá a fin de año son de una actividad económica muy limitada y todo marca que esto se va a extender en el tiempo. Posiblemente el verano se vea fuertemente perjudicado”, avizoró.
“Cuando arrancamos el invierno fue un golpe muy fuerte a la posibilidad de tener turismo interno. Sabemos que por una cuestión de población, el volumen de movimiento interno turístico no es suficiente para generar el sostenimiento de las empresas, pero fue un golpe muy duro no haber podido aunque sea mantener esa situación”, observó sobre el rebrote en Río Grande, que impidió que avanzara esta alternativa.
Todos al campo
Con respecto al verano, “para la gente que se quiere ir todavía hay mucha incertidumbre. No tenemos que olvidar que cada provincia está tomando sus propias decisiones en lo sanitario y seguramente va a haber un corredor terrestre para que la gente pueda ir a su lugar de origen, pero cada provincia puede generar distintas restricciones. Seguramente el hisopado va a ser una de las medidas iniciales, pero hay provincias que no permiten la entrada o exigen una cuarentena de 14 días. Tenemos dos meses por delante y, con este desarrollo de la pandemia, pueden pasar muchas cosas. Tendremos que ir viendo el día a día”, se resignó.
“Además la pandemia ha impactado fuertemente en las economías familiares y estamos previendo que vamos a tener mucho más movimiento interno, si la conectividad entre ciudades se permite. Habrá más gente yendo al campo, haciendo trekking y actividades de naturaleza, así que estamos previendo una campaña para esto. Tendremos que trabajar muy fuerte en la prevención, porque sabemos el riesgo de los incendios y notamos que posiblemente haya una demanda superior en la zona rural de la provincia. Va a haber que trabajar junto con Defensa Civil y los organismos de control para evitar accidentes y que podamos disfrutar lo poco que se puede disfrutar en esta crisis”, fijó como meta.
“Si no hay actividad de conectividad aérea hay una gran cantidad de empresas que no van a estar en condiciones de generar una apertura. Somos optimistas y esperamos que antes de fin de año podamos empezar a tener una conectividad, sabiendo que va a ser menor a la capacidad de ocupación. En el mejor de los casos podemos tener una temporada de verano con un 30% de ocupación, cuando lo normal es entre el 86 y el 90%”, estimó.
Zona norte
Finalmente se le preguntó sobre la posibilidad de desarrollo de la zona norte, que se aleja cada vez más por la crisis generalizada. “Obviamente es más limitada en lo turístico pero hay nichos de mercado para trabajar, y ni hablar de la zona centro. Ahí hay un proceso más largo por delante porque hay que pensar en infraestructura de base para que se genere la demanda. Debe haber un interés de la inversión privada en ese sector y que encuentre nichos de mercado que permitan la sostenibilidad de la actividad turística. Por ejemplo en San Pablo existe la posibilidad de una iniciativa privada que traiga un proyecto. Si es sostenible en el tiempo, se puede llevar adelante para que esa zona tenga actividad comercial. Ante un proyecto de un privado, obviamente eso se desarrolla”, garantizó.
“Hace falta la impronta de la actividad privada y que vean viable el sostenimiento de la actividad los 12 meses del año. No hay ninguna empresa privada que vaya a hacer una inversión para captar movimiento en dos meses o 90 días. El Estado puede ayudar facilitando las cosas a quien quiera hacer la inversión, pero la pata privada tiene que encontrar un beneficio económico. Si no, no se va a meter en una inversión de esa envergadura”, sostuvo.
“Las puertas están abiertas para los inversores y las reglas son claras. Si el inversor lo solicita y la inversión tiene la envergadura de la cantidad de años que solicita, las reglas son claras y se les puede otorgar la concesión”, concluyó.