En comisión los concejales analizaron junto a la doctora Romina Cortes y referentes de Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Fabián Boyeras y Kati Pohjola proyectos que pretenden la creación de huertas de uso comunitario y familiares en predios fiscales como también en terrenos particulares con el objetivo de contribuir a la seguridad alimentaria y que sean los vecinos quienes produzcan sus propios alimentos.
Ushuaia.- En comisión de Calidad de Vida y Turismo, espacio presidido por el concejal Javier Branca, los concejales recibieron a la nutricionista Romina Cortes quien explicó sobre la importancia de conocer el origen de los alimentos y tener una alimentación soberana, donde cada vecino y vecina pueda generar sus propios alimentos.
“Celebro que hoy el Concejo trabaje en varios proyectos que acompañen la lucha por la soberanía alimentaria. Es bueno que seamos nosotros los que elegimos qué producir, cómo producirlos y cómo comerlos. No queremos perder la biodiversidad de nuestra tierra”, expuso la nutricionista.
Cortes detalló los efectos negativos de desconocer el origen de los alimentos, como así también la producción en masa de alimentos (como la soja) que casi no se consumen en la población. “Las huertas agroecológicas urbanas son una alternativa, para garantizar el derecho a la alimentación y además ayuda a la producción local y refuerza la participación social construyendo lazos comunitarios, que da como resultados un alimento sano, seguro y soberano”, aportó la profesional.
En tanto los referentes del INTA Fabián Boyeras y Kati Pohjola destacaron la importancia del trabajo en un marco regulatorio que garantice la seguridad alimentaria porque “existe vulnerabilidad respecto de la producción de alimentos”.
Los profesionales explicaron que el programa “Pro Huerta” aborda temáticas de interés de la ciudad como las escuelas que proyectan el desarrollo de invernaderos y granjas o las inquietudes sobre la demanda de huertas familiares, comunitarias y la producción con fines comerciales. Asimismo solicitaron el acompañamiento de todos los sectores sociales para avanzar con esta actividad.
Boyeras remarcó la importancia de formar capacitadores que pueden guiar a los vecinos interesados en producir sus propios alimentos. “La seguridad alimentaria nos preocupa y todo marco que nos ayude a desarrollar esta actividad lo celebramos y lo necesitamos”, dijo.
A raíz de la pandemia social que vivimos donde el consumo de alimentos en muchos casos se vio dificultado, Boyeras sostuvo que “tenemos una oportunidad de repensarnos y reconstruirnos porque existe una necesidad real de volver a producir y tener contacto con la tierra”.
El concejal Juan Carlos Pino reparó en que “existen muchas familias productoras de sus propios alimentos y por eso es importante promover la actividad transmitiendo el conocimiento y que puedan sostenerse los emprendimientos. Hay que apuntar a que el vecino tenga su huerta propia y trabajar con un marco legal para clarificar que terrenos son los que están permitidos”.
En tanto la concejala Laura Ávila remarcó la importancia de poder generar ordenanzas que “disipen los grises existentes”.
“Me parece importante trabajar en ordenanzas que sean viables” y agregó Ávila que “es noble que el INTA reconozca que no puede llegar a todos lados y que desde el municipio se pueda contribuir en este sentido”.
Por su parte la concejal Mariana Oviedo invitó al INTA a acudir al Concejo para avanzar en el estudio de los proyectos que permanecen en comisión.