Así lo aseguró el Dr. Daniel Duarte, Jefe de Terapia Intensiva del CEMEP. Consideró necesario lograr un acuerdo social para evitar la propagación del virus y remarcó que “somos nosotros mismos quienes debemos lograr reducir la curva de contagios”. Destacó los avances científicos registrados en Argentina como así también en el tratamiento de la enfermedad y confirmó la puesta en marcha del nuevo servicio que ya están implementando en la clínica sobre la detección temprana de COVID-19 por RT-PCR. Sostuvo que en Río Grande el sistema de salud “está fortalecido” aunque advirtió la imposibilidad de contar con una cama y un respirador por cada habitante. “El aislamiento social es la medida de prevención más efectiva”.
Río Grande.- En el marco de las distintas acciones que vienen implementando para hacer frente a la pandemia, el Jefe de Terapia Intensiva del CEMEP, Dr. Daniel Duarte, dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre el nuevo servicio que comenzaron a implementar en la clínica y que tiene que ver con la detección temprana de COVID-19 a través del Genoma Viral por RT-PCR.
Se trata del método directo más sensible y específico recomendado por la Organización Mundial de la Salud el cual permite la detección del virus en muestras de hisopado nasofaríngeo.
En diálogo con “De la mejor manera”, explicó que “durante el mes de febrero, y dentro del Comité Operativo de Emergencia de la clínica, comenzamos a realizar un plan de contingencia para la aparición, inicialmente de los primeros casos, y luego del rebrote; dentro de ese plan, desde la gerencia habían propuesto implementar el PCR en forma activa con virología molecular y con todos estos contratiempos que hay en cuanto a las compras de insumos y equipamiento desde el exterior, se pudo realizar. Nosotros somos un ente privado y pudimos comprar ese equipamiento que, para nosotros, en terapia intensiva e inclusive para los médicos clínicos y cualquier persona de la ciudad, es muy beneficioso porque define una conducta inicial para el aislamiento preventivo y en tal caso si el paciente tiene síntomas y da negativo, realizar el seguimiento clínico. Para nosotros es un momento muy valioso porque no todas las clínicas de Argentina pueden tenerlo y no solamente el equipo sino también los profesionales que se encuentren haciendo este procedimiento. Tenemos un servicio que está a la altura de las circunstancias”.
En este sentido, recordó que “en febrero cuando comenzamos a averiguar estaban disponibles los testeos rápidos, los PCR y también había laboratorios que ofrecían otros testeos, pero nosotros apuntábamos a la biología molecular porque es la forma más segura y eficaz para el desarrollo y el diagnóstico de la enfermedad. Desde febrero ya teníamos distintas comunicaciones teniendo en cuenta las experiencias registradas en China, y en marzo, la experiencia que tuvo el Dr. Maurizio Cecconi en Italia, y así sucesivamente con referentes de la medicina intensiva del mundo. Fuimos aprendiendo y ellos también fueron aprendiendo”.
El Dr. Duarte destacó que “en Argentina nos toca una etapa donde el conocimiento científico y el tratamiento ha avanzado bastante. Si bien es una enfermedad que no tiene cura, los intensivistas hemos aprendido que es una enfermedad multisistémica, y a través del conocimiento de los profesionales con quienes tenemos continúa comunicación, nos ha permitido obtener conocimientos de la fisiopatología y de los resultados de centros donde se atendieron más de tres mil casos y ese es un punto clave para el desarrollo de la estrategia a seguir ya sea en terapia intensiva con la aparición y la observación de las tomografías y el seguimiento clínico de los profesionales; eso nos sigue sirviendo mucho porque básicamente los resultados son muy favorables aplicando las técnicas que estamos aprendiendo”.
En una entrevista concedida a Radio Universidad 93.5, explicó que “con el rebrote de agosto, no se saturó el sistema sanitario, pero sí conllevó a que la población asista a centros como el CEMEP, ya con patología COVID. A partir de allí, algunos pacientes fueron derivados al Hospital Regional Río Grande y otros pacientes fueron y se siguen atendiendo en la clínica. En ese mix de pacientes que habían contraído el virus y aquellos que no, también aprendimos de otros centros que pasaron a tener la misma función y es uno de los centros médicos con más capacidad que debe tener respecto al control de infecciones porque uno se puede contaminar de una persona entonces el riesgo debíamos disminuirlo al máximo y así lo hicimos. Hay pacientes que se siguen operando”.
El banco de plasma del CEMEP, en pleno desarrollo
“En Argentina se está haciendo un estudio multicéntrico sobre plasma y los resultados preliminares que recibimos la semana pasada desde Buenos Aires indican que son muy similares a los que tenemos nosotros. Cuando un paciente se agrava, se necesita de mucha tecnología y soportes mecánicos, ventilatorios, renales, monitoreo cardiovascular, y todas estas cuestiones las hemos podido acompañar y aplicar desde el inicio de esta pandemia para estar a la altura de las circunstancias”.
Asimismo, anticipó que se encuentran trabajando “sobre la creación de nuestro propio banco de plasma a través de la Dra. González y desde el Hospital Regional Río Grande hacemos el abastecimiento para nuestros pacientes siempre y cuando tengan indicación. Es importante recordar que todos estos tratamientos iniciales tienen que estar debidamente indicados en tiempo y forma y a su vez no es la panacea porque el plasma puede evitar frenar la liberación de productos de degradación del virus dentro de la sangre, pero una vez que se desarrolla ese proceso inflamatorio, ya el plasma no está indicado después de más de 10/12 de la enfermedad”.
“Podemos decir que somos unos privilegiados en la información científica porque nos estamos nutriendo de toda la información que viene desde Europa, China y Estados Unidos y eso de alguna manera nos coloca en un buen lugar porque vamos teniendo esas experiencias tanto en los seguimientos de los pacientes como en los tratamientos. Inicialmente en China comenzaron con unos tratamientos que hasta el momento se desconocían sus resultados hasta que en febrero esta situación explota en Italia y en gran parte de Europa y ahí también comenzaron a realizar diversos estudios ya con los resultados preliminares y las características de tratamiento y resultado que tenían en China; eso ya se fue modificando y hay tratamientos que no se utilizan más y otros que se utilizaban en Italia y que tampoco se siguieron utilizando. Hubo cambios en el tratamiento, en indicaciones y el corticoides tomó mucha relevancia en el tratamiento de los pacientes al igual que la anticoagulación, la ventilación en vacío inicial precoz y la intubación precoz tomaron relevancia en estos últimos 20/30 días”.
Desde que comenzó la pandemia, según explicó el Dr. Duarte, “se han registrado cambios en lo que respecta al tratamiento y se han logrado buenos resultados y en Río Grande, a través de la clínica CEMEP, estamos en permanente contacto con oradores de todo el mundo y Latinoamérica tiene una buena aceptación académica y pudimos aprender de cosas que se fueron implementando en el resto del mundo con muy buena tecnología y medicina. Hay detalles muy prácticos que se definieron en el desarrollo de la enfermedad con la tomografía computada: una tomografía, a los 5 días, te dice cómo puede llegar a terminar un paciente y qué camino tenemos que tomar respecto al acompañamiento y eso inmediatamente nos clasifica y nos advierte cuando en el resto del mundo tuvieron la oleada de contagios no pudieron aplicar estas estrategias porque el sistema de salud europeo estaba claudicado”.
Posibilidad de recontagios
El Dr. Duarte también hizo referencia a los “pequeños rebrotes que se están registrando en Italia y Francia porque la inmunidad te dura solamente tres meses. Si vos adquiriste el germen, te dura aproximadamente entre tres y cuatro meses la inmunidad por lo cual ellos ya van a comenzar a registrar rebrotes ya sea por aquella persona que no está infectada como los casos de pacientes que se volvieron a infectar. Ellos apelan más a la concientización social a que producir más equipamiento y tener más terapistas porque esa no es la solución”.
Respecto a las versiones del paciente que se habría reinfectado en Río Grande, indicó que “esta situación está siendo investigada por el laboratorio de Ushuaia y están esperando el fenoma. Yo no me apresuraría a asegurar que se trata de una reinfección, pero sí podría ser una recaída; si es reinfección, habría que buscar si es por el mismo germen y si realmente en la primera infección se determinó anticuerpos por lo cual es más complejo. Lo que sí sabemos es que aquellas personas que tuvimos la enfermedad y generamos anticuerpos, los mismos descienden y esto significa que se puede estar nuevamente, si no tuviste mayores crecimientos de anticuerpos en la aparición inicial del virus, reinfectado. Hay un solo estudio de reinfección a los dos meses en personal de salud y no puedo aseverar esto en algún paciente de Río Grande. En un mes y medio puede haber una recaída y tiene que ver básicamente con el sistema inmune de la persona que se da con los mismos síntomas, pero menos ‘invasivos’. Es una enfermedad que no tiene cura. La segunda situación es que podés reinfectarte a los cuatro meses y en ese camino podés cursar bien o mal la enfermedad. Yo sería extremadamente cuidadoso si ya tuve la enfermedad al tratar de no volver a exponerme; las reinfecciones que están ocurriendo son muy pocas y hay que esperar a fin de año para conocer más avances en estos estudios preliminares. En el caso del personal de salud, estamos muy expuestos a volver a pasar por esta situación nuevamente”.
Los avances en el desarrollo de las vacunas
El Jefe de Terapia Intensiva del CEMEP también se refirió a los distintos avances que se fueron registrando en los países que se encuentran estudiando la vacuna para combatir el COVID-19 y remarcó que “la mayoría se encuentran en fase 3. Todavía hasta junio/julio del año que viene no la vamos a poder tener y creo que es importante concientizar que a esta situación no la va a resolver, inicialmente, una vacuna en los próximos meses hasta el año que viene. Debemos seguir haciendo énfasis en el distanciamiento social, en no salir innecesariamente y a su vez, si tengo síntomas, inmediatamente aislarme”.
Sobre los avances en el desarrollo de la vacuna, indicó que “hay diferentes circunstancias. La que está desarrollando Estados Unidos estiman que es una la más seguras porque estimula la formación de anticuerpos, aunque, en todos los casos, se encuentran en fase 3 y hay que ver si después de la última fase no aparecen complicaciones de toda la vacunación que se están haciendo en estos voluntarios. Yo creo que hay ser cautos con respecto a la vacuna y por ahora la única salida que tenemos es el aislamiento social, evitar que la economía avance en tanto y en cuanto nosotros seamos unos ciudadanos responsables a la hora de si tengo síntomas, no salgo; la utilización correcta del barbijo y la higiene constante de nuestras manos. Es la única herramienta que tenemos”.
“Lamentablemente en Río Grande registramos muchos fallecimientos. En el mundo, el índice de mortalidad es del 1 al 7 por ciento y en los lugares donde se hicieron muchos hisopados bajó al 2,5% porque tenían más casos y por lo tanto la incidencia bajaba pero nosotros tenemos más de 2500 casos y un 2,2% de mortalidad para una población en la cual podemos ponernos de acuerdo en cuatro o cinco cosas básicas, creo que podemos mejorar aún más sobre todo por la gran cantidad de gente que se ha quedado sin un ser querido y mismo aquellos pacientes que han quedado convalecientes después de una infección grave que tuvo por este virus”.
Pacto social para reducir la curva de contagios
El Dr. Duarte también brindó su opinión sobre la posibilidad de que los establecimientos educativos vuelvan a funcionar con los alumnos en las aulas e indicó que “por lo que estuve investigando sobre todo por lo sucedido en Europa, tenemos que tratar de frenar los brotes para poder reiniciar las clases. Tenemos que poder ponernos de acuerdo en cosas básicas y si todavía no podemos reunirnos en familia por una condición de pandemia, será muy difícil ponernos de acuerdo en el retorno de las clases presenciales a pesar de que los chicos puedan tener otro tipo de conducta en esta circunstancia”.
Para Duarte, antes de volver a las aulas, “deberíamos realizar un pacto social para ponernos de acuerdo y bajar los casos positivos para que los chicos puedan volver a las clases. Hace algunos días, el Dr. Manes brindó una conferencia en el Instituto Favaloro donde mencionó los estudios preliminares que están realizando en torno a la salud mental que reflejaban un deterioro cognitivo que tienen los chicos entre 15 y 16 años producto de la pandemia. Es necesario que ellos vuelvan a clases, pero también es necesario que no los expongamos entonces ahí está el pacto social que debemos hacer para ser capaces de bajar los índices de contagio para luego no tirar la responsabilidad a las escuelas, al Gobierno y mismo a los médicos. Somos nosotros quienes debemos bajar la curva de casos. Es muy importante que los negocios estén abiertos, pero primero debemos ser responsables como sociedad”.
“El sistema de salud público y privado está a la altura de las circunstancias”
Respecto al rebrote que comenzó a registrarse en Ushuaia, el Dr. Duarte precisó que “tanto el sistema de salud público como el privado están a la altura de las circunstancias para afrontar esta pandemia, pero no se puede tener un respirador y una cama de terapia intensiva para toda la población entonces debemos entender que no puede haber un respirador y un policía alrededor de cada casa para que no salga si tenemos síntomas. La ciudad de Río Grande está capacitada en cuanto a profesionales y tecnología para afrontar esta situación. Sobre el rebrote, siempre hay una necesidad de más camas, pero un terapista no se hace de un mes para otro. Lo más fácil es comprar equipamiento y tanto el Estado como nosotros también lo hicimos, pero como es una patología muy compleja, lo que uno tiene que atender son pacientes complejos y por lo tanto son especialistas quienes tienen que atender esa patología; ante esa situación Río Grande está preparada para asistir, pero no podemos dejar al azar es la consciencia social porque no vamos a poder tener un respirador y un terapista al lado nuestro todos los días. Debemos volver a concientizarnos y parar los números de casos porque del 16 al 20 por ciento del total de los casos se hospitaliza y, sobre ese porcentaje, solamente del 5 al 12 por ciento ingresa a terapia intensiva y esto está totalmente relacionado a la totalidad de casos. Si nosotros tenemos cinco casos por días, la aparición de casos en terapia intensiva es prácticamente nula por lo cual la idea es bajar los números de casos para que terapia intensiva no se vea colapsada. En terapia intensiva CEMEP siempre tenemos una ocupación por arriba del 90% porque de lunes a lunes trabajamos con patologías con y sin coronavirus; siempre tenemos una reserva de cuatro a seis camas de terapia intermedia. El sistema sanitario público y del sector privado tiene la capacidad de expandirse ante la necesidad de más camas”.
“Mi esposa, quien también trabaja en terapia intensiva, todavía sigue padeciendo las consecuencias del virus y estamos preocupados por esta situación. Ante esa situación, sabemos que, durante el aislamiento preventivo, hablando estrictamente sobre lo sucedido en Río Grande, en agosto nos resguardamos y seguimos registrando casos. La realidad es que en Argentina no hubo un estudio retrospectivo para determinar los resultados de la pandemia con o sin cuarentena. Claro que se supone que la cuarentena pudo haber reducido los casos, pero a la hora de las estadísticas, cuando uno compara la realidad de otros piases, tiene más casos y más muertos. Ante esta realidad, no podemos aseverar que si no estábamos en cuarentena íbamos a registrar más o menos muerte. En Río Grande hubo una cuarentena durante este rebrote que comenzó en agosto, pero sin embargo no han bajado los casos. La única solución es un pacto social y si tenés síntomas debes quedarte en tu casa. Es una situación penosa porque la gente quiere seguir siendo libre, pero debe priorizarse el amor por el prójimo”.
Destacó que en la clínica CEMEP “tenemos un soporte sanitario bastante suficiente. Ya llevamos varios de pandemia con pacientes. En Río Grande el sistema está fortalecido porque tenemos mucho conocimiento y experiencia después de varios meses de pandemia con tratamiento de pacientes graves, algunos con resultados pocos felices, y otros con resultados más positivos”.
Finalmente, anticipó que a fin de año “vamos a publicar en la revista de terapia intensiva de Argentina nuestros resultados y las características de tratamiento en cuanto a ventilación mecánica y monitoreo cardiovascular que es bastante interesante donde medimos el agua extravascular pulmonar y esto nos ha ayudado mucho en el manejo de estos pacientes. En nuestro país es una experiencia que está en muy pocos centros. Tenemos conocimiento científico, hay camas, y tenemos dos meses en la experiencia de la patología, pero esto no quita que nosotros debemos seguir siendo conscientes de las complicaciones que genera esta enfermedad que, insisto, no tiene cura”.