El diputado de Juntos por el Cambio Héctor Stefani adelantó el rechazo al proyecto de presupuesto nacional. Lo consideró “un dibujo” en base a los parámetros que toma para el dólar, entre otros, y la devaluación que niega el gobierno nacional pero se ve plasmada en el proyecto. Dio a conocer avances en el proyecto para una segunda bandera, a fin de incentivar la fabricación de embarcaciones y su radicación en la provincia. También consideró que es el momento propicio para la prórroga del subrégimen industrial, pero “con reglas claras” para los empresarios, que deberán reinvertir en Tierra del Fuego.
Río Grande.- El diputado nacional de Juntos por el Cambio Héctor Stefani adelantó por Radio Universidad 93.5 el rechazo al proyecto de presupuesto del gobierno nacional. Aseguró que “no es para nada un plan de gobierno sino que es una formalidad. Es un presupuesto bastante complicado de leer, es un presupuesto de gastos porque no se explica el plan de gobierno, el plan de reactivación, ni hacia dónde va a ir el país del punto de vista económico”.
“Es difícil de entender porque los presupuestos de los países modernos son bastante claros y son programas de gobierno. Se dice qué política se va a llevar adelante, en qué territorio, quiénes van a ser los responsables de aplicar esas políticas, para poder medir después el impacto del dinero que se invierte”, comparó.
Consideró que destinar el 66% a asistencia “no es viable. No estamos yendo a ningún lado. Somos el segundo país en el mundo con mayor carga tributaria, tenemos 167 impuestos. Las empresas se van a ir porque tenemos que bajar la carga tributaria. Según un informe del Banco Mundial de este año, el único país que nos supera es Unión de las Comoras, que son tres islas al sudeste de Sudáfrica, con un 60% de pobreza. Después venimos nosotros”, dijo.
“Que no me vengan con los cuatro años de Mauricio (Macri) como hacen todos los kirchneristas. La Argentina hace diez años que no crece y, si no crece, ese es el diagnóstico: porque somos el segundo país del mundo con carga tributaria. Somos un país con una ley laboral que lo único que hace es una industria de juicios laborales. Tenemos sindicalistas ricos que hace 40 años están en el sindicalismo y somos un país donde el sindicalismo es obligatorio y no voluntario”, criticó.
“En los últimos ocho años de gobierno kirchnerista pasamos de tener 360 mil empleados públicos a 750 mil. Se cree que vamos a resolver el problema económico de la Argentina con el Estado. La Argentina necesita un rumbo, producir, volver a la generación de trabajo. Los votos se compran con contratos, y hay diputados que tienen 30 contratos. Si vemos los sueldos de las legislaturas de las 24 provincias argentinas, el Congreso no existe. Hablan del Congreso, pero hay que ver las legislaturas, los concejos deliberantes, porque hay 2.300 municipios en la Argentina y hay una corporación público-privada, porque también hay privados que están a cargo del Estado, con la cartelización de la obra pública que tenemos”, aseguró.
“No tenemos los pliegos de obra pública en internet, con lo que se podrían bajar y presentarse las empresas que quieran. En el presupuesto dicen que no van a devaluar, se calcula un dólar a 158 pesos y pasa a 180 pesos en siete días. Eso genera el 14% menos para cualquier trabajador o cualquier pyme. No hablan de devaluación pero mandan un dólar oficial a 80 pesos y para el año que viene en el presupuesto lo calculan a 102. Eso está escrito en el presupuesto y se llama devaluar. Por eso digo que este presupuesto es un dibujo y el diagnóstico es mucho peor. Esto no se resuelve ni con el Banco Central ni con financiación de deudas. Hay que resolverlo con cuestiones estructurales. Así como está no acompaño este presupuesto ni de casualidad, y no creo que se pueda cumplir. Ya arranca con una premisa falsa y va a llevar a una conclusión falsa”, advirtió.
“La Argentina hoy necesita una concertación política, acordar cinco o seis políticas públicas para que el país arranque. Primero la reforma tributaria para empezar a charlar y no tener 167 impuestos, ni tener impuestos distorsivos, nacionales, provinciales y municipales. Una patente de un vehículo en Ushuaia vale el doble que una patente en Río Grande”, citó como ejemplo.
Doble bandera
Por otra parte, informó que ayer se reunió con el Prefecto Nacional Naval “porque estoy atrás de crear el proyecto de una segunda bandera de registro en Argentina. En este momento te tildan de loco por hacer este tipo de proyectos, pero hay que mirar para adelante. Después de la segunda guerra mundial la Argentina se quedó con la cuarta flota naval del mundo. En 1960 teníamos 190 barcos y transportábamos carga a todo el mundo. Teníamos oficinas en las Torres Gemelas. Tenemos el litoral marítimo más grande y no tenemos barcos. El último barco que se hizo en la Argentina fue el portacontenedores Isla Gran Malvina. Nos fundimos, vino Menem que decretó la regulación portuaria y no tenemos más barcos. Todos los años gastamos entre 6 mil y 7 mil millones para transportar la carga. Como no tenemos barcos, le tenemos que pagar a otros países para que nos transporten la carga. En el mundo aparecieron las banderas de conveniencia, que son banderas de países donde se pagan menos impuestos. Los dueños de los barcos los llevan a esos países y pagan menos impuestos. Aparecieron países que no tienen mar, pero tienen banderas, como Suecia o Bolivia. Panamá tiene la misma cantidad de barcos matriculados que Estados Unidos y China juntos, por ser una bandera de conveniencia. Si recuperamos los barcos, podemos recuperar trabajo e intervenir en el precio de la carga. Los países generaron una segunda bandera de registro y se acomodan a la línea de las banderas de conveniencia, bajan los impuestos, tienen algunas diferencias con la ley laboral, los trámites aduaneros, los costos portuarios. Yo propongo que la Argentina haga lo mismo que otros países, que la bandera se llame Fueguina, y que las empresas se instalen en Tierra del Fuego porque no van a pagar impuestos”, detalló.
“Ya nos juntamos con los armadores de los barcos, con la industria naval, con algunos sindicatos, nos apoya la gente de la UTN, me acabo de juntar con el Prefecto Nacional Naval, le compartí el proyecto al gobernador de Tierra del Fuego, porque estoy convencido de que va a ampliar la matriz productiva. Hay alrededor de 20 diputados que acompañan el proyecto, entre ellos Mabel Caparrós. Estos proyectos no tiene ideología y acá no hay grieta, porque estamos generando trabajo y que la industria naval se vaya a Tierra del Fuego. Tenemos que generar seguridad jurídica y previsibilidad. El proyecto está avanzando muy bien y sigo trabajando con mi equipo, juntándonos con todos los que nos tengamos que juntar”, expresó.
Subrégimen industrial
En cuanto al subrégimen industrial, recordó que “cuando estábamos en el gobierno de Cambiemos nosotros éramos los responsables de que el régimen no se ampliaba. El subrégimen hay que ampliarlo y tenemos que tener el espejo con Manaos. Hay que optimizar la capacidad industrial de Tierra del Fuego porque tenemos una logística pésima. Se presentaron un par de proyectos y ahora es una oportunidad para que se amplíe el subrégimen industrial, con parámetros claros, porque a los empresarios hay que obligarlos a reinvertir en Tierra del Fuego. No es sacar plata de Tierra del Fuego y poner una mina en Santa Cruz. Hay que obligarlos a ser competitivos, a que incorporen tecnología, mejoren la logística y tengan un fondo anticíclico, porque no puede ser que cada vez que hay una crisis económica los gobiernos provinciales tengan que salir al rescate. Tienen que poner un poco de lo que ganan”, concluyó.