María Elena Delgado, mamá de Sofía Herrera, no renuncia, nunca lo hizo, ni lo hará, en la búsqueda de su hija Sofía Herrera, vista por última vez, el 28 de septiembre del año 2008. Para el 12° año de su ausencia, hace un mes atrás, desde el juzgado de Instrucción que lleva adelante la causa, se dio a conocer de manera oficial, la cuarta actualización o proyección del rostro de Sofi. Un mes después de este acontecimiento, Elena asegura: “Me re costo familiarizarme, la veo y no puedo aceptar que sea así de grande”.
Río Grande.- A un mes de conocida la nueva proyección del rostro de Sofía Herrera, desaparecida en el camping John Goodall el 28 de septiembre del 2008, su madre, renueva las esperanzas, aunque con el pesar de la ausencia, que no es poca, 12 años sin su hija.
Entre esta cuarta actualización de la proyección, y el pedido de captura internacional para “espanta la virgen”, Dagoberto Díaz Águila, un chileno de entre 50 y 60 años, único imputado en la investigación, después de 12 años, le permitió a María Elena una serie de entrevistas en medios trasandinos, que reactiva de algún modo la búsqueda; sin embargo, la pandemia ha frenado todo.
Las redes sociales se presentan como el medio por excelencia a través del cual, la mamá de Sofía, recibe información, de todo tipo mensajes de aliento, información y otra serie de escritos extravagantes, que no aportan nada. Lo cierto es que Elena, se toma su tiempo, y responde a cada mensaje.
Respecto de la nueva imagen de su hija, María Elena indicó: “Me re costo familiarizarme, la veo y no puedo aceptar que sea así de grande, esta es la cuarta actualización y me cuesta un montón, pero es una nueva esperanza, que se renueva, una nueva herramienta para que la sigamos buscando”.
El lado positivo es que, “Gente que ve una nena parecida y me escribe, yo recibo muchos mensajes de la gente que me mandan por privado, este tiempo hubo mucho movimiento, sobre todo gente de Chile, lo que quiero es llegar a los lugares más remotos tanto de acá como de Chile para ver si alguien la puede reconocerla o si ella misma se puede reconocer, y pueda pedir ayuda, esa es la esperanza que tenemos”, confía.
Por último Elena expresó: “Son 12 años y es demasiado, ya no sabes como seguir pidiendo a todo el mundo que la siga buscando, quisiera que el mundo se pare y busque a mi hija” y agregó, “siempre la vamos a seguir buscando, no pierdo la fe, ni la esperanza que en el momento menos pensado aparezca algo”.