Se trata de una inversión público-privada, que apunta a la consolidación del laboratorio de genética largamente anunciado, con fines de exportación. El subsecretario de Producción Emiliano Olmedo destacó la alianza estratégica entre el sector público, los productores, el asesoramiento del INTA y el SENASA, para lograr el objetivo de diversificar la matriz productiva. El montaje del centro demandará una suma que ronda entre los 20 y los 30 millones de pesos y estaría en funcionamiento a partir de diciembre del año próximo.
Río Grande.- El subsecretario de Producción Emiliano Olmedo dio detalles por Radio Provincia del anuncio de la puesta en marcha del laboratorio de genética, con una inversión que ronda entre los 20 y los 30 millones de pesos, y podría estar en funcionamiento en diciembre del año próximo.
“Tenemos una mirada de desarrollo hacia la provincia y es un proyecto que requiere de equipos, infraestructura, para la puesta en funcionamiento. Se va a gestionar en forma público-privada con el sector productivo y hay instituciones que consideramos estratégico que estén, como el INTA y el SENASA, para facilitar todo el conocimiento científico, la apertura de mercados y el cumplimiento de normas”, dijo.
“Hemos venido trabajando este año, sobre todo después del invierno, con la Asociación Rural, con distintos productores que tienen cabañas y animales de mucho mérito genético, en el diseño del proyecto ejecutivo junto con el INTA y SENASA. Estamos en condiciones de concretar la inversión necesaria para estar en obras el año que viene. Estimamos que puede estar funcionando para fin del próximo año”, afirmó.
“Hace falta mucho equipamiento específico, porque son herramientas biotecnológicas las que se van a empezar a aplicar en la provincia, que se aplicaban hasta ahora en muy baja cantidad, porque todos los equipos y profesionales debían traerse a la provincia, con un costo enorme de logística”, observó.
“Nosotros buscamos que este laboratorio sea un centro de servicios para productores locales y que genere la posibilidad de vender productos que hasta ahora no estaban siendo aprovechados. Además de eso hace falta mucha capacitación para que el centro se fortalezca con profesionales y recurso humano”, sostuvo.
“Luego hay una etapa de trabajo con los productores, porque los biotipos de animales y la genética existente es muy buena, pero se debe trabajar en una continua mejora, para que el mundo reconozca los productos que salgan de acá, una vez que pasemos a la fase de exportación. Son dos etapas, una pensada en el mercado local y los productores locales, para que continúen con el proceso de mejora de la genética e incluso que se acelere; y una segunda etapa que implica mirar hacia otros lugares del planeta para posicionar estos productos de Tierra del Fuego. La genética de la provincia es muy buena y esto está reconocido por especialistas que han venido”, aseveró.
Consultado acerca de por qué se elige puntualmente la raza bovina Hereford, explicó que “es la que más predomina en la provincia y desde mediados de los ’70 empezó a hacer punta, compitiendo con el ovino por el espacio en el campo. El productor viene trabajando históricamente sobre esa raza, porque es la que más se ha adaptado al clima, y sobre la cual tenemos la base de la genética. El laboratorio lo que hace es permitir que esa genética de la vaca o el toro Hereford pueda ser extraída y presentada como embriones o como semen para que llegue a distintos lugares de la provincia, del país y del mundo cuando podamos hacer las exportaciones”.
Respecto de la existencia de laboratorios similares en la región, indicó que “en la Argentina son 15 los centros de genética, pero en Patagonia no hay de bovinos y ovinos. El más cercano que tenemos y está funcionando solamente para ovinos, pertenece al INTA y se utiliza con fines de desarrollo e investigación. Son pocos los lugares que se animan a desarrollar esto, porque tiene su complejidad, requiere de mucho conocimiento y formación de recursos humanos, además del equipamiento”.
Aporte público-privado
El funcionario apuntó que “el emprendimiento se va a realizar mediante una inversión público-privada” y, consultado acerca de si se necesita aval de la Legislatura, manifestó que “en principio estamos pensando en acuerdos con el sector productivo para gestionarlo de manera conjunta. Es inteligente que el Estado se asocie a los productores para desarrollar estas actividades y el formato público-privado puede ser algo muy simple, como un convenio con las asociaciones; o bien escalar a alguna otra figura. Obviamente estos convenios se ratifican en la Legislatura, pero más allá de la figura y las ratificaciones, yo rescato la mirada estratégica del gobierno de la provincia de asociarse con el privado, que no ocurre normalmente. Esto apunta a poner en el mismo proyecto la mirada del sector privado y el público, y que eso fortalezca la gestión del centro”, dijo.
En cuanto a los plazos, la expectativa es “empezar a operar el centro junto con la época de servicio de la especie bovina, que es a partir de octubre, noviembre y diciembre del año que viene. Podría estar listo antes, pero esto se debe ajustar a los tiempos biológicos de los animales. La fecha posible sería abril o mayo del año que viene con el servicio de los bovinos, pero creemos que es muy próximo y no vamos a llegar con la obra civil y la formación de recursos humanos. Es una apuesta a largo plazo y, si no podemos cumplir con la expectativa que tenemos para diciembre del año que viene, iremos postergando el inicio según los ciclos productivos. Hay trabajo detrás para cumplir con las fechas propuestas”, remarcó.
Acuerdo de productores
Un punto importante es el interés y compromiso asumido ya por los productores: “Todo el trabajo de construcción del proyecto ejecutivo y de reflotar algunas ideas se viene haciendo con el sector productivo. Hemos tenido seis o siete reuniones con la Asociación Rural, con productores bovinos y ovinos, y todos han manifestado el apoyo y la intención de involucrarse. El gobierno tiene la firme decisión de avanzar y la propuesta se elabora entre el gobierno, los productores, con la opinión y asesoramiento del INTA y el SENASA, que son las patas necesarias para que el proyecto se concrete”, expresó.
Recordó que “hubo muchos anuncios en este sentido, y nosotros preferimos arrancar más despacio, con el acuerdo de todas las partes y el involucramiento, porque implica trabajo, tiempo, hasta definir la propuesta de desarrollo. La ministra Sonia Castiglione nos pide todo el tiempo que tratemos de encontrar propuestas innovadoras, que apunten a la generación de empleo y a este concepto que muchas veces se dice pero no se le pone contenido, que es la ampliación de la matriz productiva de la provincia”.
Finalmente se le consultó sobre la generación de puestos de trabajo y, si bien serán pocos los directos, “entendemos que va a dinamizar mucho la producción. Los puestos directos son profesionales involucrados con el centro y, dependiendo de la dimensión que le terminemos de dar, van a ser entre 3 y 7 personas. El número directo es bajo, pero va a dinamizar mucho la producción hacia adelante, porque se empieza con la genética pero después se sigue con los productos tradicionales, que esperamos que sean mejores. Eso tracciona todo el resto de la cadena de valor de ganados y carnes de la provincia”, concluyó.