El propietario de la agencia RG Viajes, Federico Juncos, ofreció un complicado panorama para los que quieren salir de vacaciones. Ante las dificultades del traslado terrestre subió la demanda de pasajes aéreos, pero en diciembre ya todos los vuelos están completos. Se suman problemas por la reprogramación de vuelos y hay familias que pensaban salir este mes y tendrán que esperar a enero. También se han hecho reprogramaciones para febrero y sigue la incertidumbre con Aerolíneas, respecto de si podrá cumplir con el cronograma dispuesto. Un pasaje de ida y vuelta para marzo o abril puede rondar los 15 mil pesos, pero en esta fecha la cifra trepa a los 30, 40 y hasta 50 mil pesos, en función de la demanda.
Río Grande.- Federico Juncos, propietario de la agencia de turismo RG Viajes, dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre la compleja situación para los fueguinos que quieren salir de vacaciones, y la demanda que subió de pasajes aéreos por las dificultades para el traslado terrestre.
“A mediados de diciembre varios vecinos tenían pasajes comprados y programadas sus vacaciones, pero se han encontrado con la reprogramación de vuelos. Tenemos el agravante de las dificultades para salir por tierra por el parate en el país vecino. Nos han hecho muchas consultas por teléfono por parte de gente que tenía pensado salir por tierra y ve complicada esa situación. Es decir que, además de que hay pocos vuelos, se agrega este problema”, dijo.
“Esta semana tenemos dos vuelos. Ayer llegó uno a la ciudad de Río Grande, hubo un vuelo el 3 y el 10 de diciembre, nos queda por delante un vuelo el 17, otro el 21, otro el 24 y otro el 31. Los demás días no va a haber operatorias en Río Grande. Encima el horario es bastante incómodo, porque salen a las 23 horas y llegan a las 2 de la mañana, es decir que van a pasar la Navidad y el Año Nuevo arriba del avión, y llegan a Ezeiza porque Aeroparque está cerrado hasta febrero”, señaló.
“Ushuaia tiene algunos días un vuelo y otros tienen dos. El 19 de diciembre pusieron tres, pero en un momento estuvieron a la venta todos los vuelos y hubo mucha gente que compró pasaje, que se encuentra con el problema de que no está reubicada. Los que han comprado por la web o la página de Aerolíneas hoy no tienen respuesta”, afirmó.
“Aerolíneas generó promociones, vendió pasajes pero luego dio de baja los vuelos, con fecha incierta para poder viajar. Como agencia debemos tener una responsabilidad comercial, mucha gente nos ha consultado y nosotros les decimos que les podemos vender los vuelos, pero están sujetos a cambios. Como agencia hemos reubicado a todos los pasajeros para diciembre y enero, algunos con mayores problemas y otros no tan complicados. Ahora estamos reubicando para algunos vuelos de febrero. En enero no va a estar tan complicado porque Aerolíneas ha puesto más vuelos. El problema fue de tiempos, porque desde el momento en que todas las provincias empezaron a pedir más vuelos, hacen falta varios días para reflotar un avión y que pueda salir a volar, después de estar meses parado”, explicó.
“Esto depende de la gerencia de Aerolíneas y del gobierno de Tierra del Fuego, y no sé si la demora fue en pedir los vuelos o en sacar los aviones de los hangares. La flota es la misma pero hubo aviones que estuvieron parados desde marzo y no los volvieron a reflotar”, manifestó.
Tampoco la empresa de bandera ha renovado sus unidades. “Los Embraer ya han quedado vetustos y Aerolíneas tendría que haber hecho una renovación de la flota. El problema que tenían hace un par de años era la decisión de qué se iba a renovar, porque Aerolíneas tiene tres marcas de aviones volando en su flota. Al momento de renovar, hay que ver dónde colocan el usado. El problema que tiene Aerolíneas es que los Embraer de Austral son caros y no había mercado donde colocarlos. Estuvieron en la disyuntiva entre arreglar con Embraer y Airbus, que están asociados; o con Boeing con la Bombardier, que hacen aviones medianos. Hoy a nivel mundial las empresas de aviación se han asociado, algunos hacen los grandes y otros los chicos, pero a nivel nacional no definieron nada en materia de inversión y seguimos con los mismos aviones”, indicó.
Consultado sobre la incidencia del retiro de LATAM, aclaró que “para Río Grande no hubo mucha diferencia. En su momento vendíamos tickets de LATAM, no así de las low-cost que se compran directamente por las páginas web. LATAM no volaba a todos los destinos, y el que venía a Río Grande, iba a San Juan, a Posadas o a Tucumán, siempre fue por Aerolíneas porque LATAM no tenía vuelos”.
Costos por las nubes
En materia de costos, con una demanda tan alta, las tarifas han trepado hasta los 50 mil pesos. “Para marzo y abril se puede conseguir un ida y vuelta por 15 mil pesos; pero para ir en diciembre y volver en enero estamos hablando de entre 30, 40 ó 50 mil pesos. Depende de la demanda y la oferta que haya en el vuelo lo que se puede conseguir. Para venir en diciembre no hay problema, pero para ir a Buenos Aires no hay lugar ni para un alfiler. Por más que quieran pagar 40 mil pesos, no hay ni para Río Grande ni para Ushuaia. Desde la provincia para el norte todos los vuelos están bloqueados o vendidos. Solamente hay lugar para los vuelos del 24 y el 31, pero quedan uno o dos lugares desde Ushuaia, porque desde Río Grande están completos. Creo que para el 24 ayer pusieron otro vuelo además del que ya estaba y vamos a tener dos”, apuntó.
Tres vuelos en enero
Hasta el momento la operatoria en Río Grande para enero prevé tres frecuencias semanales: “Quedó martes, jueves y sábado, es decir tres vuelos por semana, que es mucho más de lo que tenemos en diciembre. En Ushuaia hay un vuelo por día, el 2 de enero han puesto dos para subir a toda la gente que tenían programada, porque hasta hace diez días estaban todos los vuelos abiertos para la venta y un montón de gente se va a tener que ir después de las fiestas”, advirtió.
La situación “no se va a normalizar en enero pero por lo menos empiezan a poner más vuelos que no están previstos para diciembre. Río Grande tenía dos vuelos diarios antes de la pandemia y había vuelos directos a Córdoba o Mar del Plata, que no se van a hacer en todo el verano. A esta altura el año pasado, con más o menos vuelos, ya estaba todo vendido”, observó.
Ushuaia con hoteles cerrados
Con las pocas perspectivas de recibir turismo, por la escasa conectividad, en la capital fueguina la mayoría de los hoteles siguen cerrados, al igual que muchos comercios. “Sabemos que es otro mercado, porque Ushuaia no vive del turismo nacional sino del internacional. Hoy la frontera argentina para ciudadanos extranjeros que no sean de países limítrofes no está abierta. No pueden abrir en Ushuaia si no pueden recibir turismo extranjero”, planteó.
“Lo único que se informó desde INFUETUR es que a partir del 4 de diciembre se habilitaba la apertura de los locales comerciales a nivel de turismo, pero cada sector es particular. Nosotros tenemos mucha venta emisiva y manejamos la atención online por whatsapp. A veces tenemos mucha demanda y estamos con la oficina cerrada pero atendiendo en forma virtual. Hay otros comercios que se dedican al pasajero presencial que tienen que abrir y cumplir con todos los protocolos. Nosotros llevamos nueve meses con la oficina cerrada y, cuando reabramos, tendremos que cumplir con un montón de protocolos y hacer una inversión que hoy es complicada. Mientras nos podamos manejar virtualmente, seguiremos haciéndolo así”, dijo.
Respecto de la asistencia del Ministerio de Producción para el sector, indicó que “nosotros hemos accedido a uno de los préstamos y estamos solicitando el segundo. En nuestra empresa tengo tres empleados a cargo y con un crédito de 250 mil pesos cubrimos los sueldos de junio y aguinaldo nada más. Después está el alquiler, la moratoria de AFIP y un montón de gastos. No está mal la ayuda, pero no llega a cubrir los gastos. Uno no pretende que cubran todo, pero tampoco nos han dejado trabajar. Habrá que plantearnos de qué sirvieron estos ocho meses de parate con la situación en que estamos hoy con la pandemia, la cantidad de muertos y lo complicado que está el tema hospitalario. Matamos la economía ocho o nueve meses, y habrá que plantearse para qué sirvió”, concluyó.