Un grupo de vecinos de distintos estratos sociales y de diferentes edades de la ciudad de Río Grande decidió unirse en la necesidad de ayudar a los demás. Durante este 2020, en el contexto de la pandemia por el COVID-19, decidieron apostar por un trabajo silencioso para colaborar con comedores comunitarios y asistir a familias que sufrieron un siniestro. Planean avanzar con otras acciones para la sociedad promoviendo la autosuperación y la creación de empleo, especialmente entre los jóvenes.
Río Grande.- Un grupo de vecinos de esta ciudad decidió organizarse en la pandemia por el coronavirus COVID-19 para ayudar a los demás en forma totalmente desinteresada y silenciosa y trabajaron durante todo el 2020 colaborando con comedores comunitarios y asistiendo a familias que han atravesado algún siniestro.
Este miércoles a la noche se reunió parte de ellos –por los protocolos sanitarios- en la sede de ACHER (Asociación Chilena y Hermanos) donde realizaron un balance de este su primer año y así, fortalecidos, mirar para adelante con esas mismas ganas de colaborar con la comunidad.
Aspiran a ampliar su radio de acción solidaria con otras actividades en la post pandemia, con un ambicioso proyecto que permita generar empleo y de este modo, como dice el dicho “enseñar a pescar y no dar pescado”, apostar a la capacidad humana de autosuperación, a la cultura del trabajo y a la creatividad.
Eddie Vargas Macías, uno de estos vecinos solidarios, explicó la génesis de esta propuesta y compartió que le han puesto un nombre a la idea y al grupo: ‘Unir y Hacer’ ya que el contexto de pandemia por el coronavirus, “nos abrió los ojos y nos hizo pensar que podemos salir juntos, toda la sociedad, si colaboramos, si somos solidarios y si coadyuvamos a establecer lineamientos productivos, sabiendo que hay muchas cosas que los fueguinos podemos hacer con nuestras manos y nuestra mente”.
“Primero que nada quiero agradecer al grupo de vecinos que durante este año han colaborado con dos comedores comunitarios, ‘Pequeños Cisnes’ y ‘Brazos Abiertos’ y también con las familias que lo han perdido todo en un gran incendio ocurrido a inicios de agosto donde diez familias quedaron con lo puesto”, recordó.
Agregó que “de a poquito hemos ido uniéndonos y viendo qué podíamos hacer; este año fueron los alimentos, el otro año queremos ampliar este horizonte solidario”.
Vargas Macías agradeció la predisposición de ACHER de colaborar con sus instalaciones “y también porque estamos aprendiendo algunas cosas que ellos están haciendo para poder replicar en la comunidad. La idea es seguir avanzando con otras ideas que estuvimos analizando en este encuentro de cierre de año, aprovechar el ímpetu de los integrantes del grupo que han ratificado proseguir con entusiasmo seguir ayudando, no solo en lo alimentario, sino también en lo laboral, para que muchos de nuestros vecinos, especialmente los jóvenes, tengan herramientas de conocimiento para afrontar la lucha por la vida y no esperar que todo le venga de arriba”.
Confió que “estas acciones son gratificante para todos nosotros, va mucho más allá de lo material y es una apuesta a la capacidad del ser humano de superarse, se que sepa que los obstáculos están para ser superados, aprender a levantarse después de cada caída. En suma, es una apuesta a la cultura del trabajo”.
“Tuvimos la suerte de encontrarnos con gente de bien que nos ayudó a ayudar a los demás, incluso algunas personas religiosas que ya tenían experiencia en esto de colaborar”, compartió.
Finalmente, Eddie Vargas Macías expresó que “indudablemente este año que dejamos fue una sorpresa por el COVID-19 que trastocó todas las relaciones sociales, los factores de producción y el mundo del trabajo. Nuestro deseo para este 2021 es que haya mejores perspectivas, que haya salud para todo el mundo, en particular para nuestra querida Río Grande que entra en su Centenario, que los vecinos recuperen su fuente de trabajo, que el comercio, la industria y los emprendimientos se recuperen y que los vecinos encuentren con ingenio nuevas fuentes de producción”.
“Sentimos la necesidad de ayudar”
En tanto Sergio Gleser, otro de los integrantes de este grupo, resumió que “la idea es colaborar con esos vecinos que la están pasando mal, apelando al ingenio para encontrarle la vuelta y seguir trabajando. La generosidad es abundante y cuando hay voluntad, se pueden hacer cosas increíbles; y queremos apostar, no se si a generar trabajo, pero sí a la cultura del trabajo y el esfuerzo. Los ejemplos son contagiosos y por eso queremos contagiar con buenos ejemplos, queremos sumar a más gente de buena voluntad que nos ayude a ayudar, queremos agrandar este grupo de vecinos donde hay gente de todas las edades y de todos los estratos sociales, trabajando por el bien común público”.
Sintetizó que “somos un grupo de amigos que se han juntado para ayudar en forma silenciosa; sabemos que hay mucha gente que está haciendo lo mismo calladamente; nosotros sentimos la misma necesidad de ayudar en este humilde proyecto que es ‘Unir y Hacer’. No estamos todavía nucleados en ninguna asociación jurídica, estamos buscando organizarnos jurídicamente, no sabemos si como ONG o como Fundación. Ahora entramos en una etapa para definir los objetivos de cómo trabajar más eficazmente por los demás e ir avanzando”.
Finalmente valoró que “estamos muy contentos porque muchos jóvenes se han sumado y aportan de todo, desde ideas hasta sus acciones en este camino que iniciamos tímidamente”.
Muchos de los integrantes del grupo son reconocidos empresarios, productores, emprendedores, ruralistas, periodistas, profesionales y vecinos particulares. Además de Eddie Vargas Macías, lo integran Daniel Parún, el contador Ramón Gallardo, Lisardo Barría, don Ramón Bello, Luís Eugenio, el periodista Luís ‘Lucho’ Torres, Miguel Cárdenas, Sergio Mella, Fernando Gliubich, Blanca Quezada, Augusto Guichapani, Anabel Bello, Adelia Saldivia, el Dr. José Luís Álvarez, Noelia Barría, Pedro Ruiz, Aldo Luís Sosa, Roberto Cordero, el mencionado Sergio Gleser, entre otros.