El presidente de la casa de sepelios Ramón Oviedo dio a conocer los inconvenientes que han surgido en la provincia por la falta de respuesta de la Cooperativa Eléctrica para poder proceder a la cremación de fallecidos no COVID-19, y la imposibilidad de inhumación en tierra por disposición del COE fueguino. La semana próxima trasladarán los restos de 47 personas para ser cremadas en Bahía Blanca, casi a la mitad del costo que cobra la Cooperativa, a fin de que las familias no tengan que seguir esperando para el homenaje final. Cuestionó la falta de una política acorde a la situación de parte del gobierno, dado que en otras jurisdicciones, y en función del desborde por la pandemia, se autoriza la inhumación en tierra; y además la negativa de la Cooperativa a dar respuesta a necesidades dentro de la provincia. En función de esta realidad, Oviedo adelantó que harán una inversión de 30 millones de pesos para instalar un segundo crematorio, en la localidad de Tolhuin.
Río Grande.- El presidente de la casa funeraria Ramón Oviedo, Ángel Alberto Oviedo, explicó por Radio Universidad 93.5 la situación surgida en la provincia que los obliga por un lado a trasladar a 47 fallecidos para su cremación en Bahía Blanca, y por otro a realizar una inversión multimillonaria en un nuevo crematorio, a fin de que las familias de Ushuaia que hace tiempo esperan la disposición final de sus seres queridos puedan tener respuesta.
Hasta el momento en el crematorio de Río Grande, propiedad de la Cooperativa Eléctrica, se realizaron 324 cremaciones y las estadísticas hablan de 515 fallecidas en 2019 y 804 en 2020, por distintos motivos.
Oviedo aclaró que no es la única empresa funeraria en Ushuaia, dado que hay otra, «pero nosotros somos la empresa de referencia por los años que tenemos. Es la más antigua y hay una gran diferencia en el concepto de prestación que llevamos adelante. La empresa tiene 71 años y hace 31 años que la dirijo. Fue fundada por mis padres en mayo de 1950.
Cualquier fallecimiento es lamentable pero el incremento no fue tan grande como lo vivieron otros países. A nivel internacional somos uno de los países con menor mortandad por la pandemia», observó.
El punto de conflicto
Respecto del problema puntual con la Cooperativa Eléctrica, explicó que «nosotros les pasamos los turnos pero se está cremando sólo COVID de Ushuaia. El problema es que hay una demanda de cremaciones no COVID que siempre se hizo vía Río Gallegos. Hoy debido a la pandemia los crematorios se han abocado únicamente a COVID, como es el caso también de Río Gallegos. Tenemos 47 fallecidos en Ushuaia que no pueden ser cremados y se encuentran en el tanatorio, que es un depósito habilitado para los fallecidos, que están en féretros metálicos herméticamente sellados y rotulados. Es como si fuesen nichos, pero dentro de un tanatorio y un depósito mortuorio. Son 47 que están esperando cremación y fallecieron por causas que no fueron COVID. El problema es que ya pasó la gran demanda que sufrió primero Río Grande y después Ushuaia. En el mundo bajó el contagio al 50% y ojalá esto siga así, por ende bajó la mortandad en el país los últimos 40 días. Los crematorios hoy están retomando la actividad normal. El crematorio de Río Gallegos al que acudimos, solamente está habilitado para fallecidos COVID y de la provincia de Santa Cruz», explicó.
En Ushuaia no hay crematorio y según la Cooperativa la capacidad del crematorio de Río Grande está desbordada, con tres personas por día aproximadamente, cuestión que puso en duda Oviedo. «La cultura nuestra no tenía muy aceptada la cremación, y en Tierra del Fuego había entre cuatro y cinco cremaciones mensuales, dos eran de la ciudad de Ushuaia y dos o tres de Río Grande, e íbamos a cremar a Río Gallegos, que tomaba todas las cremaciones de Santa Cruz, Tierra del Fuego y sur de Chubut. Sobraba crematorio, pero luego hubo un desborde y hoy se obliga a cremar a todos los cuerpos COVID. Nosotros tenemos empresas en Capital Federal y en Córdoba, donde podemos inhumar en los cementerios a fallecidos COVID como ocurre con cualquier enfermedad infecto-contagiosa; pero el COE de la provincia de Tierra del Fuego no autoriza inhumaciones en tierra y lleva a este desborde porque todos deben ser cremados», planteó.
«En el mundo están inhumando en tierra por el desborde que hubo, porque esto superó a ciudades como Nueva York, donde hay veinte crematorios. El americano suele hacer el último homenaje, inhuman en tierra y a los años creman el cuerpo. Los únicos países que creman casi el ciento por ciento son China y Japón, y esto es una cuestión cultural. El problema acá pasa por dos situaciones, primero el COE obliga a todas las familias a cremar en caso de COVID. Hay tres pedidos realizados a la justicia y ya fueron autorizados por medida cautelar a la inhumación. Uno es una familia gitana y ellos no toman la cremación como una vía, luego hay una familia mormona donde ocurre lo mismo. Ellos hicieron un recurso de amparo para que se los autorice a inhumar en tierra y la justicia lo autorizó, pero lo hizo tres meses después de fallecida la persona», dijo.
«La otra situación es que, después de haber hecho una tremenda inversión en un crematorio, como se hizo en Río Grande, se está usando con muy pocos casos diarios o semanales, porque en una pandemia tendría que funcionar los 7 días por las 24 horas», consideró.
Cabe señalar que, según la Cooperativa, el crematorio de Río Grande fue diseñado para cremar una o dos personas por día y están cremando tres. «Yo no conozco mucho la marca del crematorio que están utilizando pero, si es así, hicieron una mala inversión», cuestionó.
Nuevo crematorio
Ante esta situación, harán una inversión en un nuevo crematorio. «Nosotros hace treinta días presentamos un proyecto, que fue aceptado, y vamos a instalar un complejo funerario que va a contar con un crematorio, con sala velatoria y capilla en la ciudad de Tolhuin, para tomar las cremaciones de Ushuaia y Río Grande. Nosotros adquirimos un crematorio, que es el tercer horno que entra a la Argentina, porque los dos primeros entraron durante la pandemia el año pasado, uno en Capital y otro en Neuquén; se llama Hiperjet, es el más puro para el ambiente y permite una cremación por hora. Vamos a poder realizar entre ocho y diez cremaciones diarias, que es demasiado para la provincia. La inversión que estamos haciendo no se justifica –reconoció-, porque tendría que ser suficiente con el de Río Grande. Hablamos de una inversión de alrededor de 30 millones de pesos. Vamos a tener que buscar otros mercados, porque si no la ecuación no cierra. Los asesores que me acompañan en la empresa no veían viable esto, pero esta es la provincia que nos vio nacer y nos está viendo crecer, y prima la responsabilidad social», priorizó, teniendo en cuenta la espera de tantas familias que tienen los restos de sus seres queridos en el tanatorio.
«Realmente esta situación me cansó, porque somos referentes y para la gente pareciera que el crematorio es nuestro, que los cementerios municipales son nuestros, y los cementerios los maneja cada municipalidad con su política. El crematorio en este caso es de la Cooperativa», remarcó.
Casi a la mitad
Consultado sobre el costo de la cremación, expuso que en su caso «el servicio está dividido. La muerte es un evento social también y eso conlleva a distintos tipos de servicios. Una cosa es el servicio memorial, que va desde el acondicionamiento del cuerpo a la provisión del tipo de féretro que elijan, la parte legal, si va a ser un homenaje en sala velatoria o no. Otra cosa es el traslado, si va a ir a Río Grande o a Río Gallegos, y el tercer punto es la tasa de cremación. La Cooperativa hoy en Río Grande nos está cobrando 50 mil pesos. Se hace un homenaje anterior o posterior, ya sea con féretro y cuerpo presente, o con la urna funeraria presente. Siempre digo que nosotros no despachamos féretros, sino que brindamos servicios integrales de sepelio, y dentro de ese servicio está el féretro. Durante la pandemia han llevado fallecidos en bolsas mortuorias, sin documentación, sin nada, y eso no lo sacaron a relucir», manifestó, sobre procedimientos de otras casas funerarias.
Lo cierto es que el costo de cremar los restos en Bahía Blanca se reduce casi a la mitad de lo que se pide en la Cooperativa: «La provincia de Tierra del Fuego tiene que agradecerme porque en medio de la pandemia me puse a acondicionar un depósito para poder tener en custodia mortuoria hasta cien fallecidos, porque no había otro lugar para tenerlos. Yo tengo los fallecidos en un tanatorio, con custodia mortuoria, con todos los seguros y resguardo.
El crematorio más caro está en Capital Federal, del grupo Jardín del Pilar en zona norte, y cobra 30 mil pesos. Yo ahora estoy llevando a cremar a 47 personas, que van a ir en cuatro viajes a la ciudad de Bahía Blanca, y el costo es de 26 mil pesos. Por avión es imposible trasladarlos porque nos cotizaron 153 mil pesos por cada féretro, así que los vamos a llevar en furgones sanitarios que tiene la empresa. Nosotros coordinamos con los tres o cuatro COE de las provincias por donde vamos a pasar y ya el próximo miércoles estamos saliendo. El paso por Chile está autorizado», aseguró.
No obstante expresó el malestar por tener que hacer tamaño recorrido teniendo un crematorio en la provincia: «No comprendo por qué tengo que hacer 2.700 kilómetros cuando esto se podría solucionar dentro de la misma provincia. Pienso que hay decisiones políticas erróneas y yo no me puedo meter en la empresa de otro, pero lo podríamos solucionar sin ningún problema con el crematorio de la Cooperativa Eléctrica», dijo.
Protocolos COVID-19
Por otra parte se le preguntó sobre los protocolos que se siguen para que las familias den el último adiós a sus seres queridos cuando han fallecido por COVID: «A través de una mampara la familia se puede despedir. Tenemos un departamento de ayuda psicológica frente al duelo, con dos profesionales psicólogas. Es importante que se puedan despedir. Luego se acondiciona el cuerpo de acuerdo a los reglamentos, y nosotros nos guiamos por pautas de sanidad a nivel internacional, más allá de los protocolos internos. El cuerpo va en un féretro metálico sellado herméticamente, que se rotula y tiene custodia mortuoria hasta su traslado para la cremación. Se hace el velatorio, pero en vez de ser en cuerpo presente con el féretro, es con la urna funeraria. El homenaje es necesario psicológicamente para la familia, y es lo que no están pudiendo hacer estas 47 familias de Ushuaia porque no podemos cremar los cuerpos al ser fallecidos no COVID», criticó.
«Yo tengo un gran enojo porque es algo a lo que no tendría que haberse llegado. Si funcionara perfectamente el crematorio de Río Grande, esto no se justifica, menos la inversión que voy a hacer ahora del crematorio en Tolhuin, habiendo un crematorio en la provincia. Daremos otra opción, otro tipo de facilidades y de servicios, como ya nos venimos diferenciando con el servicio memorial a las familias», expresó.
Mediante una comunicación constante se ha intentado dar solución, pero no fue posible: «Permanentemente el director funerario de mi empresa ha estado comunicándose con la Cooperativa Eléctrica para que conteste si se abre o no para cremaciones no COVID y esa respuesta se la copiamos a las familias, para que vean que no es un problema de la empresa Ramón Oviedo. La única solución que encontramos hace unos veinte días es recurrir al crematorio más próximo, que es la ciudad de Bahía Blanca, porque Río Gallegos crema solamente COVID-19 y además el crematorio nunca tuvo un buen mantenimiento. De cinco días de la semana, tres está roto.
Si tomamos los 324 que se cremaron en la Cooperativa, divididos por los meses desde que se inauguró el crematorio y por los cinco días hábiles, ahí se va a entender la situación», concluyó.