El Subsecretario de Ambiente municipal Rodolfo Sopena informó sobre los avances del estudio sobre la basura que se produce en la ciudad, que demandaría un mes, y es el paso previo para la instalación de la planta de reciclado. Los vecinos deberán oportunamente separar residuos sólidos de húmedos, y se prevé ubicar la infraestructura en un predio de Estancia Las Violetas. Remarcó que el financiamiento fue comprometido por el gobierno nacional “para las tres ciudades” y cada planta implica un desembolso de entre 100 y 150 millones. Hoy se vuelcan alrededor de 200 toneladas diarias al relleno sanitario y gran parte del material de desecho puede ser aprovechado.
Río Grande.- El subsecretario de Ambiente y Espacios Públicos del Municipio de Río Grande, Rodolfo Sopena, dio detalles por Radio Universidad 93.5 sobre el estudio pronto a iniciar como paso previo a la instalación de una planta de reciclado en la ciudad, que financiaría el gobierno central.
Actualmente el relleno sanitario implica el arrendamiento de un predio de 20 hectáreas en estancia Las Violetas, más 5 hectáreas para chatarra y otras 5 hectáreas reservadas para el proyecto de reciclado. “Se realizó un nuevo contrato por el predio de las 20 hectáreas donde se encuentra el relleno sanitario. Se prorrogó por dos años con opción a otros dos, y estamos en conversaciones con los titulares de la tierra para renovar el contrato de la chatarra y arrendar otro predio de 5 hectáreas para contar con una planta de clasificación de residuos”, dijo el funcionario.
“El contrato por las 20 hectáreas quedó en 1.150.000 pesos. Estamos negociando el precio de las 5 hectáreas, porque anteriormente eran 10. Necesitamos que el titular de la tierra realice una cesión de uso, porque el Municipio debe contar con el predio como mínimo por 20 años. Por el predio de la chatarra se estaban pagando 368 mil pesos. Los fardos ya compactados se estarían exportando pero la empresa que hace la compactación explicó que no contaban con la cantidad de fardos necesarios para exportar todo de golpe. Habían encontrado una empresa que realizaba tres viajes semanales con chatarra. El municipio no se hace cargo del costo de la logística. La empresa privada de la logística pone a disposición tres camiones por semana, ellos tienen en comodato la compactadora de chatarra y tienen que cumplir a Acíndar un cupo anual de material ferroso, por eso se van moviendo por distintas localidades tratando de conseguir el cupo que tienen que proveer”, indicó.
Respecto de los autos en desuso, que han sido dados de baja y están en el predio Las Violetas en el desarmadero habilitado, consideró que “el desarmadero podrá compactar esos vehículos por negociación propia pero no tiene nada que ver con el acopio de material del municipio”.
Asimismo destacó la limpieza del relleno en sus alrededores: “Esto se debe al compromiso que asumió el intendente Martín Pérez de mejorar la calidad del lugar. Es un lugar que sufre mucho las inclemencias del tiempo y se descarta mucho plástico y envoltorios que vuela y queda enganchado en los campos del titular del predio. Se han realizado permanentes tareas de saneamiento y ya llevamos la cuarta limpieza de los campos. Esto se tiene que hacer en forma permanente por la incidencia del viento”, dijo.
“Por lo menos una vez al mes enviamos gente de Higiene Urbana para hacer la limpieza de los campos, siempre que el clima lo permita, porque hay unas vegas que se llenan de agua y no permiten acceder al alambrado que va a la costa”, observó.
Separación y reciclado
En cuanto a la ordenanza aprobada el año pasado para la clasificación de residuos, cada vez está más cerca de concretarse: “El estudio de clasificación de residuos estaba planificado al inicio de la gestión de Martín Pérez y no se pudo realizar por la pandemia. Vamos a acelerar este estudio por temor a que se pueda interrumpir por el aumento de casos. Tiene como finalidad saber cuánta fracción de cada residuo generan los habitantes, y va a llevar aproximadamente 20 días. Se analiza cada camión, se toma una muestra de 200 kilos y se analizan todas las bolsas, que se van abriendo en un mesón de trabajo. Allí se clasifican los vidrios, los plásticos, los cartones, lo orgánico. Después de realizar la tarea más gruesa se subdivide esta clasificación y se separan por color los distintos tipos de plástico, el cartón liso y corrugado, metal ferroso y no ferroso, residuo orgánico o miscelánea, que es basura sin ningún componente de valor. Es un trabajo de base para fijar una gestión de residuos y luego se verá si se instala la planta de reciclado de residuos, que va a implicar una recolección domiciliaria diferenciada”, advirtió.
“El vecino va a tener que disponer de dos tachos de basura en su domicilio y diferenciar entre húmedos y secos, para que el seco no se contamine con el húmedo. Así el trabajo de los operadores de la planta de clasificación va a ser más ágil y no va a haber tanto descarte. Además en este estudio se van a analizar volúmenes, cantidad de acuerdo a los habitantes y el costo de inversión, porque una planta de reciclado puede salir entre 100 y 150 millones. Hay que tener en cuenta el terreno y la construcción de un galpón de grandes dimensiones para alojar la maquinaria. También con fines estadísticos se puede hacer una lectura de lo que consume la gente de mayor poder adquisitivo y la de menor poder adquisitivo”, agregó.
“Hoy estamos cerca de las 200 toneladas diarias, si bien varía mes a mes y diariamente en la altura del mes. A principios de cada mes entra más basura que en la segunda quincena. Por eso planteamos este estudio entre marzo y abril porque la mayoría de la población está en la ciudad”, señaló.
“También hay variaciones de acuerdo al día de la semana. Probablemente por la pandemia tengamos un resultado más alto de lo común, y los lunes vienen muchos envases del consumo del fin de semana, a pesar de que el municipio cuenta con 28 puntos de recolección de botellas pet. Para los envases de vidrio no hay ninguna empresa que se dedique al tema”, lamentó.
Se le indicó que según la Aduana no hay ningún impedimento para que salgan de la isla, pero “probablemente no se exporten al continente por una cuestión de costos. La logística de Tierra del Fuego hacia el continente o a una embotelladora de cerveza o vino, tiene que ir a Mendoza o Buenos Aires. La ecuación no le cierra ni a la embotelladora ni al comerciante de la ciudad. Cuando yo era chico juntábamos las botellas en un cajón y se las vendíamos al quiosquero, porque en ese momento eran retornables. Luego por una cuestión de costos dejó de ser redituable mandar camiones con botellas vacías al continente”, sostuvo.
“Todavía no hemos determinado si la recolección diferenciada va a ser por color de bolsa. Entendemos que debe ser por fracción de húmedos y de secos. Esto se viene realizando con las tres localidades, porque Nación lo exige de esa manera. Si completamos todo lo que nos piden, la financiación sería para las tres localidades”, aseguró.
Mayor control
Por otra parte hizo referencia a la mejora del servicio de Santa Elena respecto del que prestaba Agrotécnica, y lo atribuyó al aumento de controles. “La Dirección de Ambiente cuenta con un cuerpo de inspectores abocados a las distintas prestaciones de Santa Elena y la presencia del Estado es permanente. No es como antes que todo el reclamo entraba por vía telefónica: hoy se atiende por teléfono, por redes sociales y por mesa de entradas del municipio”, dijo.
“Los dos servicios más importantes son el relleno sanitario y la recolección de residuos y para este año ronda los mil millones de pesos. No varía mucho con respecto a otras localidades, que destinan el 14% de la recaudación propia al tratamiento de los residuos”, concluyó.