Los puntos de intercambio de Internet crecieron 49,5% en Argentina en 2020, red que llegó a 904Gbps al cierre del año, según la cámara local de Internet Cabase. Cabe recordar que Argentina declaró a las telecomunicaciones como servicio público en 2020, con lo que abrió la puerta a un control de tarifas por parte del regulador. En un contexto de devaluación del peso e inflación, el control de precios supone un problema para los operadores.
Río Grande.- “El año pasado demuestra que la industria estuvo a la altura de las circunstancias”, dijo el presidente del organismo, Ariel Graizer, en una conferencia para presentar el último reporte Internet Index, que revela que el incremento en IXP obedeció a la pandemia.
El ejecutivo señaló que el eslabón más débil de la cadena es la red wifi residencial, por lo que muchos operadores tuvieron que redefinir su estrategia para actualizar el equipamiento en casa de sus clientes, añadir equipos repetidores y hasta dar soporte a los usuarios que adquirieron sus propios equipos wifi.
Argentina tiene un mercado de banda ancha con predominio del cable módem, con un crecimiento importante en fibra óptica. Durante el año pasado, la tendencia respecto a las tecnologías de acceso se mantuvo en línea con los años anteriores. Entre septiembre de 2019 y el mismo mes de 2020 se registró una contracción de 23,7% en accesos ADSL en favor de una expansión de 34,5% en fibra óptica. Las conexiones inalámbricas se incrementaron 19,6% y el cable módem 7,3%, informó Cabase.
Del total de conexiones de banda ancha en Argentina, 56,2% corresponde a cable módem, seguidas de ADSL (24,2%), fibra óptica (12,5%) y conexión inalámbrica (4,4%). Otras tecnologías suponen 2,6%.
De las conexiones fijas, 51% alcanza una velocidad superior a 20Mbps, 11 puntos porcentuales por encima de la velocidad registrada en septiembre de 2019. Asimismo, la velocidad promedio de las conexiones fijas alcanzó los 40,7Mbps, lo que representa un incremento de 68% en la comparación interanual.
Las conexiones con velocidades inferiores a 20Mbps disminuyeron de 60% a 49%. Con una mirada más de largo plazo, lo que muestra esta tendencia es que las conexiones de 6Mbps representan hoy solo el 29% del total frente a 81% en septiembre de 2015.
Los datos relevados por el regulador Enacom identificaron en 2019 2.613 localidades con conexiones fijas de Internet, de las cuales 758 registraban algún proveedor con red de fibra óptica al hogar (29%), mientras que para septiembre de 2020, de las 2.794 localidades reportadas, 859 tenían disponibilidad de fibra óptica (30,7%). Las provincias con mayor presencia de esta tecnología son Buenos Aries (341 localidades), Córdoba (100) y Santa Fe (72).
El total de accesos a banda ancha fija fue de 9,36 millones el noveno mes de 2020, lo que representa una penetración de 66%. La cifra alcanza una variación de apenas 2,1% respecto del septiembre del año anterior.
Con el ritmo actual de crecimiento, que en los últimos cinco años alcanzó un promedio de 2,8%, hacen falta más de 12 años para lograr conectar al otro 34% de los hogares, según Cabase.
Incertidumbre regulatoria
Graizer se mostró preocupado por la situación regulatoria en Argentina y abogó por una mayor previsibilidad. “Las inversiones que estaban en curso se hicieron, lo que ocurre es que no se planificaron nuevas inversiones”, afirmó. Esto porque el control de precios impuesto por Enacom hace difícil prever rentabilidad.
Argentina declaró a las telecomunicaciones como servicio público en 2020, con lo que abrió la puerta a un control de tarifas por parte del regulador. En un contexto de devaluación del peso e inflación, el control de precios supone un problema para los operadores.
“Faltan definiciones y diálogo para dar certidumbre y previsibilidad”, indicó Graizer, quien añadió que el organismo de control habilitó algunas alzas de precio en el pasado pero, se desconoce si permitirá nuevos incrementos. “El año pasado quedamos descalzados en un 25%”, lamentó el ejecutivo sobre la relación entre el precio de sus abonos y los costos asociados a la provisión del servicio.
Los pedidos para el plan básico universal (PBU), un plan básico de Internet a costo muy bajo que también se desprende de la regulación de servicios públicos, han estado en una proporción de apenas 1:1.000. Graizer explicó que para mejorar el acceso hay que trabajar en un subsidio a la demanda con fondos del servicio universal —una idea que está presente en el proyecto de ley que se discute en Chile—. “El PBU es un servicio que subsidian las compañías, pero yo creo que lo que hay que hacer es subsidiar es la demanda”, aseveró, con el argumento de que para algunos operadores el precio fijado para el PBU está por debajo de sus costos y recalcó que, igualmente, el servicio básico no llega a atender todas las necesidades de conectividad que hoy tienen los hogares.
Accesos
Además, Graizer apuntó que, en plena pandemia, se registró una caída en la cantidad de accesos en algunos de los mercados argentinos. Esto se verificó en la ciudad de Buenos Aires y la provincia homónima, así como en Río Negro, Mendoza, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
El presidente de Cabase llamó a las autoridades a pensar una estructura para eliminar las barreras a la instalación de infraestructura y poder incrementar la penetración. “Mendoza es castigado porque no hay una política de acceso a la infraestructura pasiva”, puntualizó sobre una provincia que tiene apenas el 37% de penetración.
También dijo que el crecimiento de las conexiones inalámbricas se relaciona con el hecho de que los operadores están comenzando a ofrecer servicios con esa tecnología, pero que cuando quieren pasar a fibra se encuentran con dificultades para realizar los despliegues necesarios.