La Ministra de Salud de la provincia expresó la preocupación por los camiones varados en la frontera que traen insumos médicos imprescindibles para el tratamiento de pacientes internados con COVID. Ayer se logró liberar el paso de uno de ellos, pero también hay carga que viene con oxígeno. Espera que la situación se resuelva lo antes posible porque suma otro factor de estrés al equipo sanitario. Respecto de la situación epidemiológica, aseguró que el número de pacientes internados tanto en terapia como en clínica médica es menor al pico del año pasado.
Río Grande.- La ministra de Salud, Dra. Judith Di Giglio, expuso por FM La Isla la preocupación por el impacto sanitario del corte en San Gregorio, con la cantidad de camiones varados donde además hay un intercambio entre choferes y riesgos de contagio. “No solamente está el impacto sanitario sino la desesperación porque estamos esperando fármacos. Ayer a la mañana se pudo lograr la autorización de paso de un camión con insumos médicos y nos costó mucho, porque el camión estuvo dos días en el lugar”, dijo.
“Ayer tuvimos una reunión del Consejo Federal de Salud y se habló de la falta de fármacos para la terapia intensiva. Constantemente estamos recibiendo y no podemos realizar compras grandes porque no hay proveedores que entreguen compras grandes. Teníamos muchos fármacos en viaje además del camión cisterna de oxígeno. Es otra situación de estrés que se le suma al equipo sanitario por el abastecimiento de insumos”, manifestó.
“A nivel sanitario estamos pensando en realizar un test a cada persona que ingrese a la ciudad, y esperemos que pronto esta situación se pueda solucionar. Nos encargaremos de la parte sanitaria para que esto tenga el menor impacto dentro de la provincia. Las fronteras están cerradas y prácticamente no hay circulación entre un país y el otro. A medida que se vaya avanzando con la vacunación esperamos que disminuya la circulación del virus, como vemos en Estados Unidos, Inglaterra o Israel. Es un panorama alentador y esperamos continuar vacunando como lo venimos haciendo, poder recibiendo vacunas y tratar de inmunizar a la mayor cantidad posible”, expresó.
“Solamente ayer hemos colocado más de mil dosis, para personas con factores de riesgo y segundas dosis. Ya iremos llamando al personal estratégico, que tiene días definidos, y todavía continuamos con factores de riesgo, independientemente de dónde trabajen”, apuntó.
Situación epidemiológica
Respecto de la evolución de esta segunda ola en la provincia, dijo que, “comparada con el pico registrado el año pasado, estamos muy lejos de los casos confirmados, a diferencia de lo que está sucediendo en AMBA o provincia de Buenos Aires. En Río Grande el año pasado tuvimos 1.432 casos confirmados en una semana, y en esta fueron 283 los casos. La diferencia es que durante el pico del año pasado las clínicas privadas y el hospital prácticamente estaban abocadas a patologías respiratorias y de una terapia pasamos a tener tres en Río Grande; de 9 camas pasamos a 24 de terapia intensiva, y estaban totalmente ocupadas por casos COVID el año pasado, además teníamos 30 pacientes internados en clínica médica. Hoy tenemos 10 pacientes en clínica médica y 11 en terapia intensiva, y una de las terapias está abocada a casos no COVID, con 8 pacientes internados. Lo mismo sucede en el sector privado. Si bien hemos suspendido las cirugías programadas tanto en el público como en el privado, estamos atendiendo todas las patologías”, destacó.
“En Ushuaia hay 18 personas internadas en terapia intensiva. El paciente COVID tiene una estadía promedio de tres semanas de internación y los no COVID tienen un promedio de una semana. En algún momento se puede disminuir la cantidad de pacientes internados no COVID, es decir que hay estrategias que se pueden tomar y todavía no tuvimos necesidad de hacerlo”, señaló.
Planteó que “el recurso humano es un limitante, porque ya hemos terapizado 24 camas de una terapia preparada para 9, con la misma cantidad de terapistas, es decir que el esfuerzo del recurso humano es enorme”.
Consultada sobre el comportamiento social y si son más evidentes los cuidados, indicó que “la situación social es muy compleja, en lo sanitario, lo económico, lo emocional. El porcentaje mayor de personas enfermas está entre los 20 y los 50 años, y son los que están más en movimiento, porque trabajan y hay más circulación de estas personas. Seguimos viendo fiestas clandestinas de más de 100 personas y desde el sistema sanitario es muy difícil de entender. Sabemos la compleja situación económica por eso se trata de tomar medidas que tengan el menor impacto económico, siempre que lo permita la situación sanitaria. Nosotros tendemos a realizar reuniones familiares en lugares cerrados y poco ventilados, y es donde menos protocolos se mantienen. Estos continúan siendo los lugares donde más se transmite el virus”, afirmó.
“Hemos hecho estudios sobre los contagios en las escuelas, la industria, los comercios, y son mínimos si lo comparamos con la actividad social de cada uno de nosotros”, concluyó la ministra.