La presidente de la Fundación Mane’kenk Nancy Fernández, dio su visión del proyecto de ampliación del ejido urbano de Ushuaia hasta Almanza, y propició la creación de nuevos poblados, en lugar de extender los que ya están. También cuestionó la demora de la Legislatura en dar tratamiento al proyecto de reserva Península Mitre, dado que el Ejecutivo hizo su devolución y hay consenso “de todas las áreas técnicas”, pero de parte de los legisladores “todos dicen estar de acuerdo pero ninguno levanta la mano”, expresó. Además dio a conocer las actividades previstas para el 5 de junio, con motivo de celebrarse el Día Mundial del Medio Ambiente. El eje serán las reservas naturales urbanas.
Río Grande.- La presidente de la fundación Mane’kenk, Nancy Fernández, dio a conocer por Radio Universidad las actividades programadas para el 5 de Junio, con motivo de celebrarse el Día Mundial del Medio Ambiente.
“Para Tierra del Fuego es un año especial porque se aprobaron varias reservas naturales urbanas, y esto lo aprueban los Concejos Deliberantes –dijo-. En Ushuaia se aprobó la creación de una reserva natural urbana nueva y está por salir la reserva natural de Laguna del Diablo, que es un humedal. Esto fue motorizado por los vecinos, no por el Ejecutivo ni por ninguna organización. Los vecinos armaron el proyecto, fueron a hablar con los concejales, y surgieron estas reservas. El sábado vamos a hablar de este tema y vamos a invitar a algunos vecinos comunes que van a contar cómo fue el proceso de creación de estas reservas naturales urbanas. Van a hablar de Tolhuin y de Ushuaia. porque lamentablemente no pudimos dar con nadie de Río Grande que se animara a contar en público cómo había sido el proceso, pero no va a faltar oportunidad y seguramente se van a animar en las próximas ediciones”, confió.
“Las primeras reservas naturales urbanas en Tierra del Fuego no datan de muchos años, se remontan al 2006, 2007, no son muy antiguas. Las que son más antiguas son las reservas naturales provinciales, pero la figura de reserva natural urbana es nueva y en muchos lugares de la Argentina están empezando a instalarse con fines de preservación. La tendencia mundial es que las ciudades puedan crecer en armonía, con los espacios naturales conservados, y no pasar la máquina por arriba de todo”, expresó.
“El eje va a estar puesto en la preservación de los humedales específicamente en las zonas urbanas. Están todos en tierra pública, son espacios verdes del Estado y no hay ninguna reserva natural en tierra privada, si bien hay humedales en tierras privadas”, señaló.
Ampliación del ejido hasta Almanza
Consultada sobre el proyecto de ampliación del ejido urbano de Ushuaia hasta Almanza, que genera resistencia en los pobladores del lugar, dijo que su “opinión personal” es que “una visión desarrollista de la provincia debería apuntar a crear más pueblos, y no a agrandar los que ya existen. Tierra del Fuego tiene muchos lugares incipientes que podrían convertirse en nuevos centros urbanos. Incluso hay una convocatoria de la nación, que prevé destinar fondos para la promoción de nuevos centros urbanos, de modo que la gente no se siga aglomerando en las grandes ciudades. Las administraciones grandes son cada vez más difíciles de manejar, y es lo que pasa en CABA”, sostuvo.
Hace tiempo hubo referentes históricos de la provincia pensaron en Almanza como la cuarta ciudad, que de prosperar el proyecto en danza quedaría absorbida por Ushuaia. “Son maneras de ver la política urbanística. Pensar en crear nuevas ciudades es pensar en un desarrollo más armónico, en lugar de concentrar el poder en ciudades grandes. Hay múltiples experiencias en el mundo de ciudades pequeñas gestionadas por los mismos vecinos, hay comités vecinales y quienes manejan poblados pequeños incluso no cobran sueldo”, observó, por lo que no implica necesariamente un aumento del gasto político crear una nueva ciudad.
“Hay muchas experiencias en los antiguos pueblos italianos, en países de los que muchas de nuestras familias son migrantes. Son pueblos de 300, 400 y hasta mil habitantes que son autogestionados”, destacó.
Península Mitre sin respuesta
También expuso la demora de la Legislatura en concretar la aprobación de la reserva Península Mitre, que lleva dos décadas de análisis: “Seguimos insistiendo permanentemente y hemos llegado a un punto de inflexión donde no hay respuesta de parte de la Legislatura. Todos dicen que están de acuerdo pero hasta ahora ninguno levanta la mano. La primera presentación del proyecto se hizo en el año 2003 y, como los proyectos van perdiendo estado parlamentario, cada dos años se vuelve a presentar. El que está vigente lo presentamos nosotros junto con otras tres organizaciones en febrero del año pasado y fue tomado por la legisladora Laura Colazo. Ya llevamos unas diez presentaciones en estas últimas dos décadas. Todo pasa para la próxima gestión, que quiere ponerle algunos cambios”, manifestó.
En este caso cuentan con el aval del gobierno fueguino para avanzar: “El Ejecutivo respondió con unas mínimas observaciones y es un proyecto que tiene el consenso de todas las áreas técnicas. Las observaciones que hizo el Ejecutivo mejoran el proyecto y estamos esperando que convoquen los legisladores”, remarcó.
No más extracción de turba
Finalmente se refirió a la tendencia mundial a poner fin a la explotación de la turba y espera que en pocos años Tierra del Fuego siga este paradigma. Existen unas 300 mil hectáreas de turba y no se estaría cuidando el recurso de acuerdo a los ambientalistas. “Ahora se está desarrollando un seminario internacional de turberas junto con la Patagonia chilena, y estamos viendo que en otros países, como Gran Bretaña, que tiene turberas en la zona norte, se está planteando la prohibición de la extracción de turba. Es el mismo planteo que se está haciendo en Chile”, afirmó.
“No está actualizado en el Ministerio de Producción el valor que le deja a la provincia la extracción de turba. Es un recurso no renovable, es un ecosistema y su extracción es innecesaria, porque da muy poco beneficio económico a la provincia. Es un gran reservorio de carbono para mitigar el cambio climático y se usa para fines que se podrían reemplazar por otro producto. Creo que por este nuevo paradigma la provincia en los próximos años debe dejar de explotar las turberas, porque no tiene sentido hacerlo”, aseveró.
“El mayor porcentaje se encuentra en Península Mitre. Son turberas especiales que tienen una vegetación diferente, y además tienen una capacidad mucho mayor para contener carbono. La tendencia mundial es conservar las turberas y no explotarlas”, concluyó Fernández.