La directora por los activos de la OSEF, Soledad De Fabio, adelantó la presentación de un proyecto que modifica la ley 1071 el próximo martes 31 de agosto. Todo el arco gremial está unido detrás del objetivo de recuperar la administración de la OSEF para los trabajadores y advirtió que los legisladores “se tendrán que hacer cargo” de lo que votaron en 2016, porque “entregaron llave en mano la caja y la obra social al gobierno”. Esta semana seguirán consensuando el articulado y aspiran a que la Legislatura ejerza el rol de representante del pueblo. Afirmó que más allá de los gremios, los afiliados en general están “cansados de las colas en la farmacia, de la lucha por los turnos, de la falta de profesionales”, entre tantas falencias de los servicios que debería prestar.
Río Grande.- La directora por los activos de la OSEF, Soledad de Fabio, adelantó por Radio Provincia la presentación de una modificación de la ley provincial 1071, para dar mayor control a los trabajadores en el directorio, considerando que actualmente hay “una intervención encubierta”.
“El espíritu del proyecto es la recuperación de la obra social por parte de los trabajadores. Fue debatido entre las diferentes organizaciones y hay distintas opiniones entre las organizaciones sindicales que integran la mesa respecto de algunos artículos, pero se acordó la unidad de todo el arco sindical y que la Legislatura lo trate”, informó.
“La idea es presentarlo el martes 31 de agosto, y esta semana se va a seguir trabajando. Más allá de las cuestiones económicas y financieras, porque asumimos que hay dificultades, la dirección política de la obra social tiene una clara representación de los intereses del sector privado y no de los trabajadores. Los intereses que hoy se manejan en la dirección de la obra social responden por supuesto a la voluntad del gobernador, y hay una intervención encubierta desde la modificación del directorio en 2016. El Ejecutivo logró tener mayoría y hoy el Estado está haciendo política con la plata de los trabajadores”, denunció.
Aseguró que “la obra social tiene un presupuesto millonario y desde los gobiernos se hacen políticas sociales. Estamos en época de campaña y más allá de la figura de la presidente y el vicepresidente, la obra social es del Ministro de Economía, que maneja el dinero. Fernández es candidato de una de las listas y hay que tener en cuenta quién maneja la obra social”.
Recordó que “la obra social ya estuvo administrada por los trabajadores y jamás estuvo en las condiciones en las que se encuentra hoy. Hubo falencias y errores pero los trabajadores han sabido administrarla. La idea es recuperar los servicios y la obra social que supimos tener. Es un error el planteo de algunas personas de que el aporte que se hace es mínimo, porque una obra social de calidad o una prepaga piden como mínimo diez o doce mil pesos; pero el aporte no es solamente del personal sino que también hay un aporte patronal. Ese aporte patronal es mínimo. En los recibos de sueldo figura un 3% de aporte del trabajador y del 7% del patrón, esto hace un 10% del sueldo y los salarios están en un promedio de cien mil pesos, es decir que el aporte es de diez mil”, estimó.
“Desde el Ejecutivo, en el proyecto que presentó la obra social. se habla de subir un punto, pero el problema no es el aporte sino cómo y quién administra. Reconocemos que hay un déficit de la salud pública y que nuestra obra social tiene más de 30 mil afiliados directos y 90 mil contando el grupo familiar. Necesitan una asistencia de salud y no hay capacidad en el sector público, pero también sabemos que el dinero de los trabajadores va a sectores privados cuando no existe necesidad, como el caso de las farmacias. La obra social puede dar asistencia en medicamentos y es una cuestión administrativa”, subrayó.
Odontología cedido a Salud
Por otra parte se le preguntó sobre la firma del acuerdo con la Ministra de Salud y OSEF por el servicio de odontología. “Está el escrito y hay mucho malestar interno porque es una nueva entrega de uno de los servicios propios al Ministerio de Salud. Va a decidir un órgano que es del Ejecutivo. No estoy en contra de que se puedan hacer articulaciones, pero queremos fortalecer la salud pública a través de la obra social. Hay farmacias privadas y clínicas por todos lados, pero también hay que fortalecer los hospitales. En salud pública no hay capacidad para atender a la población normal que requiere del servicio de odontología. La gente deambula para conseguir un turno y me pregunto qué va a pasar ahora con los afiliados. OSEF supo tener los servicios de odontología, se trajo la primera odonto-pediatra a la isla y puede trabajar bien. Hoy nos dicen que la cuestión es económica pero es mucho más que eso: es la administración de la obra social y los intereses que se defienden. Hoy no se defienden los intereses de los trabajadores ni de los afiliados y afiliadas”, insistió.
Además se le preguntó sobre el anuncio del gobierno de la compra de medicamentos para la obra social, pero no hubo avances. “La licitación se hizo en Buenos Aires, la apertura de sobres fue en Río Grande y no se conoce más información. Aparentemente la presidente derivó a dos asesores en Buenos Aires para hacer una segunda licitación. Llama la atención que la licitación que se hizo fue por un millón doscientos mil pesos cuando el presupuesto actual para farmacia es de 700 mil pesos”, observó.
“Hay déficit en la obra social y también deudas que mantienen los entes con la OSEF. Se viene trabajando hace varios años con esto. Estamos en una situación crítica pero tiene que ver básicamente con el gobierno de la obra social y la responsabilidad es de los delegados del Ejecutivo, la presidente y el vicepresidente. Estamos convencidos de que, si los trabajadores recuperamos la obra social, esto se va a modificar”, remarcó.
Mensaje a la Legislatura
Finalmente se le preguntó sobre las expectativas de que se trate el proyecto en la Cámara. “Estamos todos unidos y hay un montón de organizaciones que han sido oposición en sus luchas diarias que hoy se encuentran en una misma mesa. En esta mesa se sienta la CGT y la CTA, que son dos centrales totalmente opuestas y sindicatos con distinta representatividad que tienen sus diferencias pero también están en la misma mesa. Esta unidad genera el convencimiento de que los legisladores lo van a tener que pensar, porque los sectores representados son muy amplios. Más allá de las organizaciones sindicales, los trabajadores en general están muy cansados de padecer las colas en las farmacias, los problemas con los turnos, la falta de profesionales, porque en Río Grande no hay psicólogos, los odontólogos son muy pocos y no hay servicio de odontología propio, las farmacias no funcionan. Todo esto hace que haya un universo muy grande de personas acompañando este proyecto”, aseveró.
“En la Legislatura los trabajadores no tenemos la mayoría pero quiero creer que son representantes del pueblo y los trabajadores son el pueblo. Ahí tenemos la mayoría. Esperamos que los legisladores den una respuesta y que se hagan cargo de lo que hicieron en 2016, porque nos arrebataron la caja y la obra social, para entregarlas llave en mano al Ejecutivo”, concluyó.