El presidente de AFARTE Federico Hellemeyer expresó la satisfacción por el anuncio de la prórroga del subrégimen industrial, si bien todavía no se conocen los decretos, y una forma de “celebrar” la noticia fue acordar con los sindicatos el pago de un bono no remunerativo de 40 mil pesos, con los haberes de octubre. Remarcó que la prórroga era un pedido que se venía realizando hace tiempo, cada vez con más urgencia porque quedaban 30 meses del subrégimen, y la decisión política conocida hasta ahora viene a traer certidumbre. No pudo precisar cuánto impactará en la estructura de costos de las empresas el aporte que deben hacer al fondo, pero en principio habría disposición para adherir. También destacó que, ante versiones de que este fondo se crearía por DNU, finalmente habrá “una reválida del Congreso” al menos a este punto de la decisión tomada por el Ejecutivo.
Río Grande.- El presidente de AFARTE, Federico Hellemeyer, expresó por Radio Nacional Ushuaia las primeras impresiones luego del anuncio político de la prórroga del subrégimen industrial, mientras se espera la concreción con la publicación de los decretos, que podrían ser dos, uno referido a la prórroga en sí, y otro a la creación del fondo al que aportarán las empresas radicadas.
Ayer emitieron un comunicado en el que informan que van a otorgar una asignación de 40 mil pesos, no remunerativa, y Hellemeyer ratificó que tiene relación directa con el anuncio de la prórroga. El mismo lunes “se acordó con los sindicatos el pago de una ‘asignación no remunerativa prórroga’, que se va a pagar con los haberes de octubre que se liquidan hasta el 4 de noviembre. Los metalúrgicos van a tener con su sueldo la percepción de esta suma, que encuentra su justificación la buena noticia que significa para Tierra del Fuego la prórroga del subrégimen”, dijo.
Si bien estimó que la cantidad de empleados ronda los 8.500 en la industria electrónica, solamente cobrarán el bono los que estén en planta. “Hay algunas precisiones para el otorgamiento, como que el trabajador esté en nómina y la proporcionalidad del cobro de acuerdo al tiempo trabajado en el año. Es un compromiso que se tomó a nivel político”, manifestó.
La certidumbre esperada
En cuanto al anuncio en sí, lo recibió “con mucha alegría porque la extensión del subrégimen industrial es un pedido que venimos realizando hace tiempo y era muy necesaria la certidumbre, porque estamos operando con un proyecto que vencía en menos de 30 meses. Estamos muy entusiasmados con el anuncio político del lunes, y muy expectantes por conocer los detalles de esa prórroga, que se va a publicar en los días venideros. Nuestra actividad está muy regulada y seguramente va a haber cuestiones importantes a entender una vez que se conozca el decreto”, barajó.
Consultado sobre la creación del fondo, que recaudaría unos diez mil millones anuales según el ministro Matías Kulfas, y el impacto que puede tener en la rentabilidad de las empresas que deben adherir para mantener los beneficios, observó que “forma parte de los detalles a los que queremos acceder con la publicación de la norma, pero en función de la información que manejamos hasta ahora, se crea un fondo de ampliación de la matriz productiva fueguina –FAMPF-, al cual van a aportar las empresas del subrégimen industrial en una proporción de su facturación. Con esos recursos se van a llevar adelante inversiones en infraestructura e inversiones directas en actividades no existentes, sino aquellas en las que se quiere diversificar la matriz productiva. Van a poder darse emprendimientos que no dependan solamente de las actividades industriales promocionadas”, sostuvo.
Por FM La Isla agregó que “la contribución de las empresas establecidas a esta diversificación va a ser el aporte económico. Podrá ser poco vistoso a la luz de otras responsabilidades, pero es fundamental, porque es el recurso con el cual se va a contar para financiar todo eso. La autoridad de aplicación del subrégimen es el gobierno nacional, a través de la Secretaría de Industria, y seguramente las autoridades locales van a decidir las actividades de diversificación que desee explorar la provincia. Probablemente lo presenten como un anexo del decreto, porque muchas veces serán inversiones en emprendimientos y otras en infraestructura que tendrán un impacto económico”.
Según las primeras estimaciones, se habla de un impacto en la rentabilidad que rondaría el 3%. Sobre este punto Hellemeyer dijo que “no voy a rectificar ni ratificar esa cifra, y la prudencia impone esperar al detalle de la norma. Esto va a pasar a integrar las estructuras de costo de las industrias establecidas. Esto es un acto de gobierno más que un acuerdo entre partes. Es un decreto del Ejecutivo nacional, no un acuerdo, si bien es una norma plural porque recoge experiencias, pero regula cómo vamos a operar en una actividad muy sujeta a normativas”.
En cuanto al desfasaje entre el anuncio político y la firma del decreto que todavía no se publica, la explicación sería política. “Algunos dicen que esta demora entre el anuncio político y la publicación de la norma obedece a que hay una fecha límite para anuncios, por la veda electoral. Esto debe haber provocado el desdoblamiento del anuncio de la llegada del decreto”, estimó Hellemeyer.
También trascendió que el decreto que incluye el fideicomiso se publicaría por separado, bajo la forma de un DNU. “Es interesante porque va a tener que pasar por el Congreso, donde va a tener su reválida. Finalmente va a haber una norma de prórroga que, aunque sea tangencialmente, va a pasar una revalidación del Congreso y es muy importante. Dado que es el instrumento que establece el fondo, no la prórroga, no debería haber hostilidad de las demás provincias”, opinó.
A 50 años de la promoción
Finalmente, dado que el año próximo cumple medio siglo la promoción fueguina, a modo de balance expresó que “ha habido mucho ensayo y error en el proceso del subrégimen industrial pero sería un error verlo como un privilegio y como un mecanismo temporario. La prórroga actual le pide un esfuerzo a la actividad promocionada para desarrollar actividades no promocionadas. El subrégimen permite proveer al mercado interno de productos a precios asequibles, muy competitivos respecto de precios de Brasil y Chile, y una gran parte del beneficio fiscal se traslada en menores precios para el consumidor”, planteó.
“Esta mirada nos permite acercarnos a una noción más integrada del subrégimen. No es solamente una cuestión geopolítica, que por supuesto tiene su peso, pero hay una sumatoria de factores que hacen viable un modelo que genera mano de obra intensiva y al mismo tiempo traslada al bolsillo los beneficios con precios competitivos”, concluyó.