El dirigente de SETIA Mariano Tejeda mantuvo una reunión ayer con el resto de los sindicatos que nuclean trabajadores de empresas promocionadas y aseguró que todo el movimiento obrero está alineado para defender los puestos de trabajo. Cuestionó que, si había dos empresas con problemas en sus procesos productivos, no se hubiera corregido esa situación puntual en lugar de “poner a todos en la bolsa” y discriminar de la prórroga a las diez que se encuentran radicadas. Ya iniciaron gestiones en Buenos Aires para intentar una modificación del decreto y apeló a la política nacional que respaldan como gremio, con un “modelo nacional y popular” que quiere a todos adentro, y por lo tanto no puede poner en riesgo el trabajo de casi mil familias. Aclaró que pelear por los derechos no implica romper con el gobierno nacional y rechazó los intentos de la oposición macrista de “meterse” en el tema con promesas de solución, cuando durante la presidencia anterior sólo perjudicaron a los trabajadores y en particular a la industria fueguina.
Río Grande.- El dirigente de SETIA Mariano Tejeda expuso por Radio Provincia el cuadro de situación actual de las textiles y confeccionistas, que quedaron fuera de la prórroga del subrégimen industrial. “Lo que tenemos que hacer es lo que estamos haciendo, porque en el boletín oficial se confirmaron los rumores de los que veníamos hablando y habían empezado hace mucho tiempo. El lunes de la semana anterior estuve celebrando los anuncios del presidente en forma personal en Casa Rosada, con todas las organizaciones sindicales, dirigentes políticos y empresariales, y se planteaba una previsibilidad por 15 años, prorrogables por otros 15. Pensábamos en asegurar las fuentes de trabajo con los anuncios pero después se conoció el decreto y comenzaron las movilizaciones”, señaló.
“Hemos tenido reuniones en Buenos Aires, intentando torcer esta realidad. No decimos que se van a poner en riesgo los puestos de trabajo y van a cerrar mañana todas las empresas, pero es un trato desigual y discriminatorio para la industria textil”, criticó, teniendo en cuenta que “tenemos menos de dos años por delante y el resto tiene 15 años y pueden alargarse a 30. Nuestro horizonte está muy cerca y para seguir hay que generar una inversión, amortizarla, y ver también cuáles van a ser las medidas económicas que pueden impactar en forma positiva o negativa”, advirtió.
“Cuando los gobiernos toman malas decisiones y cae la economía, la primera que cae es la industria textil y esto ha sido histórico. También cuando comienza a levantarse es la primera en recuperarse. Esta es una situación injusta y todos compartimos esa mirada, porque se ponen en discusión procesos productivos particulares de determinadas empresas –son dos las que han judicializado- y terminan involucrando a las diez que están radicadas en Tierra del Fuego. No debería discutirse de esta manera y poner en jaque al total de las empresas textiles”, manifestó.
Dos empresas de diez
Puntualmente señaló que “los procesos productivos que se discuten son referidos a la tintorería seca, que hacen Australtex o BARPLA, pero como trabajadores no tenemos que poner el ojo en esas empresas. Hay una autoridad de aplicación que es el gobierno nacional, la Secretaría de Industria debe controlar esos procesos productivos. De mi parte sería una irresponsabilidad decir si está bien o está mal. BARPLA tiene 30 ó 40 trabajadores, sobre un total de 900. En Australtex hay 250 empleados pero no todos trabajan en la tintorería, son menos de la mitad y el resto es tejeduría, hilandería, depósito”, informó.
“Cuando empezamos a desmenuzar la situación, el panorama no es como lo plantean y, así como sale el impresentable de Lanata a decir que solamente en la provincia se hace telgopor y manuales de las cajitas cuando ataca a las electrónicas, ahora le toca al sector textil y dicen que la tela viene de otro lugar, se le pone un colorcito, se envía al continente y se termina exportando. No es así y es menospreciar el trabajo de los empleados de Tierra del Fuego que conocen el proceso productivo desde que inicia hasta que termina”, expresó.
“Lo que venimos gestionando es ser mirados con la misma lupa que los demás. Si hay que regularizar ciertas situaciones, se tiene que hacer pero no meter a todos en la misma bolsa”, reclamó.
Desconocimiento o lobby
El dirigente había advertido antes del decreto de prórroga y, frente a los rumores que circulaban, la influencia de un lobby empresario del continente para aprovechar estos puntos cuestionables de un par de empresas y eliminar competencia. Consideró que “se podría haber hecho un trabajo técnico en términos profesionales. Ahora hay que ponerse el overol, entrar a las empresas y ver lo que pasa. También es una generalización hablar de la industria textil, porque no es lo mismo una textil que una confeccionista. No es lo mismo Fabrisur, que hace tejido de punto, que Armavir que hace sábanas y acolchados. Tampoco es lo mismo Australtex que tiene una tintorería y una tejeduría, que Sueño Fueguino que hace sábanas, acolchados, toallas, toallones, y están en todos los supermercados del país”, observó sobre la diversidad dentro del mismo rubro.
Lo cierto es que, de caer los dos procesos productivos cuestionados, al ser una minoría los trabajadores involucrados se podrían absorber dentro del mismo sector, pero se vuelve difícil cuando están en riesgo todos los empleados de las empresas. Frente a este riesgo el dirigente aseguró que “vamos a tratar de obrar de buena fe, porque sabemos que cualquier declaración que hagamos tiene un impacto en los trabajadores, en los sectores políticos provinciales y nacionales. Queda claro cada vez que nos toca exponer nuestro pensamiento, que se debe llevar tranquilidad a los trabajadores y que estamos trabajando los tres gremios textiles y contamos con el apoyo del movimiento obrero organizado”, aseguró.
Respaldo sindical
Ayer mantuvieron una reunión en horas de la mañana los gremios textiles con los sindicatos que nuclean a los trabajadores de toda la industria promocionada, para ratificar el respaldo al reclamo que vienen realizando. “Nosotros como movimiento estamos apoyando un proyecto de gobierno y un proyecto de país que es nacional, popular e involucra a todos. Si este gobierno nacional y popular no deja nadie afuera, nosotros tenemos que estar adentro también”, sentenció.
“También nos hemos comprometido a poner en valor la industria textil porque pareciera que Tierra del Fuego es solamente un polo electrónico y que solamente se vive de la electrónica. Hay una gran cantidad de empresas de otros rubros, del textil, del plástico, hay una petroquímica, todas bajo el amparo de la 19640”, recordó.
A diferencia de los PPD de la electrónica, destacó que la mayoría de los empleados textiles está en planta, con muchos años de antigüedad y estabilidad en el empleo. “Hay desconocimiento a nivel nacional de cómo se vive en Tierra del Fuego y de qué vivimos. Tenemos dirigentes políticos que se han bajado del avión a las dos de la tarde y se subieron a las cuatro para volver. No conocen nada, no caminaron las empresas, o si lo hicieron fue alguna muy puntual, que seguramente no fue textil”, criticó.
“Nosotros estamos abriendo las puertas del sector para que tanto el gobierno provincial, los tres intendentes, el gobierno nacional, empiecen a poner en valor la industria textil, e incluso se abra a las escuelas para que puedan ver la actividad que se realiza. Queremos tener la posibilidad de que otra empresa que intente radicarse en Tierra del Fuego lo pueda hacer y genere más fuentes de trabajo y mayor inversión. Si se pone en el ojo de la tormenta un proceso productivo en particular, como el de Australtex, nosotros hemos realizado infinidad de reclamos por diferentes razones. Hemos visto un mundial de fútbol con 20 grados bajo cero en una carpa afuera de la empresa y seguramente hizo muchas cosas mal. Ahora, esa empresa se prendió fuego el 23 de abril de este año, y tengo entendido que lleva invertidos 650 millones para ponerla en pie nuevamente, es decir que la inversión está”, remarcó.
Casi mil familias
La prioridad hoy no son las empresas desde la mirada del gremio sino el trabajo que generan para casi mil familias. “Hay 900 trabajadores directos, sin contar el personal indirecto, que no están inventados en un número. Esas son las cifras a septiembre de este año y trabajan todos los días, en dos o tres turnos. Hay empresas como Hilandería Fueguina que no paran nunca porque, por sus procesos no pueden parar y esa fábrica está en Ushuaia. Nosotros estamos para defender a los trabajadores, para reclamar condiciones laborales, mejores salarios y conseguir más conquistas. Estamos parados en el mismo lugar que el gobierno provincial y las municipalidades, apoyando la ampliación de la matriz productiva, porque el subrégimen no solamente abarca el sector industrial: en Tierra del Fuego vivimos de las actividades promocionadas cerca de 200 mil habitantes y lo mejor que podemos hacer es tener el mismo mensaje e ir a nación a hacer las gestiones necesarias. Por reclamar lo que a uno le corresponde no necesariamente tiene que romper, sino seguir trabajando del mismo modo”, dijo.
Rechazo a Cambiemos
Finalmente lamentó que intenten “subirse” al reclamo algunos dirigentes macristas para posicionarse electoralmente. “Hay ciertos dirigentes políticos de otros colores, sobre todo amarillo, que vienen por la ley, por los trabajadores, por seguir quitando derechos y ahora quieren meterse en una discusión sucia para tratar de entrar, confundiendo a los trabajadores y al electorado. La realidad es que nunca nos van a defender, porque del 2015 al 2019 tuvimos la mayor prueba de que ese gobierno no hizo una sola cosa en favor de los trabajadores. Ahora no van a venir a hacer magia ni a solucionar lo que está en vías de solución. La crisis de 2015 al 2019 fue una pandemia tanto como el COVID. Este país está saliendo adelante y se necesitan políticas de Estado que generen mejoras en la economía, mayor registración de trabajadores. Si hablamos de Tierra del Fuego, hoy nos toca al sector textil pero tenemos que seguir luchando para que no nos toquen ni a nosotros ni al resto. Vamos a poner la voz de todo el sector del trabajo y sabemos que este subrégimen no es solamente para el sector industrial. Este perjuicio no es a la industria textil sino a mil familias que viven de este subrégimen. Pretendemos las mismas condiciones y que, si se tiene que discriminar a alguna empresa, que se haga sin involucrar al resto. Para eso es necesario conocer cómo es que trabajan estas 900 familias en la industria textil de Tierra del Fuego”, concluyó.