En una entrevista con Noticia de Tapa Radio el biólogo e investigador del CADIC Adrian Schiavini dió detalles de las especies exóticas en Tierra del Fuego. Schiavini considera que “Tierra del Fuego tiene un raro privilegio. El de tener un conjunto de especies exóticas muy importante para la superficie que tiene y para la fauna nativa que tenía. “ y comparó esta situación con la de “varias islas en todo el planeta donde la diversidad biológica se ve se ve reducida en relación a lugares que puede tener climas las templados, más cálidos con más bosques o selvas, ni que hablar de la selva misionera amazónica”.
Esta limitación en la cantidad de especies nativas habría motivado “al hombre a lo largo de su desarrollo, fundamentalmente el hombre europeo a lo largo de sus desplazamientos por el planeta, a ir trasladando con el especies exóticas de manera deliberada o accidental”, dijo y definió como deliberadas “a aquellas especies que el hombre llevaba para tener proteína animal por ejemplo era muy común cuando se navegaba dejar conejos, dejar cabras, dejar ovejas en islas remotas porque el navegante sabía que iba a pasar por ahí de nuevo pasado un tiempo iba a tener carne fresca y así han ido dejando especies por diversos lugares y en ocasiones las especies fueron introducidas con la idea de generar un comercio de piel y carne como en el caso del conejo en El Porvenir en la Tierra del Fuego chilena o el caso del castor en argentina. Me parece que nadie dimensionó en su momento, décadas atrás, quizás con esta intención comercial como en el caso de los castores o los visones, el impacto que esto iba a ir generando”.
Consultado sobre el impacto que tenían los perros sueltos en destrucción de bolsas de residuos, y las consecuencias del esparcimiento de basura Schiavini considera que “en el caso de los residuos el perro es un actor pero no el único. Así como el perro se aprovecha de los bolseos aprovecha también que alguien cuelgue su bolsita de basura en un clavito en el poste de luz o aprovecha el que deja un una bolsa en un recipiente o en un contenedor de residuos no adecuado o el que revolea en un contenedor sin importarle que el perro puede saltar adentro” y consideró que en este tema “la gente tiene muchísima responsabilidad y en ese sentido más allá del problema de los perros sueltos la responsabilidad viene siendo en buena parte de la gente”.
“También las aves como caranchos chimangos hasta los toros negros aprovechan la basura que colocamos y dejamos expuesta y cuando un carancho rompe una bolsa el siguiente paso es que la basura termina en el suelo desparramada por el viento y ahí viene un perro y aprovecha. Digamos entonces que el perro es parte del problema pero el origen central es el comportamiento nuestro”.
Sobre la sobrepoblación de conejos Schiavini afirmó que “quienes llegaron a Ushuaia hace más de 70 años te pueden contar que en la década del ’80 teníamos una ciudad devastada por los conejos, que se encontraban en retirada numérica ya que entre los años ’50 y ’60 fueron ioculados con el virus de la mixomatosis para combatir las poblaciones del lado chileno y también en la Argentina. Pero el conejo existía en los alrededores de Ushuaia, la gente iba a cazar conejo y hacia la finales de los 80 principios 90 prácticamente desaparecieron los conejos, entonces la gente pensó que había terminado el problema de golpe. Pero aparecieron de nuevo hacia la década del 2000 en la península de Ushuaia donde evidentemente quedó un núcleo resistente al virus de la mixomatosis. Esto es normal que suceda que parte de la población termine generando resistencia a patógenos entonces queda un bolsón de resistencia por así llamarlo hasta que este bolsón encuentra condiciones adecuadas para comenzar a reproducirse nuevamente”.
Para finalizar Schiavini expesó su preocupación por “el avance de algunos grupos que se denominan abolicionistas que pretenden instalar la idea de que todos los seres vivos vivientes tienen el mismo derecho que nosotros y en consecuencia la definición que nosotros hacemos de las especies exóticas invasoras es falsa porque deviene de nuestra pretendida supremacía como seres, como especies en relación a otras especies y la conclusión a la que llegan es que habría que dejar que las especies exóticas hagan lo que quieran.” y definió a esta postura como “muy preocupante realmente y están intentando profundizar el tema en diferentes organismos del Estado incluso hasta sancionar legislación al respecto”.
Fuente: noticiadetapa.com.ar