Del Mar Salud proyecta seguir creciendo y suma más especialistas

El coordinador general Dardo Luis Ríos dio a conocer la incorporación de nuevos profesionales a Del Mar Salud, un centro médico que comenzó a funcionar en plena pandemia y ya cuenta con un importante staff. Hay profesionales radicados en la provincia y médicos itinerantes, que completan una propuesta amplia para la comunidad.

Río Grande.- El coordinador general del centro médico Del Mar Salud, Dardo Luis Ríos, visitó los estudios de Radio Universidad 93.5 acompañado por algunos profesionales del staff y adelantó la incorporación de nuevas especialidades, que completan una amplia propuesta pese a la corta vida de la institución de salud.

“Cada vez vamos incorporando más gente al staff médico de Del Mar Salud. Nosotros empezamos con el proyecto a mediados del 2019, después vino la pandemia y recién pudimos dar comienzo en octubre de 2020. Tenemos nuevas incorporaciones, como dermatóloga, reumatóloga, ahora se va a incorporar una reumatóloga pediátrica, tenemos cardiología, pediatría, oftalmología, ginecología, médicos clínicos. Faltan profesionales en distintas especialidades pero hemos tenido la suerte de ir incorporando especialistas y estamos creciendo muy bien”, afirmó.

El Dr. Luis Moyano, alergista, reside en Rosario y empezó a venir el mes pasado como médico itinerante. Informó sobre su especialidad y las patologías más comunes: “Empecé a ver muchos pacientes por alergias, porque hay mucho diente de león, además en la alergia hay un componente genético. Cuando uno está en lugares cerrados, el polvo y el polen también se va acumulando en ciertos sectores de la casa, y es importante el tipo de limpieza que hay que hacer, con aspiradora, con cosas húmedas, evitar los grandes reservorios de polvo como las cortinas, los almohadones”, recomendó.

Consultado sobre el uso del barbijo, dijo que “actúa como un medio de barrera, porque los poros de la tela son pequeños y los pólenes son más grandes. Es importante el barbijo para las personas alérgicas que quieren hacer vida al aire libre y actividad física. Hay que buscar los momentos también, porque tanto a la mañana como al atardecer es el momento de mayor generación de polen. Hay barbijos especiales para deportistas, que tienen más duración y se pueden lavar, y son útiles para las personas con alergias. También pueden usar antiparras para que puedan llevar una vida normal las personas que padecen patologías alérgicas”.

 

Estrés y enfermedades neurológicas

 

Por su parte el neurólogo Iván Martos, contó que hace cinco años reside en la provincia. “Atiendo en Ushuaia, Río Grande y Tolhuin, y la mayor consulta sigue siendo la cefalea, que muchas veces está ligada a motivos desencadenantes de crisis. Uno de ellos son todas las situaciones que se vivieron con la pandemia, que fueron psicológicamente estresantes. Las consultas están ligadas al COVID, a la neurología en general, y problemas genéticos que desencadenan una enfermedad neurológica. Antes no se podía hacer nada pero ahora cada vez hay más tratamientos que mejoran la calidad de vida del paciente. La mayoría son adultos mayores, pero también hay jóvenes y niños”, señaló.

“Hay enfermedades vinculadas con el estrés psicológico y con las consecuencias del estrés psicológico sobre enfermedades neurológicas crónicas. Hay consecuencias por lo que se vive en lo laboral, en distintos ámbitos sociales, que determinan consecuencias neurológicas”, afirmó.

Destacó la importancia de la comunicación por Internet y actualmente “casi la mitad de las consultas las estoy haciendo vía web. Tengo pacientes de Argentina y de toda Latinoamérica, y he visto pacientes desde Ushuaia hasta México. Esto se venía haciendo en el mundo, pero muy poco en Argentina, lo mismo la participación en seminarios regionales. Se participaba en forma online pero muy poco y con la pandemia aumentó marcadamente”.

Asimismo, marcó una consulta tardía de los pacientes con patologías neurológicas. “Los pacientes en Tierra del Fuego en general dilatan la consulta, o han hecho consultas a otros especialistas cuando los síntomas eran neurológicos. En algunas enfermedades la demora habitual a nivel mundial es de medio año a un año, tanto para reconocer que el problema es neurológico como para llegar a los diagnósticos”.

Como particularidad de la provincia, dijo que en general no se aprovechan lugares de esparcimiento, no porque no existan sino porque “muchas veces no hay tiempo. Esto incide en la salud, porque internacionalmente tienen puntajes muy buenos los lugares donde se aprovecha el esparcimiento, y no es así en los que no pueden aprovechar las actividades y situaciones de esparcimiento”.

Respecto de lo que haría falta incorporar, mencionó “algunos estudios específicos de patologías de complejidad. El problema es que se necesita personal médico y técnico para eso, y un lugar adecuado. También ocurre que se puede llevar adelante todo esto y luego hay pocos pacientes. El desarrollo de neurología está muy bien, hay resonadores de alta calidad, posibilidad de hacer estudios neuro-fisiológicos de alta calidad. Sería bueno que hubiera algún equipo más pero hay posibilidad de hacer la mayoría de los laboratorios. Lo que no se puede hacer, se deriva, y es la realidad de todo el país. Hoy están aceitadas las maneras de derivación”, aseveró.

“Yo formo parte de las campañas de difusión a profesionales de patologías poco frecuentes. Esas campañas llevan la difusión y la posibilidad de facilitar el diagnóstico. Antes no era fácil llegar a ese diagnóstico y había que viajar a Buenos Aires para que tomen la muestra. Ahora se toma la muestra acá mismo, se coordina con el servicio de correos que maneja el laboratorio y se deriva a laboratorios de Buenos Aires, Córdoba, Brasil. No es fácil el diagnóstico porque requiere de mucha interpretación y hoy se puede hacer casi con la misma facilidad que en Buenos Aires”, valoró.

Consideró que “sería sano que hubiera más neurólogos en la provincia. Hasta ahora en forma estable y viviendo en la provincia estoy yo y hay dos profesionales en Ushuaia; luego hay algunas personas que vienen como itinerantes. Se necesitarían cuatro personas en las dos ciudades y una distribución del trabajo, porque se hace difícil acceder para el paciente. Tenemos neurocirujanos, pero no neurólogos, aunque a veces atienden consultas neurológicas pero están para otro tipo de trabajo y es fundamental trabajar en conjunto”.

 

Perspectivas

 

Finalmente Luis Ríos expresó que las perspectivas para el año próximo pasan por “seguir con esta misma línea, incorporando más profesionales para seguir creciendo y brindar un mejor servicio a la comunidad”.

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