El IAPG destacó que con el nuevo proyecto aprobado será la primera vez que las operaciones se hagan en aguas profundas y ultraprofundas; es decir, se llevarán a cabo en zonas muy alejadas de la costa, a cientos de kilómetros, en donde el mar puede alcanzar profundidades de hasta 4000 metros. Desde hace décadas existe producción de gas en pozos marinos de la Cuenca Austral de Tierra del Fuego y sur de Santa Cruz. El 17% del gas que se produce en el país viene hoy de 36 pozos operativos en el mar.
Río Grande.- Desde el organismo técnico advirtieron que existe una embestida sin precedentes en contra de los hidrocarburos, que hoy representan la mitad del consumo mundial de energía. Por ejemplo, desde hace décadas existe producción de gas en pozos marinos de la Cuenca Austral (TDF y sur de Santa Cruz). El 17% del gas que se produce en el país viene hoy de 36 pozos operativos en el mar. Las criticas vienen de los sectores ambientalistas.
Luego de que el Gobierno aprobara los permisos para realizar estudios del subsuelo en tres áreas del Mar Argentino, a unos 300 kilómetros de la ciudad de Mat del Plata, donde hay expectativa de hallar gas y petróleo, el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG) defendió la exploración off shore, que fue criticada por los sectores ambientalistas y también por el intendente del partido de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro.
El Gobierno y la Secretaría de Energía dieron luz verde el 30 de diciembre pasado a la Declaración de Impacto Ambiental que permitirá realizar estudios sísmicos en tres áreas de exploración off shore ubicadas en la Cuenca Argentina Norte (a 307 y 443 kilómetros de la costa de Mar del Plata). El proyecto fue presentado por la empresa Equinor en sociedad con YPF y Shell.
El Instituto, un referente técnico dedicado a los hidrocarburos y a la energía, publicó en sus redes sociales varias aclaraciones sobre la actividad de exploración off shore:
En primer lugar, desde el IAPG destacaron que se trata de una iniciativa del Estado Nacional y no de empresas extranjeras que vienen a saquear un recurso local. “Es el propio Estado el interesado en el desarrollo del recurso e invita al sector privado a participar, como ocurre en la mayoría de los países. Entre las compañías concesionarias, hay de capitales extranjeros, pero también de capitales locales, como YPF; de capitales estatales y también privados y mixtos. Todas operarán bajo las mismas condiciones”, señalaron.
Con todo, uno de los puntos centrales del texto publicado por el instituto especializado es que la Argentina busca hidrocarburos en su mar desde hace más de 90 años. Desde entonces, se perforaron más de 187 pozos en el lecho marino y se produjeron algunos hallazgos de interés, sin incidentes ambientales significativos, detallaron.
Por ejemplo, desde hace décadas existe producción de gas en pozos marinos de la Cuenca Austral (Tierra del Fuego y sur de Santa Cruz). El 17% del gas que se produce en el país viene hoy de 36 pozos operativos en el mar.
“Esto es muy importante, porque más de la mitad de la energía que consume la Argentina es gas natural. Incluso en tu casa, la calefacción y la cocina utilizan este insumo, que es, por lejos, el más limpio de los combustibles fósiles. El 70% de la electricidad también se produce con gas”, indicaron.
Durante el más de medio siglo de búsqueda en lecho del Mar Argentino se utiliza la “sísmica” como técnica exploratoria. Sólo entre 2017 y 2020 se registraron unos 120.000 km de sísmica en el Mar Argentino, pero la técnica se usa en nuestro mar desde fines de los 50, precisaron desde el IAPG.
“En las costas bonaerenses, por caso, se han registrado desde 1960 unos 50.000 km de sísmica y se perforaron 18 pozos; el último en 1997, algunos de ellos relativamente cercanos a la costa. ¿Ocurrió algún desastre ecológico? La respuesta es un rotundo no”, afirmaron.
Como ejemplo, los especialistas del IAPG destacaron que las poblaciones de ballenas no dejaron de crecer en los últimos 50 años. “La actividad pesquera enfrenta problemas propios relacionados con la presión sobre el recurso. Nada tiene que ver la actividad hidrocarburífera. Países que son potencias pesqueras, como Noruega, tienen desarrollos intensivos de gas y petróleo en el mar”, destacaron.
“Por primera vez el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible participa en la aprobación de los estudios de impacto ambiental. Esto incluye la realización de una audiencia pública, que se llevó a cabo a mediados de 2021, con la participación de cientos de personas”, señalaron.
Por otro lado, desde el Instituto advirtieron que existe una embestida sin precedentes en contra de los hidrocarburos, que hoy representan la mitad del consumo mundial de energía. “No es cierto que en el corto plazo puedan ser reemplazados con energías renovables. Y la demanda energética va en aumento”, dijeron.
“Hoy no existe prácticamente ningún país en el mundo cuya matriz energética no tenga un mínimo de 70% de combustibles fósiles. Mucho menos, si hablamos de países industrializados. Y casi todos queman carbón mineral, el más contaminante de los combustibles fósiles. Países muy populosos y en desarrollo, en especial en Asia, basarán este crecimiento en el carbón mineral. Los hidrocarburos, con su menor nivel de emisiones (muy especialmente, el gas natural) tienen un rol importante que cumplir allí”, explicaron.
Desde el instituto, advirtieron que la creencia de que las llamadas “energías limpias” son la solución al problema es un mito divulgado en forma irresponsable. “Estas fuentes son valiosos complementos, pero con serias limitantes técnicas e impactos ambientales de los que no se habla. El primero es la intermitencia. No hay forma de garantizar aún el abastecimiento solo a base de energías renovables. Y esto supone un límite concreto a su abastecimiento a gran escala. No hay un solo ejemplo en el mundo de un país renovable en su matriz primaria”, precisaron.
“El sol y el viento contienen energía renovable. Pero los paneles solares y los aerogeneradores no lo son. Por ejemplo, requieren la intensificación de actividades extractivistas y no renovables, como la minería. Y dado que básicamente se genera electricidad, sería necesaria la electrificación de todos los servicios (transporte, calefacción, cocina) y la construcción de grandes redes de transporte y distribución (basadas en el cobre, que no es renovable)”, argumentaron.
“¿Quién financiaría esa costosísima transición? Nunca se dice ¿Vas a cambiar tu calefón por uno eléctrico? ¿Tiene sentido en Argentina, que emite apenas el 0,6% de los gases de efecto invernadero y más de la mitad de su población hoy se encuentra bajo la línea de pobreza?”, se preguntaron.
En el texto, el IAPG destacó que con el nuevo proyecto aprobado será la primera vez que las operaciones se hagan en aguas profundas y ultraprofundas; es decir, se llevarán a cabo en zonas muy alejadas de la costa, a cientos de kilómetros, en donde el mar puede alcanzar profundidades de hasta 4000 metros.
“Decir que las operaciones se harán en las costas bonaerenses es relativo y hasta tendencioso. El punto más cercano a Mar del Plata, de hecho, son 307 kilómetros, tan lejos de la localidad balnearia como Brandsen, por ejemplo. Nadie en Mar del Plata verá plataformas ni petróleo”, señalaron.
Por último, destacaron que estas operaciones implican tecnología de punta, controles, protocolos, estudios de impacto ambiental, y más controles. Y que se realizan en los países más proteccionistas del mundo: Canadá, Australia, Holanda y Noruega tienen actividad offshore por los beneficios que reporta.
También citaron el caso de Brasil y México, donde se desarrolla intensivamente recursos de hidrocarburos en el mar desde hace 50 años. Para el Estado de Río de Janeiro, en Brasil, la extracción de hidrocarburos en el mar representa un mayor ingreso en el producto bruto, que el turismo. “Los beneficios de la actividad impactarán positivamente y de lleno en la economía del país y, en especial, de una ciudad como Mar del Plata. De producirse un hallazgo, incontables actividades entre bienes y servicios se pondrán en marcha”.
Fuente: Info3Noticias