Asumió el nuevo Jefe de la Base Aeronaval Río Grande

El Comandante del Área Naval Austral, Contralmirante Marcelo Alejandro Dalle Nogare, puso en funciones al Capitán de Fragata Miguel Augusto Martínez Widmer como nuevo Jefe de la Base Aeronaval Río Grande ‘Pioneros Antárticos en el Polo Sur’, en reemplazo del Capitán de Fragata Luís Matías Arbini, quien estuvo tres años al frente de esa base en la que también sirvió su padre durante al guerra de Malvinas, siendo el piloto que encontró a los náufragos del Crucero ARA General Belgrano en mayo de 1982, en un vuelo épico que ingresó a los anales de la historia y que permitió salvar a más de 700 vidas. Acompañaron el intendente Martín Pérez, la Ministro de Obras y Servicios Públicos Gabriela Castillo, el concejal Walter Campos, altos jefes militares de distintas dependencias, fuerzas de seguridad, tanto provinciales como federales, veteranos de guerra, personal retirado de la fuerza, familiares y público en general.  

Río Grande.- Este viernes a la mañana se realizó el acto de cambio de jefatura de la Base Aeronaval Río Grande ‘Pioneros Antárticos en el Polo Sur’, encabezado por el Comandante del Área Naval Austral, Contralmirante Marcelo Alejandro Dalle Nogare, quien fue acompañado por el Intendente de la Ciudad de Río Grande, Lic. Martín Pérez y la ministra de Obras y Servicios Públicos de la provincia, Prof. Gabriela Castillo.

En representación del Concejo Deliberante asistió el edil Walter Campos.

En la oportunidad, el Contralmirante Dalle Nogare puso en funciones al nuevo jefe, Capitán de Fragata Miguel Augusto Martínez Widmer quien de este modo reemplazó al Capitán de Fragata Luís Matías Arbini, ambos aviadores navales.

 

Un discurso al borde del quiebre

 

El Jefe saliente brindó un breve y emotivo discurso que estuvo al borde del quiebre emocional por la presencia de sus padres, Luís Guillermo y Patricia.

Justamente su padre fue el piloto del avión naval Neptune que encontró a los sobrevivientes del Crucero ARA General Belgrano en mayo de 1982 luego de que el insigne buque fuera torpedeado por el submarino nuclear británico ‘Conqueror’ fuera del área de exclusión impuesta por los mismos ingleses.

En 1982, el entonces Teniente de Navío Luís Guillermo Arbini realizó muchas misiones sobre el Atlántico Sur en la guerra de Malvinas, desde la misma base que su hijo comandó durante tres años.

En sus palabras, el Jefe saliente destacó la labor de los integrantes de la Base Aeronaval “en esta zona insular” a la par que valoró el trabajo que llevan a cabo las distintas unidades militares y de las distintas fuerzas de seguridad federales y provinciales.

En se sentido, observó que dicha base “como integrante del componente naval, desarrolla visibles funciones junto a las unidades que integran la Fuerza de Infantería de Marina Austral y el Área Naval Austral, según las necesidades del servicio y de acuerdo con los planes en vigor”.

El Capitán Arbini continuó diciendo que “además, (la Base) mantiene los lazos necesarios de cooperación con instituciones públicas y privadas, municipales y provinciales, desarrollando las mismas de forma fluida y sostenidas, dentro de un escenario de amistad institucional, colaboración y entendimiento mutuo”.

Asimismo relató que “en el amanecer de cada jornada, durante estos últimos tres años, el quehacer diario abrió un amplio telón de abanicos, de escenarios, en los cuales hemos ejecutado funciones de variada naturaleza como tareas de mantenimiento edilicio, administrativas, de adiestramiento, de conducción de personal, de apoyo a actividades cooperativas, de apoyo y representativas -entre otras tantas- fueron distribuidas, asumidas y desarrolladas por quienes, en su conjunto, conforman el grupo humano que refleja la imagen proyectada de esta Base Aeronaval”.

En este punto sostuvo que “fueron hombres y mujeres, civiles y militares; oficiales, suboficiales, cabos y marineros, todos ellos de diversas orientaciones y capacitaciones formamos el componente que ostenta particulares idiosincrasias que en el día tras día, se aferraron al timón en dirección a la singladura de la Base hacia un rumbo que la hace avanzar a través de la variación del tiempo y de la dinámica de del devenir”.

“Agentes civiles, pilotos, técnicos, contadores, aeronáuticos, servicios, meteorólogos, infantes, maquinistas, furrieles, electrónicos, enfermeros y marineros, integrantes de la Armada toda y representantes de pueblos y regiones que componen el amplio territorio de nuestro país, se amalgamaron casi sin darse cuenta, con la idea de llegar al objetivo que le fue encomendado y asumido como propio”, continuó el Capitán Arbini.

En este sentido observó que “este grupo heterogéneo, tanto en su formación profesional como cívica, que año tras año renueva parte de sus filas, supo mantener la llama que hace más de setenta años, forja el espíritu de aquellos que luchan por las causas justas y las razones correctas”.

 

La familia, el sostén de un marino

 

El Capitán Arbini confió que “mis tres dotaciones, me gusta pensar que solo mías, sostuvieron un esfuerzo que podía ser calificado como innecesario por los ojos de quienes justifican la falta de visibilidad, acentuada por una lejanía que se hace cada vez más grande. Ellas, sostuvieron un esfuerzo muchas veces insonoro, que solo despierta el orgullo de quienes lo realizan; un esfuerzo que infla el pecho, levanta la frente y concilia el sueño con la satisfacción del deber cumplido”.

Compartió que “haber sido el Jefe de la Base Aeronaval Río Grande, produjo en mí el impensado orgullo profesional que he experimentado en estos casi 30 años de carrera castrense. Por un lado, percibo una gran satisfacción al entregar el testimonio, con la tranquilidad de creerme un digno guardián del prestigio de esta unidad; pero también es muy cierto que la exigencia de mandar estos años, ha grabado en mi, la alegría y el sueño que supo acompañarme, por lo que la Armada, en su bicentenaria sabiduría, nos ha reunido hoy a fin de celebrar la venida de un nuevo Jefe de Base”.

El Jefe saliente agradeció a todas las instituciones públicas y privadas, superiores y subalternos, amigos y conocidos que lo han acompañado durante estos tres años al frente de esta unidad de la Armada Argentina.

Lo propio hizo con otras autoridades militares, como el Capitán Mario Alfredo Bilesio –Comandante de la FAIA, el Capitán Sebastián Carrasco, Comandante del BIM 5 -quien además fue compañero de promoción del Capitán Arbini-, “a mis nuevos amigos riograndenses; a mis padres, hoy presentes en este acto y a quienes agradezco el orgullo que derraman sus ojos cada vez que me miran; a mis hijos y el más grande agradecimiento a Cecilia (su esposa) que una vez más decidió acompañarme en esta nueva”.

El Capitán Arbini recibió reconocimientos del Gobierno de la Provincia, de la Municipalidad de Río Grande, del Centro de Veteranos de Guerra ‘Malvinas Argentinas’ y de la empresa Total Austral.

Además de las personalidades mencionadas, estuvieron presentes el Secretario de Gobierno del Municipio de Río Grande, Dr. Gastón Díaz; las autoridades del Centro de Veteranos de Guerra encabezadas por su presidente Raúl Villafañe, del Jefe de la Prefectura Naval, Prefecto Juan Carlos Debailleux; del titular del Escuadrón 62 ‘Río Grande’ de la Gendarmería Nacional, Comandante Principal Diego Walter Villanueva; del Subjefe de la Policía de la Provincia, Comisario General Alfredo Barrios Kogan.

Acompañaron la ceremonia, además, personal retirado de la fuerza, familiares y público en general.

Durante el acto se leyó una salutación del Gobernador de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Prof. Gustavo Melella.

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