Desde Naciones Unidas llamaron a proteger un área de humedales de Tierra del Fuego. Península Mitre es el mayor punto de captura de carbono del país, y donde se concentran el 84,4 % de las turberas de Argentina.
Ushuaia.- Desde Naciones Unidas llamaron a proteger un área de humedales de Tierra del Fuego. Península Mitre es el mayor punto de captura de carbono del país y donde se concentra el 84,4 % de las turberas de Argentina. Las turberas son un tipo de humedal y son la mayor reserva de carbono orgánico terrestre del planeta. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Iniciativa Global de Turberas (GPI) resaltaron la necesidad de proteger este ecosistema.
Pero ¿qué es un humedal? ¿Qué función cumple? ¿Cuál es su importancia? ¿En qué se destaca Península Mitre? Para sacarnos estas dudas, desde Infonews hablamos con Ángeles De la Peña, coordinadora de Proyecto, Península Mitre de Rewilding Argentina. “A grandes rasgos los humedales podrían describirse como áreas que permanecen en condiciones de inundación o, por lo menos, con su suelo saturado con agua durante considerables períodos de tiempo. El agua puede provenir del mar, de los ríos, las lluvias o de napas subterráneas. Históricamente, se los ha considerado ecosistemas marginales, pero se encuentran entre los ecosistemas de mayor productividad biológica y diversidad ecológica del mundo. Aunque no lo parezca a simple vista, son tan productivos como las selvas tropicales”, destacó De la Peña. Al respecto, agregó: “Todos los ecosistemas cumplen un rol diferente pero a la vez están interconectados. En Argentina tenemos distintos tipos de humedales a lo largo del país, cada uno con sus particularidades. Uno de los más relevantes son las turberas de Tierra del Fuego, más específicamente las de Península Mitre porque se encuentran sin fragmentar, sus grandes extensiones hacen que haya sido declarada el mayor punto de captura de carbono de toda la Argentina. Aproximadamente el 80% de toda la turba de nuestro país se encuentra en Mitre”.
Sobre la importancia de proteger estas áreas con leyes que salgan desde el sector político, remarcó: “Las leyes son necesarias para establecer un marco de regulación, fiscalización y correcta gestión de los ecosistemas. Sino contamos con esto muy difícilmente podamos preservarlos, y son fundamentales para la regulación de las cuencas hídricas como reservorios de agua dulce y como sumideros de carbono, más en el contexto de crisis climática que estamos atravesando”. En el mismo sentido, advirtió: “Estamos atravesando una re-evaluación de los modelos económicos y productivos actuales, en general hasta el momento la naturaleza se vio como un medio para producir, explotar, extraer. Hoy de a poco se entiende que hay muchos ecosistemas que hemos destruido causando daños irreparables y que si realmente queremos sobrevivir necesitamos poder contar con un planeta sano y funcional. Muchas veces los intereses económicos de algunas personas o sectores o inclusive los gobiernos hacen que se tomen decisiones poco prudentes y poco estratégicas para el desarrollo a largo plazo de nuestra comunidad. El proyecto de ley de humedales tiene mucho trabajo, muchas propuestas distintas que deberían poder ser analizadas y unificadas para contar un con texto superador”.
Argentina, a diferencia de otros países, cuenta con una gran ventaja: más del 20% de su superficie está cubierta por humedales, se podría decir que es un país beneficiado en ese sentido. “Es un gran privilegio, más teniendo en cuenta que por ejemplo, con respecto a las turberas alrededor del mundo muchas han desaparecido. En Europa se perdieron y hoy se está investigando cómo recuperarlas. Nosotros tenemos la oportunidad de adelantarnos y protegerlas antes de que sea demasiado tarde y tengamos que invertir fortunas en poder restablecer algo con lo que siempre pudimos contar”, sostuvo De la Peña. En Tierra del Fuego, la iniciativa para crear un área natural protegida en Península Mitre lleva 32 años intentando convertirse en ley. “La propuesta para proteger la península tiene más de 30 años y los proyectos de ley que se presentaron para poder lograrlo llevan más de 17 años, esto nos demuestra por un lado la gran voluntad que hay detrás del área para su conservación pero por otro lado las complejidades para lograrlo. ¿Cómo puede ser que un lugar tan importante y que ha acumulado tantos fundamentos científicos para su protección todavía siga en riesgo por su falta de regulación?”, cuestionó.
En esta península fueguina se encuentra la mayor reserva de turba de Sudamérica, concentrando también el 84,4 % de los turbales de Argentina. Este tipo de humedales, cubren solo el 3% de la superficie terrestre del planeta y se encuentran entre los ecosistemas más complejos. Contienen el 30% del carbono almacenado en el suelo, el doble que todos los bosques del mundo. La protección de la Península es necesaria para poder asegurar la continuidad del ciclo de carbono de sus turberas y la biodiversidad del área, pero también para evitar que todo el carbono almacenado en sus turberas durante más de 5 mil años vuelva a la atmósfera. El dióxido de carbono es el mayor impulsor del cambio climático, a cuanto más concentración en la atmósfera, más calor queda atrapado. Las turberas, y la península Mitre en este caso, permite que el carbono cumpla su proceso en la tierra y no vuelva a la atmósfera. Es por esto que es urgente declarar la protección de esta zona.
“En diciembre del 2020 el gobierno provincial declaró por Decreto al área de Interés Ambiental, Natural y Cultural otorgándole un cierto marco de protección temporaria, pero la realidad es que hasta que no sea declarada área protegida formalmente dentro del Sistema Provincial de Áreas Protegidas, el lugar no se encuentra protegido. El año pasado se hicieron muchas declaraciones demostrando interés en avanzar con el proyecto pero finalmente perdió estado parlamentario al finalizar el periodo legislativo del 2021. Este año el proyecto fue representado y esperamos que sea tratado en los próximos meses como fue anunciado a fin de año por varios funcionarios del gobierno y legisladores provinciales”, concluyó De la Peña.
La comunidad fueguina espera que con el comienzo de la actividad parlamentaria en 2022 finalmente se declare como área natural a este ecosistema y quede protegido para el bien de toda la sociedad, de Tierra del Fuego y del mundo.
Fuente: Pablo Albornoz en Infonews.