La letra chica del acuerdo con el Fondo se completó anoche en un último contacto entre Martín Guzmán y Julie Kozack, jefa de la mesa técnica del organismo. Aún se trabaja en detalles formales de los documentos. Enviarían el memorándum al Congreso en los próximos días.
Buenos Aires.- La negociación técnica con el Fondo Monetario Internacional avanzó anoche con un último contacto entre el ministro de Economía Martín Guzmán y Julie Kozack, jefa de la mesa de funcionarios técnicos del organismo. En esa conversación se acordaron los trazos gruesos del programa, pero aún resta un último tramo de ida y vuelta entre Buenos Aires y Washington para tener el programa cerrado de manera definitiva, según pudo saber Infobae.
Un mes después del primer anuncio de un entendimiento con el FMI, el 28 de enero, en que se anticiparon los principales lineamientos de política económica que tendría el nuevo programa, el Poder Ejecutivo y el Fondo Monetario apuntalaron la letra chica del memorandum de entendimiento, que incluye los detalles sobre cómo el Gobierno cumplirá con las metas macroeconómicas a las que se compromete en el Extended Fund Facility (EFF).
Para las próximas horas resta la redacción de los términos del memorando de entendimiento, tanto en español como en inglés, que llevaría probablemente todo el día de hoy, según afirmaron a Infobae fuentes al tanto de la marcha de las conversaciones con el FMI. El miércoles o jueves, una vez que quede completo ese documento consensuado entre el Gobierno y el Fondo, entonces, podría presentarse el acuerdo ante el Congreso para su discusión.
Según pudo saber este medio, una cuestión clave que se terminó de negociar ayer fueron temas tarifarios y de subsidios, cuestiones que demoraron un anuncio que el Gobierno esperaba realizar, de manera formal, la semana pasada. Así, las tarifas aumentarán más del 20%, a pesar de lo anunciado ya por el Gobierno, pero menos que la variación de salarios. “Faltan terminar cuestiones de encuadre legal y de lenguaje sobre cómo se va a presentar en español y en inglés la letra chica del memorandum”, explicaron a este medio fuentes oficiales.
“En la negociación se impuso la posición que tenía el Gobierno respecto a las tarifas”, aseguraban este martes por la tarde desde un despacho oficial. A grandes rasgos, el FMI buscaba un reajuste de tarifas que tenga un ritmo superior a la inflación esperada para este año, por encima del 50% según relevamientos en el sector privado. La Casa Rosada buscó un mecanismo que ate esa actualización a alguna variable mensurable pero que no esté atada a la inflación.
Así, se llegó como conclusión a un esquema por el cual las tarifas avanzarían en un ritmo que sería menor al Coeficiente de Variación Salarial (CVS), que mide el Indec todos los meses. Todavía no fue detallado cómo se llevaría adelante en términos técnicos ese aumento, qué periodicidad tendrá y qué cantidad de usuarios estarían alcanzados.
En la Asamblea Legislativa, Alberto Fernández había dicho que “aún hoy seguimos negociando aspectos vinculados a la formalización de ese acuerdo que confío concluir a la brevedad. En el contexto mundial que vivimos y teniendo en cuenta la magnitud de los compromisos que asumió Argentina y que buscamos modificar, defender los derechos de nuestro pueblo demanda mucho más que cinco minutos”.
Alberto Fernández consideró el primer acuerdo anunciado el 28 de enero como “el mejor posible”. “El nuevo programa no acumulará nueva deuda a la ya tomada por el gobierno anterior. Es una refinanciación de aquél préstamo que nos permite no usar en estos años recursos nacionales para pagar los compromisos”, consideró.
“Se usará dinero del propio FMI que empezará a pagarse dentro de 4 años y medio. Podremos utilizar ese tiempo para que semejante carga de deuda no detenga el crecimiento. El acuerdo no resuelve el problema de la deuda externa, pero da un paso importante en esa dirección. Se iniciarán los pagos en 2026 para terminar en 2034″, anticipó el Presidente.
“Logramos un entendimiento inusual en el marco de un programa con el FMI. Es un acuerdo sin políticas de ajuste y con incremento del gasto real en todos los años del programa. Esto nos pone en un camino transitable para nuestro país con mayor previsibilidad, certezas y visión de futuro. Habrá una expansión en infraestructura, inversiones en ciencia y tecnología y en políticas sociales”, aseguró el jefe de Estado en la apertura de sesiones ordinarias.
Por otra parte, Fernández aseveró que “este acuerdo no contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo, a diferencia de otros que la Argentina firmó en el pasado. La reducción gradual del déficit será compatible con una expansión moderada del gasto primario real que permitirá apuntalar la fuerte recuperación económica en curso”.
Además, salió a desmentir que el programa incluirá una reforma jubilatoria. “Quiero ser muy claro ante esta Asamblea Legislativa. No habrá una reforma previsional. La edad jubilatoria no será alterada. Jubilarse es un derecho y se debe respetar a rajatabla. Si por el motivo que fuere una persona deseara continuar trabajando después de cumplir la edad que establece la ley, nadie, en principio, debería obligarla a retirarse”, mencionó.
“La Argentina necesita ordenar su política monetaria y fiscal. El mayor problema que tenemos, la inflación, es multicausal. Y es nuestra responsabilidad atender todas sus causas. Seguiremos la senda de ordenar las cuentas públicas sin condicionar nuestras políticas de justicia social”, dijo el mandatario en su discurso.
El acuerdo con el FMI: los puntos centrales
-Duración: el programa será un Extended Fund Facility (EFF) que tiene una duración de dos años y medio. Durante ese primer período el FMI “cubrirá” los vencimientos establecidos en el stand by firmado en 2018 por el Gobierno de Mauricio Macri. En 2026 comenzaría a correr ese plazo de 10 años para que el país devuelva el monto.
-Metas fiscales: incluirá un sendero de reducción del déficit fiscal. Para el año 2022 prevé un déficit de 2,5% (desde el 3% con el que arrancó el año); en 2023 del 1,9% del y 2024 del 0,9% para llegar al déficit cero en 2025. El Fondo Monetario aseguró que “el sendero fiscal acordado mejoraría de manera gradual y sostenible las finanzas públicas y reduciría el financiamiento monetario”.
-Emisión monetaria: Habrá una reducción gradual de la asistencia del Banco Central al Tesoro. Mientras en 2021 fue del 3,7% del PBI; en 2022 se apunta a que sea del 1%, en 2023 0,6% y en 2024 que se aproxime a cero, indicó Guzmán. No hubo detalles sobre si esa reducción incluirá adelantos transitorios y giros de utilidades en conjunto o solo uno de ellos. Esto no implicará que deje de haber asistencia del BCRA a Economía, sino que dejará de ser “sistemática”, indicó Guzmán durante su conferencia de prensa del 28 de enero.
-Acumulación de reservas: El 2022 tendrá un objetivo de sumar de reservas internacionales por unos USD 5.000 millones. Parte de eso se lograría con propios desembolsos desde el FMI a lo largo del año.