El Ministro de Desarrollo Humano, Marcelo Maciel, expuso el panorama del área a su cargo, con una demanda que explotó en la pandemia. Actualmente son más de 16 mil los beneficiarios de ayuda social por el programa REDSOL, que suma los módulos alimentarios, y se ha iniciado un proceso de depuración del padrón, porque alrededor de 3 mil han recuperado su trabajo. Se apunta a la depuración para poder distribuir los fondos entre los que más lo necesitan y a la vez aumentar la asignación. Habría una ayuda escalonada para el individuo, para grupos familiares más chicos y familias con más de siete hijos. El costo del hospedaje se lleva gran parte de recursos para dar respuesta a las personas en situación de calle, particularmente en Ushuaia por el costo de los alquileres y alojamientos. Ante el reclamo de adultos mayores que quieren recuperar el hogar de día, la semana próxima comenzará a darse respuesta con el uso compartido de la residencia de adultos mayores, mientras se acelera el convenio con la Armada para contar con un espacio propio donde habrá actividades recreativas. Paralelamente se está gestionando con nación otro tipo de ayudas, como la tarjeta Alimentar.
Río Grande.- El ministro de Desarrollo Humano, Marcelo Maciel, visitó los estudios de Radio Universidad 93.5 y Provincia 23, donde expuso la situación del área a su cargo, que tuvo un rol fundamental para contener a personas en situación de vulnerabilidad durante la pandemia.
Maciel se encuentra al frente del cargo desde diciembre pasado y comenzó a trabajar primero con un diagnóstico, “porque la pandemia fue como un tsunami invisible. Sabemos que cuando se retiran las aguas, queda mucho por recomponer para que la vida vuelva a retomar su curso. La pandemia se fue retirando de a poco, todavía estamos con ciertos cuidados, pero esto tuvo impacto en la vida económica, laboral, en la relación familiar. Hay gente que vivía del día a día y quedó sin trabajo. De a poco se está reactivando la actividad económica y la vida social”, dijo.
“El Ministerio de Desarrollo Humano, junto con el Ministerio de Salud, el de Educación y el área de Seguridad tuvo un rol muy importante en la contención de la emergencia social, para paliar las dificultades con las ayudas que dio el Estado. Cuando una persona tenía un ingreso de 60 mil pesos y quedó sin trabajo, una ayuda de 20 mil o 40 mil no era suficiente y crecieron otro tipo de ayudas. Se triplicaron los bolsones alimentarios, aumentaron los planes. Hoy vemos que muchos han vuelto a la relación de dependencia y se va modificando el padrón, pero la reactivación es lenta y requiere de un proceso. Todavía los números son altos y hay un importante gasto del gobierno para seguir acompañando”, aseguró.
La pobreza en cifras
De acuerdo a los últimos números del padrón REDSOL, que es el más grande y está asociado a los módulos alimentarios, a febrero de 2022 “nos da un número superior a 16 mil personas. En el cruce de datos, unos 4 mil beneficiados están por fuera de normativa porque no han actualizado los datos. Estamos en una revisión de padrones con el fin de dar un aumento a la ayuda social. Los que eran beneficiarios y ya están trabajando, pueden dejar esa ayuda para los que realmente la necesitan”, expresó.
“Nosotros tenemos tres programas, uno es REDSOL, otro es Cuidemos la Mesa Fueguina y otro son los módulos alimentarios, que están asociados al REDSOL. Nos encontramos con alrededor de 2 mil personas que ya están trabajando y van a ser dadas de baja. Hoy la ayuda del REDSOL son 4 mil pesos y eso no marca la diferencia para pagar un servicio o comprar alimentos. Con eso no solucionamos la vida de la gente, que también necesita vivienda, pero el ministerio no da soluciones habitacionales. Tratamos de sacar a la gente en situación de calle con hospedajes que son temporarios, y en el contexto de pandemia se volvieron permanentes, muchas veces por un año. En Ushuaia los precios de los alquileres son siderales porque están relacionados con el turismo”, observó.
“Estamos trabajando con el gobierno nacional, que tiene otros programas de ayuda social, como la tarjeta Alimentar, que supera tres veces el número de la asistencia provincia. Son 12 mil pesos en adelante, de acuerdo a la cantidad de hijos. Nosotros vamos a mejorar en un 50% el monto del REDSOL y Mesa Fueguina, y vamos a hacer un aumento escalonado. Si hay una familia que tiene de uno a tres hijos va a tener un monto superior, de cinco a siete hijos aun más. Con esta propuesta una familia con dos o tres hijos va a cobrar hasta 7.500 pesos, y unos 10 mil pesos los que tengan más de siete hijos”, estimó.
En cuanto al cruce de datos, informó que “trabajamos con un sistema informático nacional que depende de ANSES, por lo cual la persona tiene que pedir a ANSES la constancia de que no recibe ningún tipo de ayuda a nivel nacional. En el sistema aparece cuando una persona está en relación de dependencia laboral y se da de baja”.
“El año pasado el ministerio presentó un presupuesto porque no solamente trabajamos con ayuda social, sino que tenemos a cargo las áreas de protección de niñez, adolescencia y familia y situaciones que están judicializadas. También tenemos asistencia ante situaciones de violencia de género o violencia contra las diversidades. El presupuesto es de más de 4 mil millones para todo el año”, recordó.
Aunque parezca mucho, nada alcanza: “En Ushuaia el año pasado se otorgaron subsidios solamente de la Secretaría de Desarrollo Humano zona sur, y tengo siete secretarías, por 82 millones de pesos, de los cuales 75 millones fueron destinados a alojamientos y alquileres. Como garantes de la vida de las personas no podemos decir que no ante personas que están en situación de calle”, manifestó.
Respecto de los módulos, aclaró que “la compra mensual la hace el Ministerio de Finanzas, y son 5 mil módulos para Ushuaia y 5 mil para Río Grande y Tolhuin. Una parte son alimentos frescos y otra son secos, y estamos trabajando en una mejora escalonada por individuo y grupo familiar. La mayoría son para REDSOL y también hay módulos para situaciones de emergencia, como mujeres que han sido expulsadas de sus hogares por situaciones de violencia de género, adultos mayores que no pueden salir de su hogar, y también para casos de incendios o pérdida de algún hogar”.
Articulación con municipios
Sobre la posibilidad de articular con las municipalidades que también brindan asistencia, dado que hay personas que reciben ayuda del gobierno y del municipio, explicó que “a que a veces es difícil compartir datos por la protección de la información sensible de las personas. Hay mecanismos que tienen que resguardar la intimidad de las personas pero por otro lado hay que resguardar los bienes del Estado. Es doloroso cuando ciertas personas salen en los medios a decir que desde el ministerio no le dieron respuesta o los abandonaron, y por respeto a esa información no podemos salir a responder. Por ejemplo, puede haber una persona que se peleó con la mujer y dice que no tiene dónde vivir, o que es empleado pero no llega a fin de mes. El Estado no puede salir a responder porque tengo la responsabilidad legal de guardar la información de personas en situación de vulnerabilidad. Hay víctimas de violencia de género y tratamos de resguardar a la persona para darles una solución”.
“Cuando asumí me preguntaron si iba a trabajar con los municipios, y siempre es necesario sumar y multiplicar para resolver las cuestiones sociales. El mandato del gobernador es dar solución a los problemas sociales y yo me he reunido en la medida que me permiten ir avanzando. Todos somos corresponsables y tenemos un gran desafío y una gran responsabilidad”, sentenció.
Los recién llegados
Consultado acerca de si hubo mucha llegada de personas a la provincia que demandan asistencia, dijo que “sí, y también llegan de otros países con la promesa de que acá hay posibilidades. Hay padres jóvenes con niños y hoy no se consigue trabajo como antes. Por lo menos tenemos que alojarlos, darles una vianda, un módulo alimentario, y nos pasa que llegan familias de un día para otro. La provincia no tiene albergues sociales, trabajamos con subsidios de alojamiento. Se hace un informe social y se detecta el grado de vulnerabilidad. Hoy un alojamiento le cobra al ministerio por cama y por persona entre 3 y 5 mil pesos por día. Por mes son 150 mil pesos. En febrero en Ushuaia teníamos alrededor de 50 personas, hay mayores de edad que no tienen otro lugar y consideramos que ya son beneficiarios permanentes. En otros casos hay situaciones de emergencia con personas que están de paso por una semana o un mes. Hay un grueso de personas que han perdido el trabajo o están relacionadas con cuestiones de violencia, y esto que era temporal se va trasladando a lo largo de meses. Tenemos que empezar a trabajar con otros mecanismos, trabajamos con capacitaciones porque muchos no la tienen, articulamos con la Secretaría de Empleo para ver si se los puede ubicar en la industria o el comercio. Si son mujeres con hijos se complica más, porque si la mujer tiene que salir a trabajar hay que ver con quién se quedan los niños”, señaló.
Comparó las cifras de Ushuaia con la zona norte, y la diferencia es abismal: “En Río Grande en el mismo período que Ushuaia tuvimos 23 millones de pesos en subsidios, y solamente 7 millones fueron para hospedajes y alquileres. Tolhuin no tiene hospedajes y las personas son trasladadas a Río Grande o a Ushuaia. Hay familias que al encontrarse con un panorama que no era el que esperaban nos piden volver, y esto implica costos en pasajes. Hay personas que aceptan volver y otras no, y las tenemos que acompañar”, se resignó.
Adultos mayores
Por otra parte dio cuenta del reclamo de los adultos mayores que quieren recuperar el hogar de día y hay novedades alentadoras. “Cuando asumí el ministerio me encontré con una nota de jubilados de Río Grande que me pedían que se les devuelva el hogar de día Lazos de Amor. Estaba en una situación de deterioro por falta de mantenimiento y, por responsabilidad social con YPF, se construyó la residencia de adultos mayores -RAM-, que hoy pertenece al Ministerio de Salud. Es una infraestructura de acogimiento para personas de residencia permanente, son habitaciones con soporte médico, baños adaptados. Durante la pandemia había un grupo de adultos con patologías crónicas que estaban en el hospital y, para no mezclar con otros pacientes por cuestiones de prevención, se decidió trasladarlos a la residencia. Hoy la RAM está ocupada con adultos mayores con patologías crónicas, asistidos por personal de salud y guardias, como si fuera una clínica de adultos mayores. El edificio es bastante amplio y parte del espacio, que sería un SUM, sería un espacio de uso común para algunos talleres. Son más de cien adultos mayores los que están reclamando un lugar para actividades recreativas, capacitaciones, actividad física, y es válido el reclamo. Ya tenemos los talleristas, estamos en vías de recuperar ese espacio y esto va a suceder la semana que viene”, aseguró.
“El gobernador me informó que vamos a firmar un convenio con la Armada por un edificio que les pertenece. Es un local inmenso y se va a dividir en tres partes. Una parte va a ser para consultorios médicos y las otras dos van a pertenecer al Ministerio de Desarrollo Humano. Allí vamos a armar un SUM con espacios recreativos. En enero visité el lugar y es una buena noticia. Estamos esperando que se termine de firmar el convenio y ya hablamos con la Ministra de Obras Públicas para comenzar a acondicionarlo. Primero se va a acondicionar el depósito para trasladar parte de la mercadería que se utiliza en los módulos alimentarios; y se van a acondicionar los espacios para actividades recreativas. Ese convenio está en el ABE a la espera de la firma y el gobernador ya se comunicó para acelerar los tiempos”, dijo.
Consumos problemáticos
También hizo referencia a las personas con consumo problemático de sustancias que requieren asistencia y ante todo consideró “un error asociar consumos problemáticos con juventud, porque es una problemática social. Yo trabajé varios años en prevención de consumo problemático de sustancias y no son solamente sustancias. Hoy tenemos la ley de salud mental que ha cambiado el paradigma. Antes se hacía la internación compulsiva y hay un proyecto de reforma de la ley porque hay situaciones para revisar. La ley dice que, si la persona no se quiere internar, no tiene por qué estar internada y la situación de calle se deriva a Desarrollo Humano. Yo los hospedo, pero la problemática no se resuelve, porque el problema es de salud mental, no de situación de calle”, enfatizó.
Reunión con ATE
Ayer el ministro se reunió con dirigentes de ATE, que plantearon otras situaciones, “una relacionada con trabajadores que son adultos mayores y la semana que viene vamos a resolver esto con el uso compartido de la residencia de adultos mayores para recuperar el hogar Lazos de Amor progresivamente. Por otro lado plantearon que los edificios, para la cantidad de personal que hay, han quedado chicos. Antes de la pandemia no notábamos los riesgos de los espacios compartidos, pero hoy ya tomamos conciencia de que tenemos que guardar cierta distancia, y tengo que resolver la demanda de espacios”, fijó como próxima meta.