A 40 años de la última zarpada del Crucero ARA general Belgrano del puerto de Ushuaia, los representantes de Somos Fueguinos participaron del homenaje a la tripulación del mítico navío de guerra. “Siempre estaremos junto a nuestros veteranos y sus familias”, compartió la Dra. Liliana ‘Chispita’ Fadul.
Ushuaia.- Los representantes de Somos Fueguinos participaron del homenaje a la tripulación del Crucero ARA General Belgrano a 40 años de su partida de Ushuaia.
“Siempre estaremos junto a nuestros veteranos y sus familias”, compartió la Dra. Liliana ‘Chispita’ Fadul.
La doctora Liliana ‘Chispita’ Fadul, testigo de la partida del Crucero General Belgrano desde la Bahía de Ushuaia, relató la conmoción que causó en la capital provincial la noticia del hundimiento del Crucero ARA General Belgrano el 2 de mayo de 1982. Entonces, Ushuaia era una ciudad pequeña y la presencia imponente del mítico buque, causó una honda impresión de la población fueguina. Justamente Fadul, muchos años después, impulsó el reconocimiento a la tripulación del avión Neptune que poniendo en riesgo su propia vida, encontró a los náufragos que de este modo pudieron ser salvados.
“Realmente fue un momento muy especial, no sabíamos qué estaba pasando realmente, momentos de mucha tristeza porque todo el mundo lo vio partir y al recibir a los heridos se produjo una verdadera conmoción por los que no lograron volver a Ushuaia”, recordó la Dra. Liliana ‘Chispita’ Fadul.
“Recuerdo cuando traen a los náufragos, incluso volvía el marido de una amiga que logró salvarse al subirse a un bote salvavidas y logró salvarse evidentemente. Se vivía todo un oscurecimiento por las noches y llevaron a los sobrevivientes a la Base Naval y no se los pudo ver ese mismo día y estábamos todos atentos, en especial mi amiga esperando noticias de su llegada”, agregó.
Reseñó que “había un avión de la Armada Argentina que los había buscado, el Neptune, a cargo del capitán Julio Pérez Roca y el que estaba al mando de Guillermo Arbini y fue el que los encontró finalmente después de volar mucho y no resignarse a encontrarlos, pese a no encontrar rastros”.
“En ese avión también iba José Alberto Andersen -continuó ‘Chispita’- hasta que al final divisan una enorme mancha de aceite y preguntan qué hacen ya que se estaban quedando sin combustible y todos al unísono deciden seguir buscando y es así que encuentran a los náufragos en los gomones. Eso es amor a la Patria”.
Agregó que “hoy, tanto Arbini como Andersen viven en Ushuaia, son vecinos nuestros”.
Entendió que “ese acto de heroísmo y arrojo permitió que la ciudad de Ushuaia recibiera a los sobrevivientes porque era casi seguro que sino los encontrara la tripulación de este avión, esos 770 marinos no hubieran sobrevivido al gélido océano del Atlántico Sur”.
“Por eso, siempre quedó latente un reconocimiento a estos aviadores navales y cuando tuve la oportunidad de ser diputada nacional, impulsé el proyecto para que se los reconociese con una medalla al valor por este acto de entrega, ya que lo arriesgaron todo para encontrar a los supervivientes, aún a costa de sus propias vidas”.
Recordó que “era un momento de incertidumbre, toda Tierra del Fuego lo vivió de ese modo, recibiendo información a cuenta gotas y tratar de saber qué pasaba”.
“Hoy vemos muchos transatlánticos enormes en el puerto de Ushuaia, pero hace 40 años el puerto era más pequeño y la presencia de un buque como el Belgrano causaba una enorme impresión por su imponencia, por eso, su hundimiento y el saber qué pasó son su tripulación, causó una enorme angustia, en especial entres los familiares y amigos, como en mi caso que tenía una amiga cuyo esposo estaba en el crucero”.