El Director de Obras Sanitarias del Municipio de Río Grande informó sobre el avance de la nueva red cloacal del casco céntrico y destacó que después de 30 años el intendente está dando respuesta a los viejos pobladores. También dio detalles de las obras de pluviales en distintos puntos de la ciudad, luego de la licitación por 230 millones de pesos que aporta el Gobierno nacional. La generación de agua potable está superando la demanda y se resolvieron los problemas de presión en la margen sur. Con una tarifa muy inferior a la de Ushuaia, el funcionario señaló que la mirada “no es capitalista” sino que se apunta a resolver la necesidad de los vecinos. Paralelamente se están gestionando fondos para la zona norte, hacia donde sigue creciendo la ciudad, que en el mediano plazo va a necesitar un nuevo acueducto.
Río Grande.- El director de Obras Sanitarias del Municipio de Río Grande, arquitecto Alberto Ibarra, informó por Radio Universidad 93.5 y Provincia 23 sobre el avance de obras en Avenida Belgrano, para dar respuesta a los vecinos del casco viejo. Recordó que esa zona había sido intervenida en la gestión de ‘Chiquito’ Martínez y “en la gestión del compañero intendente Martín Pérez se vuelve a dar una respuesta a la parte vieja de la ciudad, después de tanto tiempo que no se hacía ni una sola obra en el casco viejo. Después de 30 años Martín Pérez está dando respuesta con una obra muy importante de cloacas, porque cuando hay lluvias importantes se producen problemas en varios lugares de la ciudad. Las cañerías son muy antiguas y eso los vecinos lo saben. Esta obra viene a aliviar esta situación, va de avenida Belgrano hasta Obligado. El caño de cloacas es de 315 milímetros y va hasta la estación 1 en Elcano, desde ahí se rebombea a la planta depuradora de líquidos cloacales”, indicó.
“La obra está muy avanzada y estamos esperando la bajada de electricidad para conectar las bombas a la energía, porque son las que van a impulsar los líquidos cloacales. Esto va a mejorar todo el sistema cloacal de la parte vieja y se está haciendo con fondos nacionales que destina el gobierno de Alberto y Cristina al municipio. La certificación de obra se hace acá y se remite a Buenos Aires para que se autoricen los pagos correspondientes”, explicó.
Nuevos pluviales
Luego de la licitación por 230 millones de pesos para pluviales y cañerías, Ibarra detalló la intervención en distintos barrios de la ciudad. “Es una obra muy importante y son fondos de la nación, que ayuda al municipio, para obras de pluviales y sumideros. El trabajo comenzó este verano y en la parte de Chacra XIII se han reemplazado pluviales con gran déficit de funcionamiento, porque estaban aplastados. Se hicieron sumideros y se colocaron caños de pluviales que salen por el canal de Malvinas y terminan en el río. La obra sigue en ejecución y en poco tiempo se va a concluir. Son aproximadamente 800 metros”, dijo.
“Después tenemos pluviales sobre la calle Thorne. Esta obra todavía no ha comenzado, pero ya está definido que van a ir de Moyano hasta calle Hernández, y desde ahí se van a vincular con un pluvial existente. También tenemos pluviales sobre 9 de Julio, desde Obligado hasta el río, donde se vierten los efluentes de la lluvia. Además en la margen sur se hizo una parte sobre calle Artuso. Se hicieron 300 metros de pluviales hasta la calle Milosevic. Luego en distintos puntos de la ciudad estamos haciendo reemplazo de sumideros que vienen por el cordón de la calle, ingresan al pluvial por los sumideros. Algunas cámaras de pluviales van a ser reemplazadas y otras se van a agregar”, adelantó.
“La obra tiene 360 días de plazo de ejecución así que toda la temporada que viene vamos a estar trabajando en esto. Esta es la parte más crítica, pero se requiere más inversión. Hay otros puntos de la ciudad que también necesitan pluviales, pero no alcanza el presupuesto. A medida que la ciudad crece se necesitan más pluviales, y lo ideal es hacerlos antes del pavimento”, sostuvo.
Provisión de agua
En cuanto al agua potable, afirmó que “estamos bien, con más de dos millones de metros cúbicos de capacidad de producción. Estamos con 1.2, 1.3 millones de consumo de agua, según la estación. En esta época se requiere mayor cantidad que en verano, cuando hay menos gente. Estamos utilizando un 55 ó 60% de la capacidad de producción que tiene la planta”.
“Estamos por terminar la obra de gas para la planta nueva de tratamiento de agua potable, que no tenía gas natural. La obra está prácticamente concluida y falta la conexión con el gasoducto para habilitarla, y también habilitar los 16 calefactores internos de la planta. En 15 ó 20 días va a estar funcionando. En esa obra no estaba prevista la obra de gas natural para calefaccionar la planta y la gestión de Martín Pérez se hizo cargo. Son más de dos mil metros lineales de cañería para llegar hasta la planta nueva y calefaccionarla, para que no se congelen los piletones y para la gente que trabaja en la planta. Los vecinos de margen sur ven que ha mejorado la presión de agua potable, se hizo una obra importante y se hicieron obras para que las redes no se congelen. Todavía hay redes informales que traen inconvenientes, y la gente deja la canilla abierta para evitar el congelamiento. Normalmente eso pasa en instalaciones internas. El barrio Arraigo Sur todavía está conectado a la red vieja, que tiene puntos débiles y deficiencias, pero la presión que están teniendo es buena”, aseguró.
Personal y presupuesto
Respecto del personal y el presupuesto, dijo que “estamos cubiertos en función de lo que necesita el área. Nosotros dependemos de la Secretaría de Obras Públicas, que tiene un presupuesto mayor y, si hace falta una obra específica, tenemos capacidad para asignar partidas. No tenemos un presupuesto aparte, sino que está dentro de la Secretaría y son más de cuatro mil millones”, recordó.
Consultado sobre la rentabilidad de Obras Sanitarias, que tiene una tarifa muy inferior a Ushuaia, dijo que “el concepto que tenemos desde el municipio no es la rentabilidad sino el servicio. No se busca compensar los costos sino dar soluciones de agua, cloaca y pluviales en función de la demanda. No hay un espíritu capitalista sino una mirada social de dar respuesta a los vecinos. No se mira del punto de vista de la economía, si bien cuidamos los recursos, tratamos de que sea un sistema lo más justo posible y ayudamos a los sectores más carenciados que no pueden costear las redes en forma privada. En ese caso está presente el municipio para cubrir las necesidades de la gente”, destacó.
“Tenemos aproximadamente dos mil medidores y 30 mil usuarios. Más que nada están funcionando medidores comerciales e industriales, y les conviene más tener un medidor que pagar por superficie. Hay casas particulares que tienen medidor y es optativo, porque por ordenanza pueden pedir que se les quite. Hace dos años se congeló la mayoría de los medidores y tenemos dos equipos para descongelarlos. Algunos están muy en la superficie y no están bien aislados. No son aptos para la zona en que vivimos”, señaló sobre los que se instalaron en la gestión anterior.
En materia de insumos, manifestó que “los aumentos de costos son permanentes. Hacemos compras en forma anual porque ya sabemos lo que consumimos, así que tenemos cloro suficiente para no correr riesgos. Es un elemento vital para la potabilización del agua, al igual que los sulfatos”.
Como proyecto futuro se gestionan fondos para la zona norte, a nivel nacional, “para hacer un acueducto que iría desde la planta por circunvalación para abastecer todo ese sector, y un rebombeo. Cuando se consolide esa parte de la ciudad va a hacer falta un nuevo acueducto”, concluyó.