Adrián Schiavini explicó la importancia de los perros protectores

El biólogo e investigador del CADIC afirmó que el perro asilvestrado es el carnívoro más abundante en el planeta y es un riesgo no sólo para el ganado sino para la gente que transita en la zona rural, incluidos trabajadores y turistas. Dio a conocer el programa que están poniendo en marcha con perros protectores de ganado, que desde cachorros son criados entre ovejas y pueden abarcar varios establecimientos rurales. De acuerdo a los estudios es lo que mejor resultado está dando para combatir esta plaga, por encima de la colocación de trampas o la caza con rifle, que requiere de recurso humano disponible en la zona en forma permanente. Se avanzó en un convenio con una ONG conservacionista de Chile para hacer un mapa de la distribución de estos perros y, a partir de los datos diseñar la mejor estrategia. Del Estado se espera una convocatoria más participativa para trabajar en el problema y aporte de fondos, dado que desde 2018 no se reúne el comité creado por ley.

Río Grande.- El biólogo e investigador del CADIC Adrián Schiavini dialogó con Radio Provincia sobre las alternativas para combatir la plaga de perros asilvestrados que hace décadas azota la provincia y ha devastado el ganado ovino. Sostuvo que “el perro asilvestrado hoy es el carnívoro más abundante del planeta, e impacta no sólo en la biodiversidad nativa sino en la salud del ecosistema, en la producción animal y los modos de vida rural, también en la actividad forestal. Esto está amenazado por la presencia de perros asilvestrados, que están prácticamente sin control en el ámbito rural, salvo algunos casos aislados donde usan perros protectores que cuidan el ganado, o acciones directas como la caza con trampas o rifle para tratar de controlar este problema”.

“No solamente hay ataques a ovinos sino a bovinos. Se creía que la vaca, al ser más grande, era menos vulnerable al perro asilvestrado, pero la experiencia en los últimos diez años demostró que no es así. Los perros matan a los terneros y atacan a las vacas, a los guanacos. En estos ataques los animales a veces mueren por las heridas, o quedan empantanados en un chorrillo al tratar de escapar, y los impactos son múltiples. El perro corre lo que corre, y eso tiene distintas consecuencias en el ámbito rural”, dijo.

“Hemos hecho una encuesta en 2018 a los establecimientos rurales y el tamaño más común de estas jaurías es de cinco perros. Aparecen también dos o tres, y hemos llegado a registrar jaurías de once. Pero el tamaño en general es de cinco y atacan por un instinto predatorio. Suelen atacar en la parte de atrás, morder la cara, que son áreas vulnerables, y la consecuencia del ataque no siempre es la predación, pero el animal muere al quedar herido o atascado en un chorrillo”, reiteró.

“Este perro es un carroñero esencialmente. En estos ataques masivos el perro termina produciendo un basural y después va a ir y tomar lo que necesite. Producen una gran cantidad de carroña en el ambiente que es aprovechada por otros carroñeros”, indicó sobre el impacto ambiental.

 

Ley con fondos mínimos

 

Respecto de la legislación vigente, que se reglamentó en 2018, observó que no alcanza con los fondos destinados. “Queríamos diseñar el mejor plan posible para atacar este problema y esto no pasó. La última reunión del comité de perros se hizo en 2018 y luego no hubo ninguna actividad más. Una pandemia no es excusa para no avanzar, y la ley prevé fondos que van a una cuenta específica, y se generan con la mitad del impuesto inmobiliario rural. Eso no alcanza para pagar la mitad del contrato de una persona, y mucho menos para los gastos corrientes y las demás acciones que hay que emprender”, afirmó.

“Es un error pensar que el combate al perro asilvestrado solamente se puede financiar desde la ley, y esto tiene que estar integrado al presupuesto provincial. Hay que reaccionar con velocidad y celeridad para combatir un agresor, como ocurre con las enfermedades”, reclamó.

“Yo estoy en contacto con varios productores y el trabajo es solitario. No se volvió a reunir la mesa técnica de perros asilvestrados y hemos tenido tiempo, porque la pandemia permitió hacer reuniones virtuales y no se hicieron. Hacia el norte de Río Grande el problema no es tan serio todavía, pero hay zonas donde los establecimientos han cambiado a bovinos y otros que no están en producción. No se está haciendo nada y esos lugares son verdaderos baldíos donde los perros asilvestrados encuentran refugio”, expuso.

 

Perros protectores

 

Sin un depredador natural, la mejor opción para minimizar los daños de los asilvestrados se está encontrando en los perros protectores del ganado. “En la práctica lo que mejor funciona hoy es la adopción de perros protectores de ganado, que son muy grandes, de 50 ó 60 kilos, y conviven con ovejas desde cachorros. Entienden lo que pasa en la majada y protegen espacios de varios metros cuadrados de extensión. Es la mejor herramienta hoy contra los predadores y en la Patagonia también se están empezando a usar contra zorros y pumas, y por supuesto contra el perro asilvestrado”, informó Schiavini.

“Para combatirlos con trampas y cacería se sabe que requiere de mucho equipamiento y personal, y es difícil de sostener porque debe haber gente en el campo todo el tiempo dedicada a esto”, observó.

“Estamos comenzando con un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación, por el cual vamos a tratar de homogeneizar el uso de perros protectores de ganado en unos siete establecimientos vecinos que están produciendo ovejas. Hay una gran cantidad de perros protectores que han sido liberados en el campo y se pasan a campos vecinos donde no manejan perros protectores, pero aprovechan la protección. Para un perro protector, una oveja es igual a otra, y no importa de qué lado del alambrado esté. Lo que pasa es que estos perros se pasan a otros campos donde no los atienden y cuidan ovejas ajenas, así que queremos convencer a los establecimientos de que, si manejan estos perros de la forma adecuada, obtienen una protección mayor. Esto se hace a través de la colocación estratégica de alimento, moviendo el alimento a medida que se mueven las ovejas, porque el perro debe estar dedicado mayormente a mirar alrededor y no a buscar su comida, dijo.

 

Conocer para accionar

 

Respecto del origen de los perros asilvestrados, dijo que “en gran parte fue la ciudad y, luego de hacer excursiones fuera de la ciudad, llega un momento en que no vuelven más. Se suman los perros que abandonan en la ruta las familias cuando se van de vacaciones. Todavía hay desplazamiento de perros de la ciudad a la periferia, pero sabemos que hay mucho nacimiento y madrigueras de perros asilvestrados en el campo. Son perros nacidos en completa asilvestría que no interactúan con el hombre, y el hombre se convierte en una potencial amenaza. Son un peligro para cualquier ser humano que transite el ámbito rural, y el peor escenario es que uno pase cerca de una madriguera donde hay una hembra cuidando sus cachorros. La hembra va a desplegar su instinto de defensa y lo más probable es que ataque. Esto puede ocurrir con gente que trabaja en el campo o con turistas que hagan recreación en el ámbito rural”, alertó.

En este punto recomendó que, si alguien se encuentra con uno de estos perros, “no debe correr, porque lo que corre para ellos es una presa. Es importante mostrarse más grande, si tienen una campera que la abran, pero no corran”.

“Hemos unido fuerzas con una ONG que trabaja en Chile y Argentina, porque en Chile comenzaron hace unos años con denuncias de perros asilvestrados mediante una aplicación donde se pueden dejar los datos de avistamiento en un mapa, se pueden subir fotos, y buscamos datos sobre la extensión de este problema. Si no conocemos bien este fenómeno, difícilmente podremos pelear bien contra él. Para nosotros el conocimiento es una manera de orientar acciones, estrategias, ver en qué zona del territorio están, si contamos con fotografías podemos saber si los animales son los mismos y se mueven por diferentes lugares o no. La gente que anda en el campo, trabajadores, los que hacen trekking, pescadores, pueden ser muy útiles para alimentar esta base de datos. Estamos esperando que el Estado active otros canales de participación para tomar acciones”, concluyó.

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