El Secretario de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación afirmó que está en pleno conocimiento de la situación de la provincia por la falta de insumos, que padece incluso personalmente como industrial. Estimó que en septiembre, cuando empiece a bajar la demanda de energía, se va a ir estabilizando la escasez de divisas y se espera un buen saldo para la balanza comercial, con 90 mil millones de dólares en exportaciones. La prioridad es el crecimiento y todo el foco está puesto en sortear “una situación coyuntural, no estructural”, definió. Deslizó críticas al manejo de los funcionarios que lo precedieron, porque “el año pasado había dólares y no se cuidaron”, dado que se autorizaba la compra de un barco, de un avión, y hasta de perfumes importados en un free shop, cuando había que preservarlos para la producción. A esto se sumó la falta de control sobre maniobras tanto legales como ilegales que hicieron caer las reservas. Entre ellas mencionó las subfacturaciones de exportaciones y sobrefacturación de importaciones; pero también el sobrestock de algunas empresas con fines especulativos. Destacó el esfuerzo del sector privado, que está colaborando para pilotear esta coyuntura, y marcó una gran diferencia con la gestión de la crisis en otros gobiernos: mientras que en 2001-2002 se ajustó a los jubilados, y en el macrismo se ajustaron salarios, “este gobierno está diciendo que vamos a un plan de estabilización, pero manteniendo el poder adquisitivo del salario”. Como industrial remarcó que la prioridad es el crecimiento y el único camino viable para que el resto de los problemas se resuelvan, y valoró el “rescate histórico” que hizo el gobierno actual al sector privado en plena pandemia.
Río Grande.- El secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren, fue entrevistado ayer por Radio Nacional Ushuaia sobre la visión del nuevo equipo económico de la provincia y qué se puede esperar en el corto plazo, ante la crisis que se va agudizando por falta de insumos para la producción.
“Esto lo va a manejar la Secretaría de Comercio, a cargo de Matías Tombolini, y debe haber una coordinación rápida. El primer problema es que no están las divisas, no queremos perjudicar a un sector cuando sabemos la importancia de mantener el nivel de actividad. La falta de divisas es un problema coyuntural, no es estructural. La energía nos ha sacado cifras que nadie tenía calculadas, porque el millón de BTU del gas importado se fue de 8 dólares a casi 50 ó 60, y se generó un cuello de botella muy complicado”, explicó.
“A partir de septiembre esto va a empezar a mejorar, porque las importaciones de combustible dejan de estar en los niveles actuales. La Argentina tiene capacidad de dólares y las exportaciones de este año van a estar en los 90 mil millones de dólares, así que esperamos un buen saldo en la balanza comercial, y esto quiere decir que vamos a salir de este cuello de botella complicado que se generó este año”, pronosticó.
“Puedo asegurar que conocemos la situación de Tierra del Fuego y de la industria en general. Yo soy industrial y lo conozco en carne propia. Tengo una fábrica de calzado y tengo un stock de 15 mil pares, pero no tengo plantillas; es decir que por la falta de plantillas no puedo despachar las zapatillas terminadas”, citó como ejemplo propio de la falta de acceso a divisas.
“Ahora asumió el nuevo Secretario de Comercio, nosotros intervenimos con la planificación de la producción, y junto con el Banco Central se está haciendo una sintonía fina. Es un problema que conocemos y toda la energía está puesta en cómo se administra un recurso escaso como el dólar”, subrayó.
Primeras reacciones
Destacó que “el ministro Massa, ni bien asumió, buscó recursos importantes que no estaban en los cálculos, y pidió una colaboración especial de los sectores exportadores, como la pesca y la agricultura, para tener un refuerzo de reservas de 5 mil millones. Por otro lado resolvió levantar muchas restricciones que teníamos con organismos internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo. Además de las medidas que se venían tomando hay otras adicionales y hay un gran esfuerzo del sector privado, que está colaborando a partir del pedido del ministro Massa”, afirmó.
“En septiembre la demanda de energía va a caer bastante y fue un tema muy complicado en la Argentina. A pesar de todo, no faltó gas en el país. En Alemania están pidiendo que junten leña para el invierno que se viene y a ese nivel de crisis se ha llegado -comparó-. Hace tres o cuatro años, el saldo de la balanza comercial era negativamente crónico, y eso se suplía con endeudamiento. Hoy no existe endeudamiento externo y la única forma que tenemos de resolverlo es con economía real, con saldo favorable de la balanza comercial, es decir con los dólares de verdad arriba de la mesa. Eso lo logramos el año pasado, pero a lo mejor no cuidamos en forma adecuada esos dólares que habíamos generado”, advirtió.
Derroche de divisas
Con autocrítica a los funcionarios de la misma gestión que lo precedieron y a los sectores que debían controlar, De Mendiguren planteó que, “como había dólares, uno no se fijaba bien en qué lo gastaba, y no fue solamente un problema del Banco Central sino de no tener un régimen administrado, porque prácticamente todo iba por licencia no automática, desde un avión, una lancha, un barco, cosas que no eran para darle prioridad en una crisis al momento de habilitar dólares”, expuso.
“El año pasado cualquiera iba a un free shop en Ezeiza y le financiaban a dólar oficial los perfumes y el whisky, cuando la Argentina necesitaba esos dólares en otro lado. Además, eso se presta a un montón de maniobras, legales e ilegales, porque sobrestockearse por las dudas no es ilegal, pero indudablemente se gastan dólares que se podrían haber ido gastando en el tiempo. Luego está lo abiertamente ilegal que se ha descubierto, como las triangulaciones para subfacturar exportaciones y sobrefacturar importaciones, a fin de sacar dólares de la Argentina. En eso se ha avanzado mucho y se han detectado muchos casos. Se les va a dar una oportunidad para que corrijan estas cosas, de lo contrario van a ser acusados por lavado de dinero en los Estados Unidos, como se explicó, porque la triangulación vino por muchos bancos de ese país”, manifestó.
“Estamos haciendo un shock de medidas para preservar los dólares que necesitamos para producir”, remarcó el Secretario.
Sin prejuicios con el régimen
De Mendiguren descartó de plano todo prejuicio en el Ministerio hacia el régimen de promoción fueguino, tanto de su parte como del ministro Massa, marcando una diferencia radical en la visión que tenía Kulfas y su equipo. “Nosotros hemos visitado la provincia muchas veces y creemos que el régimen, bien administrado, es clave para la región. Ya se está trabajando para derivar el régimen a otras actividades que tengan más arraigo en la zona y por supuesto sabemos muy bien lo que pasa en la isla y la necesidad de que allí se produzca”, expresó.
Críticas de la oposición por las “generalidades”
En cuanto a las críticas de la oposición, fundamentalmente de Juntos por el Cambio, por la falta de precisión sobre cómo se van a implementar las medidas, pidió “no hacer política partidaria, y ser objetivos. Yo soy industrial y sé cómo me iba con el gobierno anterior. Se nos caían 40 pymes por día, pedíamos moratorias, pero se nos decía que ese era el camino y había que profundizarlo. Luego llegó la pandemia y toda la catástrofe que padecimos, y la actitud política del gobierno fue asistir. Como industrial, yo asistí al mayor rescate de la historia argentina del sector público al sector industrial y a las pymes. Se nos dieron moratorias, se nos congelaron las tarifas, se nos bajó la tasa de interés y hasta se nos pagó el sueldo”, enfatizó.
“Hay una actitud absolutamente distinta y, si hoy hay 35 mil pymes vivas, se debe precisamente a esa decisión política de mantener el nivel productivo. Además es lo que hizo el mundo, por eso Estados Unidos y Europa en la crisis salieron a no dejar caer el nivel de actividad. Por supuesto la contracara es que están enfrentando las inflaciones más altas desde la segunda guerra mundial, pero prefirieron este camino a que se caiga el nivel de actividad”, expresó.
En toda una sentencia, De Mendiguren dijo que “cualquier reactivación es imposible sobre un cementerio de empresas, y este partido gobernante nos tomó la mano a las industrias y nos sacó de la crisis en la pandemia. Yo puedo pensar cualquier cosa, menos que nos va a abandonar ahora”.
Segmentación energética
Consultado sobre la posibilidad de avanzar en una segmentación no sólo para consumo residencial sino también industrial, aclaró que “todavía no lo estamos analizando. Lo importante era tomar definiciones rápidas y que se puedan concretar las inversiones que necesita el sector, porque no hay luz y gas más caro que el que no existe. Esto tiene que poder ser pagado y es una cuestión de sentido común. Ya está el plan y luego analizaremos el tema industrial”.
Ajustes pero no al salario
Con respecto a las comparaciones con la crisis del 2001-2002 que hace la oposición, por las protestas en la calle y el malestar generalizado, recordó que “fui Ministro de la Producción cuando nos hicimos cargo de la explosión de la convertibilidad y era presidente de la Unión Industrial antes de asumir el Ministerio. Escribí un libro sobre este período de la historia no contada de la gran crisis y cómo se sale, y tiene mucho que ver con esto. Hay intranquilidad social con razón, porque todos los días a la gente la ametrallan de la mañana a la noche con noticias horrorosas, y además hay una inflación con la que se encuentran cada vez que van a un supermercado. La tensión social es justificada, pero de ahí a justificar la violencia es muy peligroso. Esto se combate de una sola forma: volviendo a crecer y esta es mi obsesión y el mandato que tengo del presidente y del ministro”, sostuvo.
“Si Argentina no crece en forma sostenida y sustentable, todo el resto no tiene solución, como la pobreza y los planes sociales. Los planes uno puede administrarlos, pero para poder suspenderlos tiene que incorporarse la gente a la actividad y eso implica crecimiento económico. Acá se habla de todo, menos de crecer. Esta es mi obsesión y sabemos que es la solución de fondo a los problemas”, aseveró.
Unidad del Frente de Todos
Finalmente se le preguntó si avizora unidad del partido gobernante para llevar adelante las medidas que sean necesarias, sin interferencias internas. “Espero que la necesidad nos lleve a esto. Es una coalición y no hay que asustarse de las fricciones en las coaliciones. Como dijo Sergio Massa, yo espero que lo hagamos puertas adentro, pero siempre hay tensiones. En Uruguay ‘Pepe’ Mujica no tenía el mismo pensamiento que (Danilo) Astori, pero discutieron, llegaron a acuerdos y se gobierna. Lo mismo pasó en el gobierno anterior, porque ‘Lilita’ Carrió era una de las socias de la alianza, y sin embargo le pedía el juicio político al ministro de Justicia Garavano”, recordó.
“Hay que tener tranquilidad y creo que el panorama que va mostrando el Frente de Todos es que día a día está avanzando en una unidad, para poder salir de esta situación que no es difícil en Argentina solamente, sino en el mundo. No ha habido un solo oficialismo que haya ganado una elección con la crisis de la pandemia. Merkel, que es una estadista de primer nivel, perdió su elección. La gente se enoja con la política y tiene razón, acá y en todas partes del mundo, y esto lo tenemos que tener claro para seguir gobernando en la línea que nos fijamos”, advirtió,
“Hicimos algo muy importante que hace la diferencia: siempre que hubo planes de estabilización en la Argentina, el FMI recomendaba el ajuste. La tablita de Machinea se hizo sobre los salarios y nos llevó a una recesión. En el 2001, en recesión, le pidió a Cavallo y a López Murphy ajuste y se hizo sobre el sueldo de los jubilados. Le sacaron el 13%, es decir que la primera variable de ajuste siempre fue el salario. Este gobierno está diciendo que vamos a un plan de estabilización, pero manteniendo el poder adquisitivo del salario. Es diametralmente opuesta la visión”, concluyó.