El presidente de la Cámara de la Construcción, Daniel Wallner, cifró buenas expectativas en la temporada, en función de los anuncios de la construcción de viviendas por el programa Casa Propia, que estarían aseguradas. Dio un panorama del sector, del aumento de los costos con la escalada inflacionaria y la reactivación luego de la paralización durante la pandemia. Comparó los costos de una vivienda del IPV, que en abril del año pasado costaba 7 millones de pesos y ahora está en 13 millones, por lo que es fundamental acelerar los trámites administrativos y las redeterminaciones.
Río Grande.- El presidente de la Cámara de la Construcción, Daniel Wallner, visitó los estudios de Radio Universidad 93.5 y Provincia 23, donde expuso un panorama del sector con buenas perspectivas para la temporada. Recordó que “muchos planes de vivienda con la pandemia se pasaron al 2021 y ahí empezó el movimiento en las provincias del programa Casa Propia. Recién las primeras licitaciones se hicieron entre septiembre y octubre del año pasado, para las obras financiadas con fondos nacionales. Los frutos se están empezando a ver este año, porque los procesos licitatorios no son rápidos y requieren de controles”, dijo.
“El gobernador en mayo firmó convenios por mil viviendas más para Río Grande, mil para Ushuaia, aparte de las 455 que ya empezamos en la temporada. Hay que mandar los planos a Buenos Aires, donde se revisan y hay una serie de idas y vueltas hasta que se licita. La comisión tiene 30 días para revisar las ofertas y son trámites administrativos de rigor, lo mismo el paso por el Tribunal de Cuentas. Pueden pasar tres o cuatro meses y por eso es ideal que las licitaciones se hagan entre abril y mayo, para hacer los trámites administrativos en invierno”, planteó.
“El IPV licitó 54 viviendas el año pasado y por todos los trámites se pudieron empezar en abril y mayo. No se pudo hacer mucho y recién en septiembre se está empezando a mover. Esas viviendas son con fondos del IPV y se resuelve en la provincia, pero cuando dependen de nación, es más complicado, y hasta que no se adjudica la obra no empiezan a remitir los fondos”, señaló.
Actualización de costos
Consultado sobre la redeterminación de precios, indicó que “las obras provinciales se estaban actualizando por el decreto provincial 73 del año 2003, para implementar un método de actualización de precios. En la década del 2000 las variaciones fueron menores y podía haber una actualización del 5% cada tres o cinco meses. Las empresas podían aguantar esa variación del 5 o 7% en los costos, pero ahora la situación es otra. Esto se planteó ni bien asumió el nuevo gobierno y el año pasado se aprobó la ley 405, que simplifica las redeterminaciones. Se cobra el certificado básico y un ajuste provisorio todo junto, para agilizar la forma de pago, y esto se maneja para las obras de la provincia. Lo que viene de nación es distinto, porque algunas obras se rigen por el decreto 691 que salió en 2007 y toma el índice UVI que publica el Banco Central. El problema es que el UVI no está reflejando la inflación. En un año varió el 45%, por ejemplo, mientras que el índice de la Cámara Argentina de la Construcción varió un 67%. El índice del IPV varió alrededor del 61%, es decir que todos andan arriba de 60%, contra el UVI que está en 45%. Lo que valía 100 pesos, lo pagamos 167, pero cobramos 145”, ejemplificó.
“Con esto perdemos beneficios y directamente no podemos hacer la obra. Si no, nos fundimos.Cuando la inflación no es tan acelerada, los índices son parecidos, pero este último tiempo hubo una gran aceleración”, comparó.
En cuanto a los insumos, dijo que “los materiales de construcción se fabrican todos en Argentina y la única incidencia de insumos importados está en las ventanas de PVC, que vienen de Alemania y no está entrando en el país la cantidad que se necesita y hay problemas de abastecimiento”.
Ajuste de obras
Pese a los ajustes del gobierno nacional, señaló que “sabemos hasta ahora que hay confirmadas mil viviendas en Río Grande y mil en Ushuaia del plan Casa Propia. Las del PROCREAR quedaron en stand by por ahora y no sé si saldrán más adelante, pero con que se concreten estas viviendas más las 455 que estaban antes, vamos a andar bien”.
“En abril del año pasado una vivienda del IPV estaba en siete millones de pesos, y son las 54 viviendas que estamos ejecutando en Chacra XIII. Hoy la misma vivienda -que son departamentos de 60 metros cuadrados- estaría rondando los 13 millones de pesos. Hoy está a 200 mil pesos el metro cuadrado, por eso una casa de 65 metros cuadrados está en 13 millones de pesos”, explicó.
“El modelo de vivienda que ejecutamos es el mismo, si bien en los últimos años se incorporaron algunas terminaciones que no había, y se entregan con todos los cerámicos, pintura, mesada, cocina, calefactores, calefón. Lo único que tienen que poner son las cortinas”, aseguró.
Respecto de la intención de la presidente del IPV de incorporar madera en la fachada de las viviendas, particularmente de Tolhuin, recordó que en años interiores se tomó la misma política “y se incorporó mucha lenga, a fachadas y también en puertas y ventanas, para lo cual eran necesarios proveedores y que estén a tono con la demanda. Tuvimos problemas de entrega porque no daban abasto. Hay que dar una continuidad de trabajo a los aserraderos, no hacer una construcción con una demanda explosiva y después no hacer nada”, sostuvo.
“Después se fue mutando a las ventanas de PVC y las puertas de chapa. También se recurrió a otro tipo de tirantes para el techo. Fue una prueba interesante, pero faltó planificación para que todos los aserraderos puedan proveer sin problema. A la lenga hay que darle un valor agregado y sacarle todo el jugo posible, hacer mesas, muebles, y esto hay que estudiarlo porque da trabajo a un montón de gente”, subrayó.
Empresa El Dorado
También se le pidió opinión sobre el desarrollo de la empresa El Dorado, que está fabricando ladrillos. “Me parece un excelente aporte y ha hecho una obra muy importante en el parque industrial. Cubre una necesidad y es un aporte muy valioso a la provincia. La ventaja del ladrillo sobre todo en obras para Ushuaia, es que le quita kilos al piso. Si se trabaja sobre roca, no hay problema, pero si es sobre turba uno trata de sacar kilos para que el edificio sea más liviano. Aparte es más aislante el ladrillo que el bloque”, indicó.
“Hace 36 años que estoy construyendo en Tierra del Fuego y el estilo de vivienda ha cambiado. Las primeras viviendas en los ’80 eran todas de bloque sin aislación, ventanas con vidrios repartidos y todas barnizadas iguales. Eso se traía del norte, y anteriormente estaban las casas fueguinas hechas de madera y chapa por fuera. Luego se empezó a poner aislación térmica y fue mutando la construcción”, dijo.
Pago de certificados
Además dio cuenta de la normalización en el pago de las certificaciones. “Recién cuando se cobra el anticipo se puede iniciar la obra. Los certificados se pagan a los 30 ó 35 días. Tenemos muchas obras que venían de la gestión anterior y vino la pandemia donde no trabajaba nadie. Eso generó más demoras y mayores costos. La vivienda tiene un precio tope y no se puede cotizar más. Si la cotización se cobra en tiempo y forma se puede trabajar, pero si la cobramos después de seis meses o un año, no se puede. Es una de las razones por la que muchas empresas no quieren trabajar con el Estado y se sienten más seguras con la obra privada. Nosotros tenemos 22 empresas y hay muchas que no están asociadas. Yo veo positivo que las empresas que vienen de afuera estén comprometidas con una empresa local, porque todos sabemos que el trabajo de la empresa local derrama en cada ciudad, así que es bueno que se les dé participación”, manifestó.
Inversión de Mirgor en el puerto
En cuanto a la inversión en el puerto, dijo que “cuando se publicó esa noticia generó mucho entusiasmo, porque es ventajoso no depender del traslado de Ushuaia a Río Grande. Hay que esperar que se lleve a cabo”.
Construcciones en altura
Ante la proliferación de edificios en la zona céntrica tanto de Ushuaia como de Río Grande, consideró que “las torres son una necesidad por el costo de la tierra. Los terrenos del centro en cualquier ciudad son más caros y pueden costar 10 millones de pesos, por eso no tiene sentido hacer una casa porque va a ser muy cara. No me parece mal que se aproveche el terreno y obviamente hay que respetar las alturas que establece cada municipalidad”.
Compra de tierras del Gobierno
Finalmente se le preguntó sobre la decisión del gobierno de comprar tierras e instalar los servicios. “Lo ideal es que las viviendas que uno tiene que construir ya tengan todos los servicios en la puerta y es parte de los requerimientos del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat. El hecho de que el Instituto haya comprado terrenos con los servicios obviamente es un punto favorable y se hace todo mucho más rápido”, concluyó.